Dicen que la historia la escriben los vencedores.
Que los héroes son solo villanos que supieron contar mejor su versión.
Yo no crecí con cuentos de hadas.
Crecí con sus sombras.
Mi nombre es Hope Michelson.
Soy la hija de una loba alfa y del híbrido más temido del mundo.
Llevo en la sangre la magia de los brujos, la furia de los licántropos y la sed eterna de los vampiros.
Mi linaje está marcado por la tragedia, la traición… y el poder.
Durante siglos, mi familia fue temida por todos.
Hasta que fueron malditos, encerrados en un sueño del que solo yo puedo liberarlos.
Pero para hacerlo, debo encontrar al Doppelgänger.
Y tomar su sangre.
Esta es mi historia.
La historia de una heredera sin reino,
de una hija sin padre,
de una bestia con corazón humano.
Mi historia… y la de un linaje maldito.
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capítulo 4
El aire estaba impregnado de tensión y adrenalina mientras corríamos por las calles desiertas. Las sombras se alargaban a nuestro alrededor, y el eco de la batalla en el bar se desvanecía lentamente, pero sabía que no estábamos a salvo. La comunidad mágica no se detendría hasta encontrar al Doppelgänger, y ahora que me había involucrado, yo también estaba en su punto de mira.
—¿A dónde vamos? —preguntó el Doppelgänger, con la respiración agitada mientras trataba de mantener el ritmo.
—A un lugar seguro, donde podamos hablar sin ser interrumpidos —respondí, guiándolo hacia un callejón oscuro que conocía bien. Era un refugio que mi familia había utilizado en el pasado, un escondite que había permanecido oculto a los ojos de quienes alguna vez nos persiguieron.
Al llegar, me aseguré de que no hubiera nadie alrededor antes de girarme hacia él. Su expresión era una mezcla de confusión y curiosidad; podía ver que aún intentaba procesar todo lo ocurrido en tan poco tiempo.
—Ahora cuéntame —dijo, su voz más firme esta vez—. ¿Por qué todo el mundo está detrás de mí? ¿Qué es lo que realmente está en juego?
Tomé aire profundamente, sintiendo el peso de la verdad que estaba a punto de compartir.
—La maldición del sol y la luna —comencé—. Hace siglos, dos especies —los vampiros y los hombres lobo— fueron condenadas por las brujas a vivir atrapadas en sus propias maldiciones. La única forma de romperlas es encontrando la piedra de luna... y a un Doppelgänger. Alguien como tú. Tu sangre es la clave.
—¿Y qué pasará si me encuentran? —preguntó, su mirada se oscureció de preocupación.
—Veo que no te sorprende saber que el mundo sobrenatural existe... Bien, eso no importa ahora.
Lo que importa es que, si te encuentran antes de que podamos romper la maldición, ambos bandos lucharán por tu sangre. Los vampiros quieren usarla para liberarse del sol, y los hombres lobo para romper su vínculo con la luna. Pero si esa guerra se desata… nadie saldrá ganando.
El Doppelgänger permaneció en silencio, asimilando la información. Podía ver en sus ojos que la realidad lo golpeaba de frente.
—¿Y tú? ¿Por qué te arriesgas por mí? —preguntó, con la voz ahora más suave.
—Porque mi vida también está en peligro.
Mira, es largo de explicar... pero debemos permanecer juntos hasta que el próximo cometa Halley pase.
—¿Y eso por qué? ¿Qué tiene que ver ese cometa conmigo?
—¿Acaso no lo sabes? Tú eres el Doble Sombra. Un Doppelgänger. Toda la comunidad sobrenatural te busca porque eres algo así como el ingrediente secreto en los hechizos más poderosos. Y, en este caso, para romperlos...
—Mira... no sé cuáles sean tus verdaderas intenciones —dijo, retrocediendo apenas—, pero he sobrevivido solo durante mucho tiempo. Puedo seguir haciéndolo.
—Créeme, eso fue antes de que los vampiros y los hombres lobo descubrieran que con tu sangre pueden romper sus maldiciones.
Ahora que saben que su sufrimiento puede terminar con el sacrificio de una sola persona… ¿qué te hace pensar que se detendrán?
Vi cómo su mirada se oscurecía otra vez, atrapada entre la duda y la incertidumbre. Entonces añadí:
—Como te dije antes, puedo ayudarte... pero, llegado el momento, deberás hacer algo por mí.
—Ya decía yo que tu amabilidad no era gratuita…
—Nada lo es en este mundo.
Y lo único que quiero... es que me ayudes a romper el hechizo que mantiene atrapada a mi familia.