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Un Cuento De Maravillas [OMEGAVERSE]

Un Cuento De Maravillas [OMEGAVERSE]

Status: En proceso
Genre:Romance / Yaoi / Yuri / ABO
Popularitas:237
Nilai: 5
nombre de autor: Random Soreto

[Una historia Omegaverse/ABO con varios arcos que ire subiendo, es principalmente BL pero tiene una pequeña parte Yuri pero ya avanzada la historia. Hay OmegaxOmeg, AlfaxAlfa, BetaOmega]

Suni, un joven Omega que tenía todas las características de un Beta, un carácter peculiar, y una esencia tan débil que nadie notaba que era un Omega con el que hablaban.

A él no le molestaba en realidad, tampoco es que ocultará el hecho de que era un Omega , gracias las peculiaridades de su cuerpo había podido trabajar en lo que eligió y ser como quisiera, convirtiéndose en una clase de terapeuta y consejero de parejas.

El era como un Omega sin identidad, con un aspecto que lo hacía indeseable, probablemente a su familia le molestase lo inusual de su fisiología, porque siendo honestos, el había sacado provecho de sus aparentes carencias como Omega.

Pero los planes y la casualidad no se llevan.

Y viendo la vida de Suni, vemos cómo esta se entrelaza con otras parejas y personas.

NovelToon tiene autorización de Random Soreto para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

3.Tomando ventaja de la imperfección

Su casa dejó de ser un lugar que se asemejara a lo que de buscaría en un hogar, siendo lo que terminó de romper la farsa de una convivencia, el día que Suni entró a la universidad.

El Omega hubiese preferido que la mujer que había vivido independiente de él, su madre, siguiera ignorando su presencia. Hubiera sido lo que mejor; no obstante, la Alfa lo empezó a perseguir con recriminaciones sobre su comportamiento. Día tras día, las palabras de la mujer buscaban cabida en su paciencia, endureciendo su trato aún más a con ambos Omegas.

Su padre, como las enseñanzas de toda su vida, se quedaba en silencio ante Shin, la Alfa, y Suni lo abrazaba para que llorará con el rostro hundido en las piernas de su hijo.

Al joven no le molestaba lo que hiciera su madre, ya era indiferente a ello; y a pesar de no interesarle más la opinión de la mujer, los sermones sin fundamento con respecto a sus decisiones le irritaban. Suni no solía buscar el conflicto, pero bajo la desesperación, comenzó a hacer todo lo que irritaba a su madre, principalmente la toma de sus propias decisiones.

En un principio, en presencia de su madre, pedía permiso y autorización de sus acciones a su padre, ignorando a la Alfa; un acto que dejo de hacer casi inmediatamente. Si bien era efectivo, eso aumentaba la ansiedad del Omega mayor, que observa aterrado la ira de su pareja.

Todas las circunstancias llegaron a la cúspide de la ruptura de cualquier tipo de afecto con su madre.

La separación de sus padres fue inevitable.

La decisión de con quien quería estar era fácil, una pregunta que le pareció divertida cuando se le cuestionó. El, en ese entonces, adolescente, estaba harto de su madre y sus intentos de que fuera un Omega cada minuto del día.

Y entonces Park Suni pasó a ser Keun Suni.

Al parecer otra de las indulgencias, hipócritas desde el punto de vista de los Omegas, era que los hijos de una pareja que se separa podían elegir conservar el apellido paterno si lo prefieren. Para alguien como su madre, que lo ignoró toda su infancia, no había razón para mantener lazos que nunca existieron.

Shin dejo la casa a su padre, y a pesar de que era su obligación garantizar el bienestar de Hye; la mujer le había preparado una cuantiosa pensión para su Omega y su hijo.

La Alfa ofreció, o como era habitual ordenó a su Omega, que estaría presente en el celo de quien fuera su pareja.

Ese día es uno de los recuerdos que Suni jamás podría olvidar

Keun Hye, Omega de Park Shin, se levantó de la mesa donde habían estado hablando, el siempre obediente hombre, se puso de pie en forma abrupta, y miró a la mujer que lo observaba sorprendida.

—No deseo tu amabilidad, ni tu lastima, este es el fin de cualquier unión entre nosotros Park Shin —llamó a la mujer usando su nombre como una extraña, algo que nunca había hecho.

