Soy Samara, acabo de cumplir dieciocho años, durante el verano mi madre se presenta a casa con un hombre el cual me presenta como su nueva pareja. al conocerlo sentí tantas cosas que no puedo explicar, y con el pasar de los días observé señales de parte de él cayendo en sus encantos. ahora no se cómo pararlo para que mi madre no se dé cuenta...
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Deseó
Mama se fue a trabajar y Pablo está en su práctica de fútbol.
Solo quedamos en casa Zeus y yo.
Me fui a la cocina a lavar los platos que quedaron después del desayuno, decidí esta vez no usar el lavavajillas y empecé a lavarlos a mano solo para hacer algo que me mantuviera alejada de él.
POV ZEUS.
Yo, por otro lado, estaba sentado en la sala, con un aburrimiento espantoso.
Mire alrededor de la habitación y me pregunté por qué diablos rechacé la insistencia de Pablo para ir a la práctica de fútbol.
Suspiré, y me pasé la mano por la cara mientras caminaba a la cocina.
Me quedé en silencio en la puerta y observé la hermosa figura curvilínea de Sámara junto al fregadero lavando los platos.
¿Por qué Dios tuvo que bendecir a esta deslumbrante belleza con el cuerpo y la estatura más sexy que la de su madre?
En definitiva ese short tan corto y ajustado le quedaba demasiado bien, este dejaba ver sus largas y gruesas piernas, y ni hablar de esa blusa ajustada que dejaba ver un poco de sus grandes senos
»¡Dios!«
Es hermosa en todos sus sentidos.
¿Su trasero?
Ni siquiera quiero hablar de eso.
Aparte la mirada y volví a la sala frotándome el cuello con frustración.
—¿Qué demonios me pasa con ella? No debería de estar mirándola de esa manera—Murmure para mí mismo.
No supe cuando volví a la cocina y casi choque con ella cuando estaba a punto de salir.
Ella me miró y paso junto a mí sin decir una palabra.
¡Joder! Cada vez que la veo me asombro más por lo hermosa que es.
La observé alejarse y entré en la cocina. Mire los platos a medio lavar, sabía que necesitaba hacer algo para qué dejé de evitarme de la manera tan fría en que lo está haciendo.
Acepto que he sido un imbécil con ella, pero no sé por qué no puedo detenerme, introduje mis manos en el lavavajillas y empecé a terminar de lavar lo que ella dejó. Justo en ese momento regreso y se quedó parada en la puerta al ver lo que estaba haciendo.
—¿Qué crees que haces?—
—Ayudándote a terminar esto, por su puesto—dije con una leve sonrisa.
—Gracias, pero nunca dije que necesitaba tú ayuda— dijo al tiempo que colocaba una barra de jabón en el fregadero.
—Solo quiero ayudarte un poco, y enmendar la tensión entre nosotros—
—Adivina quién fue el causante de esa tensión—
—Está bien, lo sé y lo admito, lo lamento ¿Si?—
—Eso no va a cambiar nada, ahora hazte aún lado por favor—
—De verdad me estoy disculpando, no quiero seguir así contigo—
—¿Así que ahora te arrepientes? ¿Después que me ofendiste y me hablaste de esa manera?— se detuvo y respiro. —No quiero más problemas contigo, solo déjame tranquila, quiero estar sola— dijo apartándome a un lado mientras ella toma mi lugar para seguir con su trabajo.
La miré por un momento y me reí por lo testaruda que es esta mujer. Observé su gran trasero y me relamí los labios con lujuria.
Tantas eran las ganas que le tenía, que mi cuerpo reacciono dándole una nalgada.
»¡Maldición!«
La escuché jadear y se volteo rápidamente hacia mí.
—¿¡Que te pasa!? ¿¡Que demonios acabas de hacer!?— la vi observarme con esos bellos ojos furiosos.
Ya no sé qué hago, ni que digo.
—Lo siento, pero tuve que hacerlo, ya no resisto más verte de esta manera tan provocadora—
—¿¡Que!? Como...—
La agarré y la empujé contra la pared más cercana que encontré, besando su cuello un desespero y lujuria.
Ya había empezado y no había marcha atrás, con deseo tomé su trasero y lo apreté con fuerza.
Todo sucedió demasiado rápido.
Con mucha fuerza logro liberarse de mi agarre empujándome lejos de ella.
—¿Que haces?— esas palabras salieron de su boca con la respiración entrecortada y sus mejillas ardiendo.
Ella se veía tan adorable y sexy sonrojada.
¡Sentí que iba a explotar!
La volví a llevar a la pared sujetándola con fuerza contra mi, besándola con brusquedad mientras acariciaba su trasero.
Deslice mi mano dentro de su short por la parte de su espalda acariciando su jugoso trasero desnudo.
Poco a poco fui sintiendo que ella iba dejando de forcejear y empezaba a destensarse.
La oí gemir suavemente contra mis labios y rodeo mi cuello con sus manos.
—Papá. Para. ¿Qué estás haciendo?—murmuro entre mis besos y trato de nuevamente liberarse de mi.
