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Editando Mi Propia Historia.

Editando Mi Propia Historia.

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Aventura de una noche / Reencuentro / Dejar escapar al amor / Amor-odio
Popularitas:5.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Loloy

Abigaíl, una mujer de treinta años, quien es una escritora de novelas de amor, se encuentra en una encrucijada cuando su historia, la cual la lanzó al estrellato, al sacar su último volumen se queda en blanco. Un repentino bloqueo literario la lleva a buscar a su hombre misterioso e intentar escribir el final de su maravillosa historia.

NovelToon tiene autorización de Loloy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capítulo 24

Tras aquella tensa reunión, la vida entre Erick y Abigaíl continuó de manera serena.

Él le había asegurado que no se preocupara por su padre, convencido de que tarde o temprano Richard tendría que aceptar lo que era innegable: sus sentimientos hacia ella.

Sin embargo, en el corazón de Abigaíl permanecía una inquietud.

No deseaba ser la causa de una nueva grieta entre padre e hijo. Ya bastante carga pesaba sobre aquella complicada relación.

***

Era una mañana como cualquier otra en Black Enterprises.

La tensión se sentía en el aire tras una reunión de altos mandos.

Richard Black, aunque ya no lideraba la empresa, había asistido como invitado especial.

En medio de una acalorada discusión, su rostro palideció.

Una opresión en el pecho lo obligó a apoyarse en la mesa, jadeando, mientras sus labios apenas lograban articular palabra.

—¡Papá! —gritó Erick, corriendo hacia él.

La escena fue un caos de voces, teléfonos y órdenes apresuradas.

Una ambulancia fue llamada de inmediato.

En medio de la confusión, Abigaíl mantuvo la calma, acompañando a Erick en el vehículo mientras él sujetaba con desesperación la mano de su padre.

***

En el hospital, tras largas horas de angustia, el diagnóstico llegó:

**una descompensación provocada por el estrés y una mala alimentación.**

No era grave, pero requería reposo absoluto.

Abigaíl no se movió de la sala de espera en toda la noche, acompañando a Erick sin importar las miradas curiosas o las habladurías.

Para ella, no existía otro lugar en el mundo en ese momento.

***

Con los días, algo cambió.

Mientras Erick debía atender la empresa, Abigaíl tomó la iniciativa de visitar diariamente a Richard.

Le llevaba canastas de frutas frescas, comidas saludables y, algunas veces, le leía fragmentos del periódico, intentando hacerlo sonreír aunque fuera un poco.

—No quiero que piense que está solo en esto —le decía con ternura mientras acomodaba sus almohadas.

Al principio, Richard fue hosco, seco, reacio.

Pero con el tiempo, la amabilidad persistente de Abigaíl fue derribando sus murallas.

Veía en ella destellos de Isabela.

**La misma dulzura. La misma fuerza callada.**

***

Cuando finalmente fue dado de alta, fue Abigaíl quien organizó su regreso a la mansión Black.

Supervisó cada detalle, desde la habitación de la planta baja hasta los medicamentos que debía tomar.

Durante el viaje de regreso, Richard, en silencio, observó la dinámica entre su hijo y aquella joven.

La forma en que ella reía, cómo tomaba con naturalidad la mano de Erick, la complicidad silenciosa que compartían.

**Y por primera vez en años, el frío de su hogar pareció disiparse.**

***

Aquella noche, la mansión estaba en calma.

Richard se encontraba en su estudio, frente a la vieja chimenea que tanto había amado su difunta esposa.

El crepitar de la leña era el único sonido cuando Erick apareció en el umbral.

—¿Interrumpo? —preguntó con voz queda.

Richard negó, indicándole que se acercara.

Padre e hijo compartieron un silencio cómodo, hasta que Richard rompió la barrera:

—Esa chica... —murmuró— Abigaíl.

Erick alzó la vista, atento.

—Tiene la luz que pensé perdida con tu madre —continuó, su voz quebrándose apenas—. La misma terquedad. La misma ternura.

Erick sintió su pecho apretarse.

Sacó una pequeña caja de terciopelo azul de su chaqueta y la abrió, mostrando un anillo de oro blanco con un zafiro en el centro.

El anillo que Isabela había guardado... para un amor verdadero.

—Creo que llegó el momento de darle esta sortija —dijo Erick con la voz cargada de emoción—.

Ya no me quedan dudas de que ella es la mujer con la que quiero compartir el resto de mi vida.

Richard miró el anillo, luego a su hijo, luego a las llamas.

No dijo una palabra.

Solo asintió, con un gesto lento y solemne.

**Y en ese gesto, Erick encontró la bendición que había anhelado durante toda su vida.**

1
ocalani
simplemente fantástica y que decir de la narrativa super felicidades.
ocalani
espero no terminen cuando ella le diga que es escritora y precisamente ha escrito sobre el y si relación.
ocalani
sublime no hay más ni mejor palabra para describirlo
Analy Cazar
excelente nocela
PJLF10012003
Excelente historia, muy bien redactada y con muchos párrafos llenos de alegría /Ok//Heart//Rose/
PJLF10012003
Una de las mejores historias que he leído en la app, tienes mi voto de confianza para las demás que vengan 🤗💋
Isley García
Muy linda tu historia.!!
Ximena Gonzalez
Hermosa tu historia Amiga me encantó
ocalani
super emocionante te felicito escritora
ocalani
super me encanta la narrativa
ocalani
esta interesante esperemos a ver que pasa 😉
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