En Tus Brazos

Máximo me ha traído a un hermoso lugar, una maravillosa isla, al parecer en este lugar siempre hay personal, no me puedo imaginar a cuantas mujeres ha traído aquí y que les hará.

Solo se que conmigo tiene una actitud pacífica, hasta el momento no ha intentado acercarse a mi y lo agradezco, lo último que quiero es que intente propasarse conmigo.

Las empleadas me muestran mi habitación, la cual es enorme, tiene su propia terraza en la cual hay una hamaca. lo primero que hago es tomar un baño y dormir un par de horas. No quiero que los empleados me vean y estén dándome sus felicitaciones.

He dormido un par de horas, pero cuando abro los ojos me doy cuenta que ya es de noche y que no he probado bocado en todo el día, por lo que decido bajar a la primera planta y encontrar todo desierto, será que este hombre no es tan honorable y envío a su personal lejos para hacerme algo.

Niego con la cabeza , no puede ser, el mismo me dijo cuáles eran sus intenciones. no creo que me haga algo así. tome valor de dónde no lo tenía y camine hasta el refrigerador, tome una jara de jugo y una bandeja con queso unas uvas y otras frutas.

Me senté sobre el taburete y comencé a comer de apocos, no quería que los alimentos me hicieran daño, ya que llevaba mucho tiempo sin comer.

Escuché un ruido de pisada que me hizo ponerme alerta. y cuando voltee lo primero que ví fue una sombra grande de una figura masculina, cuando su voz sonó mis bellos se erizaron, el pavor se había apoderado de mi.

-no sabía que eras una glotona- su tono de burla me devolvió a la realidad, mi corazón comenzó a latir con normalidad y comencé a respirar de nuevo.

-Casi me matas de un susto- me queje- tenía mucha hambre.

-si pero comer de esa manera a las 3 de la mañana no te ayudará, debes comer algo liviano-camino hasta donde me encontraba, abrió de nuevo la nevera y saco unos ingredientes de allí. después abrió una gaveta y saco otras cosas. - cuando una persona no se alimenta antes de dormir, es mejor comer algo caliente y una colada de avena te ayudará. -comenzo a moverse con agilidad en la cocina

-Sabea cocinar?, No me lo espera a de un hombre como tú, siempre te imagine rodeado de servidumbre.

-Siempre estoy rodeado de mi personal, pero mi madre me enseñó a preparar ciertas cosas, por si estaba en una situación difícil algún día, este no es el caso, pero puedo ayudarte a calmar el hambre.

La famosa colada, estuvo lista y sirvió dos tazones y puso uno frente a mi, y se sentó en el otro taburete con el suyo, comenzó a comer con calma. mientras yo me llenaba la boca con aquella avena, el hambre era enorme y no podía esperar, comí con tanta desesperación que llego un momento en el que me senti tan incomoda de como me miraba, que tuve unas enormes ganas de devolver lo que había comido.

Me disculpé y le pedí que me indicará dónde estaba el baño y por poco no logro llegar, todo lo que había comido quedó allí en aquel lavado, sentí que un frío recorrió mi piel y me comence a sentir mareada. Apoye mis manos en el marco de la puerta y sentí desvanecerme, unas manos fuertes me sostuvieron.

Cuando volví en mi, había una señora colocando alcohol en mi nariz y reprendía a Máximo.

-Como es posible que hallas dejado que no comiera nada el día de ayer, debiste poner a alguien a qué la cuidara. pobre muchacha, está muy pálida.

-Tata, no me regañes, hice lo que pude por eso te desperté.

- Tu madre y yo que te enseñamos muchacho, aunque ya seas mayorcito, siempre debes prestar atencion a cómo se sienten los demás, más en su condición.

No soporte más los regaños que la señora le daba a Máximo -Hola, pueden decirme que me pasó.

-Nada cariño - dijo el tomando mi mano - tu estómago no soporto el que no te hallas aliementado ayer, pero ya te traen algo para que comas. -me sonrió, al parecer la señora no sabía el tipo de relación que teníamos.

Tome el desayuno con calma, mi estómago se senta bien ya no me sentía con ningún tipo de malestar. Me quedé en cama otro poco, y después me di un baño.

Me puse un shorts y una camiseta, ate mi cabello en una coleta y salí al balcón.

Desde allí pude ver a Maximo hablando por teléfono.

Si que era un hombre atractivo, pero no comprendia nada de lo que hacía. Pudo haberme obligado a estar con el, pero hasta el momento solo he recibido buenas atenciones.

El hombre levanto la cabeza y me pidió que bajara.

Lo cual hice sin chistar, la verdad voy a estar casada con el 5 años, lo mejor que puedo hacer es llevar una relación amena con el.