Pero no sé lo permití, seguí besándola con el deseo que ella me hacía sentirle.
—No me llames Papá. Llámame por mi nombre—dije, para luego atacar su cuello con más deseo.
POV SÁMARA.
Me di cuenta de que mi cuerpo no me ayudaba a liberarme de él, al contrario de todo esto podía sentir como este mismo reaccionaba a su toque.
»Besa tan delicioso«
Bajo los tirantes de mi blusa, para dejar mis grandes pechos con pezones erectos debido a la excitación, expuestos frente a él.
Lo vi observarlos y lamerse los labios, los agarró con su mano, para luego besarme en los labios y bajar a mis pechos. Se agachó y enterró su cabeza en ellos. Chupándolos uno a uno con una intensidad que me hacía gemir, mientras no dejaba de agarrarme el trasero por dentro del short.
—Mmmm— mis gemidos por su acción no los podía controlar, arquee mi espalda contra la pared. —Papá— susurré y lo oí gruñir.
En un movimiento muy rápido me hizo girar dándole la espalda quedando mi rostro contra la pared mientras no dejaba de tocar mis pechos desnudos al tiempo que besaba mi cuello lentamente.
Movió su otra mano lentamente por mis piernas hasta mi abdomen, para luego bajarla y meterla por mi short hasta llegar a mí feminidad lo que me hizo soltar un gran gemido al sentir sus suaves manos.
Arquee mi espalda y sentí como mi trasero chocó contra su gran erección.
—¡Joder Samara!— murmuró y apretó más, uno de mis pechos.
Gemí aún más fuerte mientras él acariciaba mi clítoris enviando oleadas de deseo y excitación a todo mi cuerpo.
POV ZEUS.
—Papá... Zeus. Por favor. Para— dijo con la respiración entré cortada mientras yo seguía asaltando sus pechos y feminidad, notando su humedad.
—Qué estás haciendo?—
La sostuve con fuerza mientras le hacía el amor con mis dedos en su clítoris, haciendola gemir cada vez más fuerte, arqueando su espalda más contra mi rozándole mi erección.
La calidez de su trasero contra mi polla me estaba volviendo loco.
No debería estar haciendo esto. Pero simplemente no puedo detenerme.
Sentí como se retorció produciendo algunas convulsiones en su cuerpo, este estaba enfrentándose al fuerte latigazo del orgasmo que le he dado.
Jadeo de placer mordiéndose su labio inferior mientras se apoyaba en la pared para contenerce.
La giré y admire su hermoso rostro sonrojado.
Me acerqué a ella y la bese, está vez más lento sintiéndola gemir contra mis labios.
Se que no debería estar haciendo esto, pero !Joder!... anhelaba tanto sentirla.
Acaricie sus pechos y me movi hacia sus piernas, le baje el short y fui dándole besos desde su cuello hasta ir bajando lentamente..
POV SAMARA.
Jadeé ante la poderosa sensación que sentí, tomo sus cabellos con mi mano mientras él me besa y va bajando lentamente.
»¡Dios!«
No podía entender que estaba pasando con mi cuerpo. nunca me había sentido así antes y era tan emocionante.
Lo que él estaba haciendo, creaba una ola de placer que hacía que lo anhelara más.
Se agacho totalmente levantando una de mis piernas y poniéndola en su hombro. No sabía lo que estaba haciendo, solo me estaba dejando llevar por el mismo deseo...
La novela va tomando matices interesantes, el final sólo lo sabes tú.
Aunque me gustaría, que ambos sí merezcan una gran lección, que los lleve a reflexionar sobre la traición que han hecho a los que quieren.
En el caso de Zeus, que tenga un gran karma, por seducir a la hijastra, por traicionar a la pareja, por destruir una familia. Empezando por que pierda Samara al bebé. Sólo de pensar en la madre traicionada por quién según cuidaría a los hijos cómo suyos...ay que tristeza.
Saludos escritora, que siga fluyendo la inspiración.
además este par de infieles no merecen estar juntos ni tener algo que los una
y si no pierde el bebé que el bebé sea de Jorge para que Samanta por un lado esté más tranquila y siga su relación y así Zeus a enterarse la deja tranquila de una vez por todas
y claro si el bebé resulta de Zeus espero que ni el ni Samara sean felices y que hanbos paguen muy caro la traición qué le hicieron a la madre su hermano y a Jorge
Una novela para un criterio amplio, cómo puede gustar o ser repugnante por el tema que maneja.
La vida misma es así, hay personas que se encuentran con una pasión desbordante y no les importa el parentesco, edad o a quien puedan lastimar.
Es interesante porque te atrapa y te permite adentrarte en su mundo.
Sólo me gustaría que ambos fueran honestos y aunque pinta que seguirán en su pasión y deseo y tal vez se enamoren.
Cuándo la madre descubra la traición, aparte del dolor y desilusión que se llevará. Espero que la escritora les dé una gran lección de vida y haya justicia por tremenda traición.
Éxito en ésta novela y por favor sólo pido que no se tarde en actualizar y no sea muy larga.
Gracias!