Hye posó sus ojos temerosos en la Alfa que se paró buscando imponerse con estatura superior. El siempre amable, y en extremo dulce hombre frente a ella, jamás le había respondido.

Jamás le había negado nada.

Su padre no cambió de opinión, a pesar de que sus propios deseos dictasen lo contrario; el hombre no podía permitir humillarse más dejándose manejar al antojo de Shin, y mucho menos quería ver a quien despreciaba a su propio hijo. Tal vez fuese el instinto innato nacido de la naturaleza maternal, pero Hye amaba a su hijo, independientemente de lo que su naturaleza dictará.

Había una cosa que el hombre se guardó; Hye jamás confesó las ganas de suplicar porque su pareja no lo abandonará.

Al fin y al cabo, el aun amaba a su compañera, tan simple como eso, y tan dolorosamente claro.

A pesar de todo, a pesar del trato frío y las palabras distantes entre ellos, alguna vez hubo dulces afectos que se habían convertido en meros recuerdos. Él siempre pensó que él estaría con quien fuera su Alfa, una eterna ilusión personal y lo que le habían enseñado en su crianza.

Aquel día, fue la primera vez que en el rostro de la Alfa, apareció la tristeza y desesperación.

Como si ella fuese la que había sido abandonada.

Como si quisiera llorar por el peso de una despedida que nunca esperó. Ella jamás pensó, que nunca volvería a ver a su Omega.

Shin observó sus manos cuando salió de la casa, reviviendo cada tacto, cada caricia que sus dedos dejaron en la piel de quien siempre creyó le seria incondicional, nunca negándole nada y siempre a su lado.

Pero esas fueron las consecuencias de sus acciones, y el único camino era aceptarlo.

Poco después, Suni recibió una llamada de su madre, quien había creado una cuenta para pagar todos sus estudios.

Hye sabía que esa era un gesto de afecto, como una súplica desesperada de la Alfa. Por más que anhelara, que las cosas volvieran a lo que era, ella dejo de ser la madre de su hijo, como dejo de ser familia.

Como dejo de ser la persona a la que podía amar.

Eso era lo que se esforzaba en creer.

______________

La sociedad, había forjado a los Omegas para vivir recluidos y casi siempre encerrados. Suni en cierta forma reconocía que tenía cierta libertad, libre de lo que debe ser un Omega, pero tan estoico como era el joven, su diversión se basaba en trabajar.

Claro, sus pacientes creían que el joven no disfrutaba en lo más mínimo si vida.

Kyo, uno de los Alfas le había dicho que necesitaba relajarse un poco, siendo apoyado por su pareja. Eso le irritó a decir verdad; los hombres no se ponían de acuerdo en nada, excepto en intervenir en su vida al parecer. Que debía admitir, que le alegraban un poco que los hombres lo considerarán un amigo.

Al parecer los Alfas no eran los únicos que creían que necesitaba un poco de diversión, hasta Mo, con quien había desarrollado extraordinaria cercanía, parecía preocuparle que sólo pensará en trabajo; el Omega le animaba a que saliera con amigos, y le sonreía a pesar de su tristeza y soledad.

La pareja de Omegas no se quedó fuera de darle consejos sobre su vida. Soo lo acusó de ser patético, cosa normal en el Omega que solía ser tosco; Hwa calmó a su pareja, sin embargo estaba de acuerdo con que necesitaba salir un poco, o conocer a alguien.

Francamente para Suni el salir a lugares conglomerados o ruidosos era agotador, no comprendía porque quedarse relajándose en su casa los fines de semana era un crimen.

Parecía que todos tenían algo que decir sobre su vida últimamente.

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Un Omega de complexión notablemente pequeña intentaba alcanzar una lata en la alacena.

Para Suni le causaba gracia lo alto que se veía al pararse junto a su padre, quien al parecer luchaba tenaz en alcanzar algo claramente fuera de su alcance; decidiendo ayudarle se acercó y tomó lo que Hye quería, para después saludar con una sonrisa.

Su padre se encontraba preparando un pastel, siempre recibiendo a su hijo con algún postre diferente para la hora de la cena. Cuando su madre estaba con ellos, ambos se turnaban cocinando, aunque la Alfa con menor frecuencia debido a su trabajo, y su padre era sin duda mejor cocinero. Y el joven Omega pensó, que podría relajarse, pero parecía que todos habían llegado a un acuerdo sobre la necesidad de Suni de trabajar menos.

