Esta es una historia en la que puedes encontrar suspenso, emoción, locura y mucho amor. historia desde su adolescencia
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Cambios repentinos
Detuvo el auto, se desabrochó el cinturón de seguridad y en un abrir y cerrar de ojos él estaba encima mío. Una de sus manos agarró mi nuca y con la otro mi espalda, me pego bien hacia su pecho y puso sus deliciosos labios sobre los míos.
¡En serio, que estoy subiendo al cielo en este mismo instante!
Comenzó a mover sus labios y nuestras lenguas en segundos estaban jugando entre sí, mi cuerpo ardía por completo, mi vientre estaba completamente comprimido y debo decir que el calor se posicionaba cada vez más en un solo lugar. ¡Si! en ese mismo lugar en el que no entra el Sol.Era algo mágico en ese momento, eran emociones encontradas que estallaban entre sí!. y lo que nos hizo separarnos fue la necesidad de tomar aire de nuevo.
- ¡Mierda!, eres jodidamente deliciosa nena, había imaginado lo dulce que podías saber, pero te juro que lo que acabo de probar es una ¡adicción!.
De repente reaccioné y lo separé de mí.
- ¡No! no no no no.... esto no puede pasar!. Tu eres el hermano de mi mejor amiga, Tu debes tener a muchas viejas a tus pies, Eres un tipo importante, trabajas en una de las más grandes industrias del país, Eres un gran ejecutivo, joven, pero importante, No debes andar con alguien como yo, Esto está mal, ¡Muy mal! -
- ¡Oye! - puso sus manos en mi rostro y mirándome a los ojos Dijo: - No digas eso, tú, Eres hermosa, una niña, lo sé, pero hermosa, y tal ves yo estoy cometiendo un pecado o un error al desearte tanto, pero es que ya no aguantaba, necesitaba probarte, necesitaba saber si me corresponderias a ese beso.- Soltó mi rostro - Mira Majo, yo no quiero que nos adelantemos a nada, yo no suelo expresarme con nadie, y no sé que me pasa contigo, no quiero confundirte, solamente sigamos el camino y dejemos que el tiempo siga. ¡calmate! ñy si es el caso olvida lo que ha pasado.-
No fui capaz de decir nada más durante el resto del camino.
Al llegar al lugar, bajamos de el auto en completo silencio y nos adentramos a una hermosa casa que estaba cerca a un río, había árboles y palmas a nuestro alrededor, se escuchaba el canto de los pájaros y el sonido de diversos animales por todo el sitio. Definitivamente estaba embobada con tanta belleza natural.
- María José, ven conmigo debemos ir a apartar los autos que usaremos para llevar todo a la cima de la montaña.-
Asentí sin decir nada. Pero mi cara de disgusto si se debe notar, no entiendo porque carajos me dice "María José". Aunque debo ser sincera, y es que saliendo de su boca siento que se oye hermoso mi nombre.
Llegamos a una parte de la casa en dónde habían varios autos muy bellos, llenos de colores y figuras llamativas, muy hermosas.
En ese momento pasaba un muchacho que se quedó viéndome como si no hubiera nadie más en ese lugar, yo hice caso omiso a su mirada pero de pronto se acerco.
- ¿Es la primera vez que vienes a este lugar?- Dijo.- Lo digo por tu expresión de asombro.- y sonrió.
-¡Si! la verdad es que nunca imaginé que habían lugares tan bellos cerca de casa.-
- bueno, pues bienvenida y espero que disfrutes de todo lo que te ofrece este lugar -.
En ese momento me hizo saltar una voz un tanto fuerte.
- ¡vamos preciosa!... ya llegaron los demás!.- Dijo Bernart casi gritando.
¿Es en serio? Que rayos le pasa a este tipo, unas veces es frío y algo antipático y otros se le sale lo cariñoso. ¿O será porque el chico me está hablando, que cambió de actitud?.
- Bueno chico, que tengas un buen día, debo irme ya.-
- Claro, que pases un lindo día y disfruta de tu estadía en este bello lugar, espero volverte a ver por acá.-
asentí y salí detrás de él y de un jalón me agarró la mano.
- ¡Oye! ¿Que diablos te está pasando? si sufres de problemas con tu comportamiento avisame, yo no tengo porque tolerar tus cambios repentinos y si quieres decirme algo, pues dímelo sin tanto rodeó, pero basta ya de tantas pendejadas.-
En verdad ya me había sacado de mi zona de calma, necesitaba dejarle claras las cosas porque después podía complicarse más la situación.
Intente soltarme de su agarre pero me apretaba bastante fuerte cada que lo intentaba, así que me resigne a esperar a ver en qué momento decidia soltarme.
Salimos de la casa y llegas al auto para bajar todas las cosas, pero lo extraño era que los otros no habían llegado aún, aunque tenía curiosidad de saber porque había mentido, preferí quedarme callada ayudarle a bajar todo.
Luego de unos minutos llegaron los demás.
- ¡Bernat!, hoy estás andando demasiado, nos dejaste botados en menos de nada - Dijo el Sr Andrés.
- Papá, tú sabes que me gusta aprovechar las vías, más bien acepta que ya no te gusta correr.-
Y entre risas y charlas bajamos todo y lo acomodamos en los Jeps que nos llevarían al lugar exacto del campamento. Al terminar, nos subimos en los autos pero esta vez, yo me subí en el Jep en el que van los padres de ellos.
Antes, había convencido a Maicol de que se fuera con Bernart porque yo quería pasar un rato con mi amiga, a cambio le di un billete y acepto sin problema.
Yo creo que si hubiera tenido hermanos los hubiera manejado con un dedito! sonrio entre mis propios pensamientos...
- ¡Oye! ¿Y tu porqué te vas a subir acá mocoso?.- Dijo Bernart con algo de molestia.
- Porque hice un trato con Majo, y yo soy un hombre de palabra, así que me tienes que aguantar un ratico hermanito - Subio Maicol al auto y arrancamos sin esperar más.
- Majo ¿qué tienes, porqué estás de mal genio, qué te ha disgustado?, ¿Acaso pasó algo con el Ogro de mi hermano?, es que los veo a los dos algo extraños.-
Este tipo de pregunta era la que no quería oír en ningún momento. ¿Que se supone que debo decir?... ¡ella es mi amiga, casi mi hermana!.
- No Mary... No pasa nada, ¿de mal genio yo?, No... Todo está de maravilla.- Sonreí - debe ser el viaje, aunque no ha sido muy largo, sabes que no acostumbro a salir, por eso creo que me siento algo cansada.-
-¡Tienes razón!- perdona a esta amiga, que no te comprende.- Me abrazó, y en ese momento me sentí la peor amiga del mundo, debo decir que jamás le había ocultado nada a ella.
Pasados unos 15 minutos, y luego de cruzar por un sendero lleno de huecos y de barro, llegamos al fin al lugar.
sucede