Kari Hunt.
Recuperar el poder que alguna vez tuvo su familia que cayo en desgracia, pero cuando se dio cuenta, ya estaba envuelta entre tres príncipes.
NovelToon tiene autorización de Alemoka para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Tres opciones
El príncipe Dusk retrocedió dándome espacio.
"Kari, tu me gustas".
El dijo de repente.
Abri los ojos de sorpresa.
"No es el único".
El principe Ozul dijo con su tranquilidad.
"Kari".
"No queremos abrumarte".
"Pero, queremos alcanzarte".
Abrí los ojos de sorpresa.
"¿Que?".
Me quede sin palabras.
"Por eso no dije nada cuando me dijiste de Ozul".
El príncipe Draven dijo.
"Kari".
"A los tres nos gustas".
"Nos gustas mucho".
Me estremecí.
"¿Es una broma?".
Pregunte aturdida.
Me sacudí por el impacto inicial.
"¿Estan jugando conmigo?".
Pregunte sin pensar.
Los príncipes me miraron con sorpresa en sus ojos.
"No".
"Kari, bueno".
"Si lo pensamos bien, ¿No tiene razón en creer en eso?".
El príncipe Ozul pregunto con cuidado.
"Si, pero ¿Que mas podemos hacer?".
Los mire confundida.
De todo lo que esperaba no espere esto.
¿Los tres?.
Suena una mala pasada.
Por donde quiera que lo vea.
El príncipe Dusk me miro con ojos preocupantes.
"Kari".
Entonces se quedo pensando.
"Te daremos tres opciones".
El príncipe Draven de repente.
Miro a sus hermanos como pidiendo apoyo.
"La primera es, podemos ir despacio, nos hacemos novios, hacemos que Hunt regrese a su antigua gloria, después nos comprometemos, nos casaremos, tendremos nuestros niños y viviremos tranquilamente toda la eternidad".
¿Eh?.
"La segunda".
El príncipe Draven dirigió a su hermano Ozul, pero no supo que decir cuando su hermano ya había dicho todo.
"No hay segunda".
¿?.
El príncipe Dusk dio un paso frente a mi.
"La tercera es fácil, Kari".
"La tercera es que si pones resistencia, nos saltamos a donde nos casamos por orden imperial y de ahi haremos que aceptes la primera por voluntad propia".
Lo mire boquiabierta.
El príncipe Ozul se acerco.
Tomo mis manos.
"Si tienes preguntas hazlas".
"Pero hay algo que no podemos evitar y es estar a tu alrededor".
"Kari".
Me sacudí de nuevo.
"Pero".
¿No son hermanos?.
Tambien ellos son los príncipes.
"Lo hablamos".
El príncipe Dusk dijo.
"Somos tres".
"¿Nos peleamos para que solo te quedes con uno?".
"Una guerra de sucesion donde el vencedor se queda con el imperio y con la chica".
Lo mire de forma incrédula.
"¿Quieres que lo hagamos?".
Abrí los ojos de la sorpresa ante su pregunta.
"No, ¿Verdad?".
El príncipe Draven comento.
"Por eso debes de ser justa con los tres".
El príncipe Dusk volvio a decir.
Realmente me habían dejado sin palabras.
El príncipe Dusk termino apagando la tetera mágica.
Los tres hermanos se miraron diciéndose, ¿Que hacemos ahora?.
Suspire.
"Yo... Yo no se responder".
Dije murmurando.
"No tienes que decir nada".
"Al menos ya eres consciente de nosotros".
El príncipe Draven dijo, se acerco un poco.
"Kari".
"¿Dejaras que nosotros seamos los que guiamos?".
Esas palabras me hicieron estremecer.
"No te dejaremos de querer aun si eso quieres".
"Hasta mañana".
El príncipe Draven dijo con una sonrisa calida.
"Te dejaremos descansar por hoy".
Se acercó para darme un pequeño beso en la mejilla.
El principe Ozul susurro tomando mi mano y besándola.
El príncipe Dusk tambien se despidio.
"Nos vemos, Kari".
No dudo en acercarse completamente.