Su padre con una enorme sonrisa y su alegría usual conversaba con el después de cenar.

—Te veo un poco decaído cariño —comentó preocupado—; Tal vez deberías salir con amigos— juntó sus manos emocionado ante la idea—, podrían ir al parque temático que está cerca, es un lugar muy emocionante—Asentía con cada palabra—.  Hasta puedes tomarte las fotos que quieras con las mascotas, y usar sombreros con figuras —comentaba claramente emocionado.

Suni quiso reír pero se contuvo, aquel parque era infantil, y su padre lo adoraba desde que vio un anuncio.

—Tú eres el que quiere ir, ¿Verdad?—cuestionó divertido, enarcando una ceja—. Podemos ir si quieres.

El Omega mayor se encogió en su asiento sonrojándose, sin saber cómo negar lo obvio asintió tímidamente.

La noche paso tranquila, y Suni reflexionaba sobre la insistencia de sus conocidos en la necesidad de diversión. Quizá podría relajarse un poco.

Si nadie creía que era un Omega, no tenía que permanecer aislado como uno, ¿Verdad?

Supuso que podía aprovechar sus deficiencias y buscar algo entretenido.

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Las luces eran tenues y el lugar oscuro, la música alta opacaba las voces, como era normal en aquellos lugares concurridos, jóvenes inundaban cada esquina del lugar, entre bebidas y conversaciones.

Un club nocturno sin nada fuera de lo normal.

Y un Omega aturdido por el volumen de la música, estaba sentado en el bar bebiendo despreocupado, pero molesto por la cantidad de gente.

Definitivamente pasar la noche bebiendo no era la idea de diversión que su padre tenía en mente.

Pero Suni se había dado cuenta que el estrés se estaba acumulando, él no era un ávido bebedor, pero esa noche quería hacer una excepción y beber cuanto pudiera, no conducía después de todo.

Ya pediría un taxi, y mañana era su día libre. Y eso fue lo que lo llevó a encontrarse en una situación donde estaba besando a un hombre que parecía cercano a su edad, con un porte elegante y buena apariencia, con desesperación, habían conversado un poco; pero ninguno de los dos controlo sus niveles de alcohol aparentemente.

Contrario a lo que se podría esperar de un Omega, que conservaba su castidad a toda costa, Suni había tenido algunas experiencias en la universidad, con Betas y algunos Omegas, principalmente basadas en la curiosidad. Siendo alguien poco cohibido con sus deseos y caprichos (aun sino gustara de expresarlos siempre, o que a la gente solo lo viera cómo un adicto a su trabajo), decidió dejarse llevar.

Quizá. Si había estado trabajando demasiado y reprimiendo sus necesidades pasionales y de ocio, porque no dudó en enredador sus dedos en los cuidados cabellos de aquel elegante Alfa que le abrazaba con sorprendente gentileza.

«Nada mal», pensó el Omega sintiéndose bastante motivado y entusiasta, cómo ebrio, lo besó con más intensidad.

Ninguno de los dos sabía de recato o precaución sobre  lo que estaba pasando; ebrios como se encontraban, se dejaron llevar por las sensaciones sin dar lugar a presentaciones.

El hombre pese a lo caótico de la situación, era gentil y habilidoso con sus atenciones. Manos amplias lo recorrieron, arrancándole gemidos cuando pasaban por puntos sensibles, para después prepararlo y acostumbrarlo a una próxima intrusión.

Si su acompañante esa noche era muy hábil o era muy cuidadoso, eso era algo que el Omega no sabía al sentir la intromisión del miembro del hombre con el mínimo dolor.

También había que considerar, que tanto alcohol habían consumido.

Volvieron a besarse, en besos profundos y húmedos, el otro comenzó un vaivén suave, con estocadas firmes que se adentraban precisas al punto indicado. Y el siempre apático Omega, gritó extasiado.

La noche paso con ambos hundidos en la pasión y calor del otro cuerpo.

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Impulsividad, errores de decisiones precipitadas, o pasar la noche con un extraño, no eran cosas normales en su comportamiento; mucho menos lo que su padre pensaría como diversión para su hijo.

Ni se diga de despertar solo en una habitación de hotel solo.

