En esta segunda parte de 'Mi Perdición', el matrimonio de Jacob y Kathering se verá envuelto en muchos conflictos debido a un viejo amor del pasado.
¿El amor que se tienen será lo suficientemente fuerte para salvar su hogar?.
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Vanessa Hayek.
Jacob, por favor, ya déjame ~dice mientras pasa el secador por su pelo~
- Es que no he tenido suficiente ~la abrazo por detrás~
- ¿De qué hablas? ~se gira y me mira con su ceño fruncido~ Nos pasamos casi toda la mañana así.
>> Ya en serio déjame y termina de vestirte, en unos minutos llegará Nathaly, no tenemos mucho tiempo antes de ir por los niños y luego irme al hospital.
Justo después de vestirme, suena el timbre de la casa y Kathering sale de la habitación casi corriendo afirmando que es dicha.
Mi celular timbra dentro de mi pantalón y observando que se trata del investigador privado al que había contratado para buscar a la persona que seguramente es la que dejo ese paquete en la puerta esa mañana, digo que atenderé la llamada primero dirigiéndome hacía la alberca.
- ¿Qué tienes?
- Por fin di con la persona que intento matar a su esposa el día del accidente y no me va a creer si le digo que todos estos años ha estado más cerca de lo que piensa ~miro hacia atrás para asegurarme de que Kathering esté lejos~
- ¿Cerca te refieres a nuestra casa?
- No solo la casa, también frecuenta el hospital donde trabaja su señora y hasta el colegio de los niños.
>> Es alguien de su pasado y lo peor, señor, es que ya ha dentro a su casa y ha hablado con su esposa ~frunzo mi entrecejo~
- ¿Qué estás diciendo?, ¿cómo que ha hablado con mi esposa?
- Si señor, se trata de Vanessa Hayek. No fue que quise meterme en su pasado, pero debido a que tuve que investigar a esta mujer, supe que fue su pareja. Aunque ahora luce diferente, es ella sin duda.
Me he quedado completamente frío.
Aún con el celular en mi oído, corro hasta la sala y la encuentro sentada justo frente a la mujer que se supone que cuidará a los niños.
Una mujer que a pesar de que lleva el pelo teñido, reconozco muy bien.
Siento que el alma se me sale del cuerpo.
Ella me mira con sus productos ojos negros y una sonrisa que me provoca un nudo en la boca del estómago.
- Dentro de un rato te marco ~digo y cuelgo sin apartar mi vista de ella~
- Ah, amor, ella es Nathaly ~me sonríe y se posa a mi lado~
- Mucho gusto, Nathaly Méndez ~se levanta y me extiende su mano sin apartar su vista de la mía~
Me quedo paralizado sin saber que hacer o decir, o sea, ¿qué se supone que diga?
- Amor... ~susurra y me da un codazo~
Me obligó a estrechar su mano y no puedo creer que está mujer tenga el descaro de aparecerse de nuevo tratando de arruinar mi familia, pero juro que sí les pasa algo a mi esposa y a mis hijos...
- Lo siento, es que él no está muy de acuerdo con esto ~dice entre risas~ Aunque de algo de miedo, la verdad es que mi esposo es un amor ~eso hace que la mire fijamente~
Su sonrisa derrite mi corazón y a la vez me ataca un sentimiento de culpa. ¿Por qué?
- Sí... No lo dudo.
Kathering nos hace sentar y Vanessa quedando justo frente a mí, mi esposa a mi lado enreda su brazo con el mío y comienza a hablar con ella. Mi mirada es tan dura que se puede ver el odio y la ira reflejados en ella.
- Nathaly me comentaba que sus padres son Colombianos, así que también ayudará a los niños con sus clases de español.
¿Padres Colombianos?, entonces se ha creado toda una identidad falsa y ha logrado meterse en mi casa, ¿cómo se atreve a siquiera dirigirse a mi esposa después de lo que le hizo?
- También hablo Francés y Portugués, así que puedo ayudarle a los niños con sus clases de idiomas mientras ustedes no están.
Pero que cinismo, Señor.
- ¿Lo ves?, ella es perfecta, además, puede cuidarlos en cualquier momento, si necesitamos salir y no podemos llevar a los niños; ella estará disponible.
- No... ~a Kathering se le borra la sonrisa del rostro~ No necesitamos una niñera ~me levanto del sillón~
- ¿Qué? ~se levanta igual si soltar mi mano~ Pero ya habíamos hablado de esto, amor.
>> No creo que vayamos a encontrar a nadie así de capacitada, incluso ya ha trabajado con niños antes, ¿recuerdas lo que hablamos?
- Kathering, a Noah ni siquiera le da buena espina está persona ~digo entre dientes~ No dejaré que mis hijos se queden con esta mujer.
- Pero... ~se ve sorprendida y algo contrariada~
- Bueno, parece que están teniendo un desacuerdo aquí ~se levanta y nos mira~ Háblenlo, pónganse de acuerdo y cuando tomen una decisión, me informan.
>> Igual si necesitan que regrese de nuevo, pueden llamarme. Estoy disponible en cualquier momento así que si necesitan que me quedé con los niños mañana, puedo hacerlo también.
- Eh... Sí, gracias. Te acompaño a la salida.
Vanessa se despide de mí con un asentamiento de cabeza y me mira con una malicia que se le ve hasta en los poros.
- Jacob, ¿qué fue eso?
- No quiero que esa mujer se quede con mis hijos, es más, no quiero que vuelva a poner un pie en esta casa ~digo firmemente~
- ¿Por qué?, ¿qué pasa?, creí que si la escuchabas, te convencería.
>> Creo que de verdad está capacitada para quedarse con los niños, además, serán solo unas horas que pasará con ellos.
- Buscaremos a otra persona si quieres, incluso te dije que puedo trabajar aquí en casa mientras lo resolvemos.
- Y yo te dije que no estoy de acuerdo con eso, Jacob, ¿por qué estás así?
>> Todo el tiempo estuviste de mal humor, fuiste grosero y ahora esta actitud. ¿Conoces a esa mujer?, ¿qué es lo que pasa?
Dios, no sé que decirle. No sé si decirle lo que está pasando o no, no quiero que se asuste y se alteré, pero tampoco quiero a esta mujer cerca de mi familia.
Primero tengo que enfrentarme a Vanessa y advertirle que no la quiero cerca de mi familia o juro que la mataré.
- No, yo... Solo déjame buscar a alguien a mí, ¿sí? ~la tomo de la mano y tiro de ella pegándola a mi cuerpo~ Esa mujer tampoco me dio buena espina.
- De acuerdo... Creo que Sarah quiere pasar tiempo con los niños mañana rodea mi cuello con sus brazos~
La miro a los ojos durante unos largos segundos y realmente no quiero mentirle ni ocultarle nada, pero tengo que intentar alejar a Vanessa de nuestras vidas antes de comentarle cualquier cosa.