Colágeno

El día siguiente, me levanté con un ligero dolor en el pecho derecho, así dormí que ni cuenta, me di que dormí de ese lado, no le tomo importancia, en el salón, estamos full, este día es sábado y los eventos hacen que las mujeres, busquen ponerse bellas.

Hoy me toca atender a una señora muy importante, es mi cliente desde hace muchísimos años, ella viene aquí solo para ser atendida por mí es la señora Estiben. 

Pero su cita será para después de medio día, a media mañana Lucía llega al salón. 

—Buenas, buenas —me saluda entrando a la oficina —¿Estás ocupada?

—No, la verdad en este momento tenía muchas ganas de tomarme un café, siéntate que tenemos una conversación pendiente.

—Yo contigo, ¿no creo?—me dice la muy chistosa, sabiendo que está semana no hemos hablado, así que no me ha dicho como estuvo la cita con Gustavo. 

—Pues claro que tú, no veo otra pajarita que me deba un chisme. 

—Está bien, fui un desastre, le dije que no me gustaba que él fuera menor que yo, que él debería buscarse una mujer joven, que tenga un futuro que ofrecerle. 

—Acaso tú no le puedes ofrecer un futuro, además eres una exagerada Lucía, son solo 5 años, cuando están juntos no se nota la diferencia de edades. 

—Es que no sé, si la gente me dice que soy una vieja para él, si después se arrepiente por qué conoce una más joven. 

—Bueno, Lucía tienes razón, entiendo tus dudas, sé que no es fácil, después de todo lo que viviste en tu matrimonio, dejar entrar en tu vida a otra persona. 

—Zaida por favor me traes dos cafés.

—Enseguida señora katrina.

—Kat, por cierto, dentro de dos semanas Rodrigo regresa al país por fin, después de tanto tiempo mi bebé ya regresa. 

—Qué extraño Douglas no me ha dicho nada, que van a volver. 

—Bueno Rodrigo, me lo acaba de decir, hace apenas unas horas, ese día voy a hacer una bienvenida, cuento contigo ¿verdad?

—Claro, amiga, por supuesto que sí.

Zaida entra con los cafés que le pedí, le da uno a Lucía, el otro para mí.

—Amiga, te voy a comentar algo, sé que a ti no te importa ya José Alfredo, pero, tengo que decirte. 

—¡Dilo de una vez!—habla nerviosa. 

Temprano tuve que llevar a Rodolfo para una práctica de fútbol, le toca a su papá, pero ya sabes la excusa. 

Yo la miro para que deje los rodeos y hablé de una vez. 

—Bueno, la cosa es que José Alfredo estaba con una mujer, una morena alta, creo que es la misma con la que lo vimos la otra vez. 

Casi muero cuando mi amiga me dice eso, yo casi caigo otra vez en sus brazos por qué anoche estuve a nada de pedirle que se quedará, bueno por eso tenía tanto apuro en irse, —finjo una sonrisa. 

—¿Estás bien Kat?

—Si bien porque iba a estar mal, —Le doy otra sonrisa. 

—Kat, vamos, está noche al club de Gustavo, sabes que tengo membresía. 

—juega con sus pestañas. 

—¡Ay! Lucia pensé que no querías nada de Gustavo—le digo negando. 

—La membresía si, —bate sus largas pestañas. 

Hablamos un rato más sobre la fiesta que hará de bienvenida para su hijo.

—Bueno nos vemos en la noche amiga, encárgate tú de llamar a Mila, tengo un día complicado, luego me pasas buscando por la casa. 

— Así quedamos entonces amiga a las nueve pasó por ti, —Me da un beso y se va. 

Llega la señora Estiben, le hago lo que ella quiere, Una hidratación facial, esa señora a pesar de tener más de 70 años tiene un cutis impecable, claro todo el dinero que gasta en cremas rejuvenecedoras. 

Al terminar de atenderla, me voy a la oficina, me siento un poco cansada, me he recostado en el sofá, cuando despierto son pasadas las siete, los chicos están terminando con sus clientes, así que antes de las ocho ya estoy en camino para la casa. 

Me sirvo una copa y me meto en el jacuzzi, necesito relajarme. 

................

Estoy en el departamento aburrido, está semana he estado de mal humor, mi carrera la termine hace algunos meses, pero estaba aquí, dándome unos días libres, también esperando que Douglas termine su carrera para regresar juntos, pero ya me fastidie, así que quiero volver, Mariana es la que no para de llorar desde que le dije que iba a volver, anda empeñada en que la lleve conmigo, pero no sé que hacer, eso es una muy mala idea, ya que ella se va a hacer ilusiones eso es exactamente lo que no quiero.

Douglas llega al departamento, con Raúl, al verlos entrar, sé que vienen en plan de salidas. 

—Epale Hermano, que haces todo aburrido, vamos levántate que tengo unas nenas esperando por nosotros. 

—No tengo ganas de salir hoy—le digo con pereza. 

—Aburrido, déjalo Raúl, eso es que Mariana ya le recogió la cadena.

—No es así, pero no quiero, vayan ustedes. 

Raúl y Douglas entran a su habitación, después de un rato sale Raúl. 

—Tenemos otro Plan, ya no vas a poder negarte.

—Que será tan bueno para que no me vaya a negar. 

—Como dicen, si la montaña no va a Mahoma, las nenas vienen al depa o algo así— Ríe a carcajadas. 

—Sí que se las ingenian ustedes; así pues, como negarme, no me queda de otra que ir a darme un baño, acomodarme un poco, no quiero causar una mala impresión. 

A las diez llegan un par de amigos con bebidas y unas cuantas chicas que se ve que son terribles, Douglas agarra una, nada más llegan, Raúl también yo solo me pongo a beber, bailar

Pero como siempre hay una que me tira la onda, estoy sentado cuando me llega un WhatsApp lo reviso, Pero me pongo a revisar los Estados, mi mamá subió unas fotos, las abro, son unas fotos de mi mamá con Katrina. 

 ¡Wow! Se ve increíble en ese vestido azul marino, de verdad que es hermosa, mientras pasan los años está mucho mejor.

................

Mientras me relajo en el jacuzzi, con mi copa de Vino que no puede faltar, después de un rato más dos copas de vino, me coloco el paño, voy al closet para buscar que ponerme, me decido por un vestido azul, con zapatos negros, cuando voy saliendo viene llegando José Alfredo, ¡qué Mala suerte la mía!

—Para donde vas tan, tan —me mira de los pies a la cabeza —con ese vestido tan corto. 

—Te recuerdo que soy una mujer, libre—le muestro mi mano para que vea que no tengo un anillo. 

—¿Pero pensé que me darías una oportunidad?—pregunta con duda.

—Lo pensé bien y siempre no, —en eso llega mi amiga Lucía a buscarme, lo dejo allí con la palabra en la boca, me subo al auto.

Katrina.

Lucía.

Rodrigo.

Gustavo.

Douglas.

Fer.