Alcé mi vista solo para que sus labios chocarán con los míos.
"Por fin estamos a mano".
Él dijo con una sonrisa brillante y queriendo volver a llegar, pero se contuvo.
"Te quiero".
Lo mire más sorprendida.
Sus ojos medias lunas tenían un brillo travieso y con eso el también salió.
Cuando se fueron termine cayendo de rodillas respirando rápido.
¿Que acaba de pasar?.
Me quede en un limbo.
Solo suspire agotada.
¡¿Como rayos voy a tener a tres hombres?!.
Y no solo eso son los príncipes de este imperio.
¿Que hay del futuro?.
¿Que se supone que haga si no me dejan salida?.
Lo peor es que hay una parte de mi que dice, hazlo, solo hazlo.
"Haa, maldición".
Suspire con pesadez.
La puerta se escucho abrirse.
"¿Kari?".
La voz de mi padre se escucho.
Me miro acostada en medio del piso.
"¿Paso algo?".
Pregunto.
"Creo... Creo que me metí en la cueva de tres panteras demonios".
Dije casi sollozando.
Mi padre se acerco.
"¿Estarás bien?".
Pregunto con curiosidad.
"No lo se".
"¿Quieres que hable con el emperador?".
Me quede quieta por un momento.
"¿Escuchaste todo?".
El asintió.
"Creo que se fueron cuando sintieron mi presencia".
"Logre escuchar algo".
"Haa".
Suspire.
"Dejalo asi".
"Esto fue planeado desde el principio".
Dije, desde el contrato que había firmado.
Mi padre me miro con compasión, sabía que había sido acorralada.
"¿Que hago?".
Negué con la cabeza.
"Nada, por ahora nada".
Al final asintió.
"Mi pequeña niña".
Mi padre suspiro y tambien se tiro en el piso a mi lado.
Ahí estuvimos en lo que me calmaba.
Cuando regresamos a casa, Grace me volvio a dar la correspondencia.
En primera fila el príncipe Draven había enviado la carta de cita formal.
Termine riendo al verla.
Una risa algo maniaca.
Grace me miro confundida.
"Grace, ayudame".
Dije, Grace me miro confundida.
"¿Que pasa señorita?".
Me acerque a ella para que me ayudara.
...----------------...
Dos días después.
Mire el congelador viendo que realmente había funcionado.
La carne, las flores, incluso los jugos.
Tome un jugo que se había congelado y busque un tenedor.
Por alguna razón pensé en comerlo asi.
"Esto es rico".
Disfrute el jugo de esta forma.
En estos dos días, los príncipes no se habían presentado.
Creo que me habían dado espacio.
Mire por la ventana mirando las calles y la gente que caminaba.
'Tengo trabajo'.
Las construcciones de la sede en el condado ya estaban en proceso.
'Tengo que ir'.
Tenia que ir a supervisar.
Tambien la compra del edificio para la proxima tienda en el marquesado de Poe.
Me levante para seguir trabajando como siempre.
Es todo lo que puedo hacer por el momento.
No podía dejar de sentirme extraña por todo.
...----------------...
Dos días después.
Grace me levanto temprano.
"Recuerde mi señorita".
"Es necesario que usted tenga el control".
"No olvide que un hombre llega hasta donde la mujer quiere".
Asentí con la cabeza mientras me colocaba mi vestido y me puse la pulsera que me había regalado el príncipe Draven.
"Hija".
"Ha llegado su alteza Draven".
Mi padre dijo con una mueca incómoda.
"¿Qué es lo que pasa?".
Pregunte.
"Bueno, trajo un carruaje lleno de regalos".
Comento.
"Está abajo esperándote".
Asentí con la cabeza y vi que Grace había terminado de arreglar mi cabello.
"Suerte mi señorita".
Asentí con la cabeza y salí de mi habitación.
El príncipe estaba bien vestido y su cabello hacia atrás.
No pude evitar decir que se veía realmente bien.
deben de contarle, porque ella fue feliz pero ellos siempre la esperaron, y es justo que a pesar de todo logré ser felices con ellos también
y que bueno, ella lo prometió también