Oscura Obsesión.

Lucas no podía parar de sonreír, el que salieran de esa manera le hizo pensar que tal vez tenía una oportunidad con ella.

"¡Hay que ir a cenar algo! ¿Tú tienes hambre?"Le pregunta sin rodeos.

"Aún no ceno, por supuesto que tengo mucha hambre. ¿Y dónde piensas llevarme?"

"Conozco un lugar donde sirven muy buena pasta y un buen vino. ¿Te apetece?" Ella asienta con la cabeza, su sonrisa es cautivadora e hipnotiza a Lucas de una manera que jamás había sentido.

Al llegar él fue muy caballeroso. Abrió la puerta del coche y al llegar al restaurante la ayudo con su silla, siempre atento en lo más mínimo.

"¿Mi hermano te dijo que comprarás ropa? ¿Eso fue cierto?"

"Si, pero no es lo que piensas o lo que intento decir Cecil hace un momento. Mañana lo acompañaré a uno de los tantos eventos agendados. Me pidió no repetir traje o vestido, quizás sea para no avergonzarlo. Charlie es muy competente y profesional, nunca antes me ha faltado el respeto. Su novia ni siquiera debería de sentir celos de mí, él ni me nota dentro de la oficina si no le hablo."

No tenía intenciones de explicar, pero Lucas era guapo y agradable. Charlie había sido su primera opción, pero él no parecía estar interesado en ella.

Lucas por su parte siempre la mira diferente y parece estar más interesado.

Muchos la desean, pero ella no es tan fácil y tonta para dejarse llevar por el deseo. Lucas, en cambio, es generoso y todo un caballero. Lucía busca una relación sería a sus veintiocho años, ha estado tanto tiempo sola que ya no le parece normal. Sueña con compartir toda una vida con alguien, sin la necesidad de acosar y poder ser tan normal como cualquier chica.

"Bueno, no te estoy juzgando. Me sorprende que Charlie haya querido gastar en alguien más que no sea él. Te lo diré en una oración. El no comparte sus cosas. La verdad ni siquiera sé porque anda con Cecil, ella nunca fue de su interés y de la noche a la mañana resultan ser novios."

"No quería mencionarlo, pero ahora que tú sacas a relucir el tema... No parecen una pareja. Nunca lo he visto darle afecto físico y él siempre se muestra reservado." Los dos ríen, pues hablar de alguien más les parece divertido.

"Nunca le digas a tu hermano que hable a sus espaldas." La plática había fluido bien y estaban cómodos mientras comían.

Lucas no se le insinuó, pero la hizo sentir cómoda, pensó que no había prisa y quería conocerla mejor y a su tiempo.

Al llevarla a casa Lucía se había quedado dormida dentro del coche.

Lucas tenía toda la intención de llevarla de inmediato a su departamento, pero una llamada lo hizo cambiar de dirección.

"Entiendo, voy para allá." Dice antes de colgar.

Mira a Lucía y piensa si debería despertarla o dejarla en el auto mientras termina. No sabe para qué lo llamó su padre y tampoco cuánto vaya a tardar.

Al llegar a la mansión estacionó el auto lejos de la entrada y dejo a Lucía dormida dentro de el.

Ella estaba realmente cansada, ni siquiera se despertó cuando Lucas reclinó el asiento. Había dormido por casi dos horas y Lucas aún no había vuelto.

Al ver qué estaba en un lugar diferente se bajó sin dudar. La casa era enorme y el auto estaba cerca del jardín trasero.

Quería buscar a Lucas y preguntar que sucedió o por qué la llevó a ese lugar. Por un instante comenzó a imaginar que Lucas quería hacer cosas sucias y por eso la había llevado hasta ahí.

Con una sonrisa comenzó a caminar, hasta que unos gritos llamaron su atención.

Al llegar se escondió detrás de un árbol. Un hombre mayor gritaba y regañaba a Charlie. Lucía noto por primera vez el rostro furioso de Charlie, pues era su padre quien lo había abofeteado en ese momento.

Ella estaba sorprendida y tapó su boca con la mano.

Charlie pudo notar como una sombra se movió detrás de aquel árbol, después de unos segundos supo que se trataba de Lucía.

"¡Arregla lo que hiciste! Es mi última advertencia." Dice aquel hombre antes de entrar a la casa.

Lucía camino con lentitud queriendo regresar de vuelta al coche, pero Charlie bruscamente la sujeto del brazo y la llevo casi a rastras a su auto.

"¡Sube!" Lucía no se negó tras escuchar su violenta voz. Recordó que había dejado su bolso dentro del coche de Lucas y no había manera de avisarle que había partido de ahí.

"¡A dónde me llevas!" Charlie no contesta su pregunta. Ella tenía miedo el, pues desconocía al amable hombre que saludaba todos los días.

"¿Por qué te llevó a la casa? ¿Acaso pensaban pasar la noche juntos? O te escabulliste por tu cuenta."

"No entiendo. ¿Hablas de Lucas? ¡Espera! ¿Crees que él y yo íbamos a hacer algo?"

"¿Y no es así?"

"¡No! Además, quién eres tú para hacerme esas preguntas. Deberías calmarte un poco, estás molesto y no te das cuenta de que estás acelerando de más. ¡Podrías causar un accidente!"

"¡Soy tu jefe! Y Lucas es mi hermano. No sé que tramas, pero será mejor que te detengas." Charlie estaciona el auto dentro de una villa. Estaba en completa oscuridad todo el lugar, casi perfecto para un crimen.

Lucía trago saliva y no quería salir del carro. A pesar de conocer a Charlie gracias a su espionaje, se dio cuenta de que era otra persona diferente, incluso dudaba de sus acciones.

Charlie abrió su lado de la puerta y la tomo bruscamente del brazo para llevarla dentro de la casa.

"¡Me lastimas animal! Podría demandarte por secuestro." La arroja en el sofá, mientras él acomoda una silla frente a ella.

"Everly Clark Grimaldi." Lucía se queda paralizada y sus nervios la hicieron temblar.

"¿Creíste que no te investigaría? Te cambiaste el nombre después de acosar a tu amiga. Hija de padres difuntos y con dos órdenes de restricción."

"¡Para! ¡Detente!" Charlie la mira fijamente, sabe que la tiene en sus manos.

"¿Qué es lo que quieres? Si sabías todo en todo este tiempo. ¿Por qué hasta ahora?"

"Se que vas a Terapia, pero eso no asegura que te obsesiones con mi hermano. Si le digo al juez lo que intentas hacer, revocara tu título y jamás volverás a ejercer como abogada. Fue difícil conseguir toda tu información, se ve que te esmeraste en sepultar la evidencia y callar a los testigos. Me imagino que con toda esa fortuna a tu favor puedes hacer cualquier cosa, menos sobornar a un juez. También debe ser difícil para ti trabajar como mi asistente, me doy cuenta cuento lo detestas. A mí no me puedes engañar con esa sonrisa falsa que llevas a todos lados."