PROHIBIDO AMARTE

Narra Alex

Salgo del hotel hecho una furia, me subo a mi camioneta y emprendo camino a la empresa, hago algunas cosas pendientes y luego me voy para a un bar, me tomo unos cuantos tragos para relajar el cuerpo y como es de esperar se me acerca una hermosa morena de ojos miel, que comienza a insinuárseme

- ¿estás solo? – me pregunta

- ¿te gustaría que lo estuviera? – le respondo con picardía y una sonrisa de medio lado mientras remango mi camisa, dejando ver mis tatuajes, ella me mira excitada

- ¡Me encantaría! – me responde con sus ojos llenos de deseo y yo le sonrió

- Eres hermosa – le halago

- Gracias, tu estas divino –me dice y deja ver lo que desea, pido dos tragos mas

- ¿Cuál es tu nombre? – le pregunto

- Aria, y tú eres Alexander Jones – me dice

- Me sorprende que me conozcas – le digo arqueando mis cejas

- Como no, si eres uno de los solteros más codiciados del país – me dice

- Y seguiré soltero hasta la muerte – le digo para dejar claro que no deseo compromisos

- Jajaja, está bien, así también me gustas – me responde la muy traviesa y la miro con deseo

Son tantas mis ganas que después de bailar una canción, la llevo al baño y la pongo de rodillas para que tome mi erecc¡*n y se lo lleve a su boca, tomo su cabello para llevarlo hasta el fondo, veo como se le dificulta respirar por mi tamaño, sus labios alcanzan a llegar solo un poco más arriba de la mitad de mi amigo, sin embargo la llevo con embestidas rudas a tragárselo todo, ella se levanta y la volteo de espaldas, subo su pequeño vestido y la acomodo para mojar mis dedos con saliva y l*bricar un poco más su intimidad, cuando la siento lista para ser invadida, me pongo el cond0n y la pentr* hasta el fondo dando salvajes embestidas que nos dejan llegar al cl¡max, me limpio el sudor, lavando un poco mi cara con agua del lavamanos mientras ella trata de recomponerse.

- Este es mi teléfono – me dice entregándome una tarjeta de presentación, resulta que la muy sensual morena es modelo, la miro con un guiño, le doy un beso y me voy

Salgo del bar y subo a mi camioneta para llegar a casa y poder cenar con papa y luego hacer un poco de ejercicio, voy todo el camino pensando si decirle o no de la llegada de su nieta, no creo que su visita sea con la intención de compartir tiempo con su adorado abuelo, la veo como por el estilo de su padre, prepotente, egoísta, malcriada, altiva y creída, muy hermosa sí, pero lo grosera le quita lo hermosa.

Estaciono y dejo mi auto al lado de mi hermoso deportivo rojo, ingreso mi huella para que la puerta se abra y en ese instante me recibe Eva, ella es la empleada más antigua de papa, ella tiene unos 55 años y es adorable con todos, en especial conmigo.

- Mi niño, tenemos visitas – me recibe con esa sorpresa y yo la abrazo

- ¿Sabes quién es? – le pregunto

- Tendrá que verlo por usted mismo – me dice con sus ojos fijos en el suelo de la preocupación, pero creo saber de quien estamos hablando

- Está bien, vamos, tengo que saludar al invitado

Antes de ir a la sala subo a mi cuarto, me quito el chaleco y la camisa, para ponerme una playera un poco más fresca, bajo y respiro profundo antes de saludar.

- Hola papa – lo saludo

- Hijo hola, mira quien vino a darme una hermosa sorpresa – me dice señalando a su nieta

- Hola querido tío – me saluda con sarcasmo

- Hola – la saludo seco

- Vamos a celebrar, Alex trae el mejor vino de la cava – me dice papa

- Claro papa – asiento

- Vamos a festejar que mi única y hermosa nieta viene para quedarse – menciona papa

- ¿quedarse? – pregunto incrédulo

- Si querido tío, he decidido terminar mis estudios en este país, y obvio me gustaría ayudar en la empresa del abuelo, claro si el me deja – dice con gestos falsos de ternura mirando a mi padre, pero al verme a mi veo en sus ojos odio

- Claro mi princesa, lo mío es tuyo – le responde con alegría papa – estoy seguro que tú y Alex se llevaran de maravilla

- No lo creo papa – le digo ya un poco molesto y veo como ella se ríe con satisfacción

- No te preocupes abuelo, estoy segura que nos llevaremos de maravilla – dice ella con ironía que mi padre no nota

- Que felicidad, mi familia junta, solo faltan tus padres – le dice papa

- No creo que ellos puedan venir abuelo, tu sabes cómo es de orgulloso papa – le dice ella, pero puedo sentir un poco de duda en sus palabras, acaso hay algo más…

- Pueden pasar a la mesa – dice Ross una de las empleadas, pasamos y cada uno toma su lugar, pero esta vez samanta se sienta en el mío

- Estas en mi lugar – le digo molesto

- ¿Tiene tu nombre marcado? Perdón es que soy muy ciega, espérame lo busco – lo dice con burla y haciéndose la que busca mi nombre en toda la silla

- No importa – le digo

- Jajajaja, estos jóvenes de ahora – dice con risa papa y yo le doy una sonrisa falsa, lo mismo hace samanta