El Omega observó un poco su cuerpo, parecía ser que el hombre limpio un poco su lo que hicieron, y la habitación de hotel lucía de buen gusto al menos.

Sorprendentemente, no le importaba mucho el tema de su virginidad, no es que fuera a querer saber del hombre después, pero le hubiese gustado recordar un poco de su primera vez y no estar sufriendo una resaca.

No tenía mucho de qué preocuparse, tomando en cuenta su anatomía deficiente como Omega.

Y también ya era un adulto para estar haciendo drama de una situación así, no era un adolescente o un niño para preocuparse por la castidad. Pero aun así consideraba un poco de cortesía presentarse; aunque supuso que si el hombre se ganó su simpatía, debió ser un buen conversador o hablar con argumentos inteligentes.

En serio deseaba recordar la experiencia, al parecer no estuvo nada mal según lo relajado que su cuerpo estaba.

En cierta forma era algo afortunado, no le tocó un egoísta que solo se ocupará de su propia satisfacción; su cuerpo solo dolía ligeramente en la parte de su cadera, observó que su temperatura corporal estaba un poco caliente, intentando superar el aturdimiento del alcohol en su sistema, noto sin equivocarse que su celo había comenzado el día anterior.

Fantástico.

Estaría hipersensible por dos días, ni se diga los estragos que causaba en su estómago o los mareos. Por lo menos para él era como un resfriado estacional, y quizá eso ayudo a que si cuerpo no doliera después de aquella noche. Le irritaba el aroma ajeno en su piel, con la intensidad probablemente era el de un Alfa.

El timbre conocido de su teléfono lo saco de su leve ira, encontrando el aparato tirado junto a la cama vio que era su padre.

Respiró hondo pensando en que contestar para no preocupar, a su en extremo emocional y ansioso padre

—Hola —contestó notando un poco seca su garganta.

—Suni, ¿Estas bien?, como no llegaste la noche anterior...—La voz del Omega mayor temblaba preocupado.

—Sí, puedes estar tranquilo, pase la noche...con unos amigos—Se aclaró la garganta ante las últimas palabras.

—¿De veras?, ¡Es fantástico! —exclamó alegre—. Seguro pasaron la noche viendo películas y conversando hasta tarde, espero que durmieras algo cariño...—Río suavemente.

Su padre era a veces demasiado dulce e ingenuo, hasta él lo reconocía.

Ahora entendía porque su madre solía ser tan celosa y posesiva. No le extrañaría si su padre hubiese sido el objetivo de varios Alfas

—Sí, películas...—afirmó Suni en voz baja—. Hoy no trabajo, ¿te gustaría ir a algún lado?-Pregunto por la culpa que sentía de mentirle a su padre.

—No...—Hye guardo silencio al otro lado de la línea—. Mi celo es en tres días...sé que siempre tengo que depender de ti...—Su voz alegre se entristeció—. Siento tanto siempre molestarte... —Se escuchó suspirar al otro.

—No te preocupes, nunca me ha molestado Papá —negó amable—.Pediré una semana en el trabajo y compraré todo lo necesario-. El joven se despidió.

Para Suni era normal pedir días para estar en la casa y cuidar a su padre, quien por su tendencia a enfermarse, evitaba los supresores, dado que afectaban su sistema inmune.

Los días del celo de Hye, eran largos y dolorosos para ambos Omegas. Suni veía como su padre pedía en desesperación, con el nombre de su madre en sus labios.

Cada día agradecía la fuerza que su padre tuvo para rechazar a su madre por su bien.

Agitó la cabeza intentando aclarar su mente y fue a tomar una ducha larga, que con minucia realizó buscando quitar el aroma ajeno en su piel, que era tan imperceptible como el suyo, quizá ligeramente más notorio, pero para su olfato sensible, como el de su padre, era imperceptible.

Agradecía que el celo de su padre llegara pronto, eso lo mantendría ocupado haciendo su nido y, Suni no tendría que dar explicaciones.

El Omega decidió que nada de alcohol para él en un tiempo.

1
Xime
me esta gustando pero no te puedo dar una calificación porque voy a leer más y hay te digo y la calificación, y si me esta gustando la historia es buena
Random Soreto: Hola! muchas gracias por pasarte, espero entonces te agrade lo que encuentres:)
total 1 replies
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