Mi Querido Esposo

El presente…

Habían pasado algunos meses desde que habían operado a su padre, Alexander había cumplido lo que dijo.

Su padre estaba recibiendo el mejor tratamiento, pues las secuelas de la cirugía le provocaron parálisis en una parte de su cuerpo, pero ahora estaba mejor y podía acompañar a Isabela hacia el altar.

Por otro lado, casi no hablaba con su madre desde ese día, seguía molesto también con su hija mayor por perder tanto dinero.

Isabela había hecho creer a todos que se había enamorado de Alexander, después de todas las atenciones que tuvo para con su familia.

su hermana no le creía por eso no fue a su boda, eso y su embarazo que cada día era más evidente.

En este momento se encontraba sola en la sala de espera de la novia, Alexander era muy controlador, todo el tiempo sabía donde estaba ella y aún no estaban casados, también le había prohibido trabajar, si lo hacía debía trabajar para él y no para nadie más, ella se había negado suficiente tenía con que él controlara todo lo que hacía además si ella discutía o se quejaba por algo, le sacaba enseguida el maldito contrato, cada día estaba más convencida que firmar un contrato con ese hombre fue como vender su alma al diablo.

Y hablando del diablo, como si lo hubiera convocado con el pensamiento, Alexander entro a la sala y puso mala cara en cuanto la vio sentada en el piso.

-levántate ahora, ya te dije que mi familia está buscando cualquier pretexto para decir que esta boda es una mentira – le tomo del brazo y la levantó – los primeros que deben creer que estas perdidamente enamorada de mi son ellos, ya te lo dicho -

- perdón pero no es mi culpa es imposible sentarse con este maldito vestido- respondió ella cruzándose de brazos

- ¿Qué te he dicho a cerca de decir malas palabras?, somos el centro de atención todos los accionistas, personas importantes están aquí así que compórtate -

Antes de que pudiera responder entro la organizadora de la boda – aquí está la feliz pareja, no podías esperar un poco más para ver a la novia -

-me dijeron que estaba nerviosa, y vine a reconfortarla, pero ahora que se encuentra mejor me voy, te veo en el altar cariño – se inclinó y le dio un beso en la frente y después se fue.

Isabela sentía ganas de golpearlo, pero solo fingió una sonrisa. Más tarde caminaba hacia al altar, estuvo a punto de arrepentirse, pero al ver a su padre a su lado le dio fuerzas para seguir adelante, con una sola frase en mente lo hago por él.

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Al menos una hora después la ceremonia termino, ya no había vuelta atrás, oficialmente era la señora Casablanca, todo mundo aplaudió cuando Alexander la beso, ella sonrió para que todos los ahí presentes creyeran que era la mujer más afortunada del mundo, pues había logrado conquistar semejante corazón frio.

Todos aquí son tan hipócritas como yo pensé, la frialdad entre su nuevo marido y su familia era tanta, que casi sintió como bajaba la temperatura del lugar cuando se acercaron a felicitarla.

Isabela juraría que sintió las uñas de su ahora suegra clavarse en su espalda cuando esta la abrazo, el único que parecía feliz de recibirla en su familia era Maximiliano Casablanca, el Padre de Alexander.

La sesión de fotos con ambas familias fue tan incómoda que hasta que termino Isabela se dio cuenta de que había estado conteniendo la respiración, además sentía la cara adolorida de tanto sonreír.

Para la recepción Isabela se había puesto otro vestido este era mucho más cómodo, después de comer, su esposo la había llevado a presentarle a todos los accionistas importantes de la empresa.

Más tarde al bailar enfrente de todos se dio cuenta de que él era un excelente bailarín, al terminar de bailar, él la beso de nuevo, eso solo la hizo pensar que tan real seria su matrimonio, debió leer mejor las cláusulas del contrato antes de firmarlo, se dijo asi misma.

comenzó a ponerse nerviosa Alexander había bebido casi toda la noche, no faltaba mucho para que la recepción terminara eso significaría que tendría que quedarse a solas con él, no sabía qué haría, si él esperaba que tuvieran intimidad.

Recordó que su suegro había mencionado que quería nietos pronto, tarde o temprano ellos tendrían que hacerlo de nuevo, pero ella no se sentía lista para dormir de nuevo con él, no esta noche.

Su suegra se acercó a ella, era la primera vez en toda la noche, después de la ceremonia prácticamente la ignoro

-bienvenida a la familia Casablanca, querida, le dio un beso en la mejilla y sonrió en cuanto el camarografo les tomó una foto después se alejo de nuevo -

Esa mujer le daba escalofríos, pensó, su madre también se acercó a despedirse de ella

- está es una gran oportunidad para nuestra familia, tu boda borrará un poco la deshonra que nos causó tu hermana, espero poder encontrarle un hombre que quiera casarse con ella-

-madre por favor, ese bebé tiene un padre, si tu hija dice que el volverá ten un poco de fe en ella-

-por Dios Isabela no sé quien es más ingenua, si tú, o tú hermana, deja de decir tonterías y ve a buscar a tu esposo es hora de que se despidan de todos -

¿Tan pronto?, ella aún no estaba lista.