Alejandra ha sufrido mucho y el dolor más grande es haber perdido a su único hijo y con el la posibilidad de volver a quedar embarazada tras tener una vida desafortunada al lado de su esposo Antuan, ¿La vida se encargará de poner todo en su lugar?.... eso lo veremos, acompáñame a ver cómo se desarrolla la historia.
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CAPITULO VEINTICUATRO
Fueron quince días, la asesora de la agencia dónde compramos el paquete turístico me explicó que el parque era demasiado grande y que para poder disfrutar bien y en tranquilidad lo mejor era
estar mínimo quince días en este mágico sitio y al ver todo lo que tiene, veo que es razonable lo que me aconsejo.
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Los quince días pasaron muy rápido, hoy sería nuestra última noche antes de regresar a la cabaña, los niños decidieron que querían comer en la habitación, estaban tan exhaustos que no querían dar un paso más, así que Fernando y yo
decidimos salir a comprarles su comida, lo que ofrecía el hotel era muy saludable y ellos querían comida chatarra y decidimos complacerlos.
Bajamos y salimos del hotel y nos dirigimos a un mall de comidas que había cerca, allí pedimos dos cajas medianas de pizza, tres bandejas de alitas en salsa de mango con papas y tres limonadas cerezadas, después de comprar regresamos al hotel, los niños estaban emocionados.
- Gracias, moríamos de hambre - dijo Duvan al tomar las cajas de pizza.
Les entregamos las bandejas de alas a cada uno y su bebida, ellos las tomaron y mientras reproducían una película comenzaron a devorar todo.
- creo que no va a quedar para nosotros - le dije a Fernando en voz baja.
- que bueno - respondió.
-¿por qué dices eso?- le pregunté.
- porque te quiero invitar a cenar y a tomar
algo-
En ese momento los niños quedaron en silencio y al voltear a verlos estaban con
una sonrisa pícara en su rostro, ahí me di cuenta que todo era un plan de estos
cuatro rufianes.
Me reí por un instante al verlos actuar así.
-¿y los niños?- dije
- no se preocupen por nosotros, yo los cuidare, vayan y disfruten, si pasa algo los
llamo y prometemos no abrirle la puerta a nadie- intervino David.
- está bien, está bien, acepto, pero me tengo que ir a cambiar, esto no es apropiado para aceptar tu invitación (tenía puesta una sudadera y un saco)....¿debe ser algo formal o casual?- pregunté.
- es mejor Casual, ve tranquila a cambiarte que yo aquí te espero- respondió Fernando.
Yo fui a mi habitación a cambiarme, después de estar lista regresé a la sala de la suit.
Él también se había puesto algo diferente.
Después de asegurarnos que los niños estuvieran bien nos fuimos a un restaurante que había cerca, allí cenamos delicioso y luego fuimos al club 3NINE, el ambiente era genial, las luces hacían de
ese momento algo diferente, me sentía relajada y llena de vida.
Me acerqué a Fernando y le hablé al oído.
-Gracias por tu invitación, hay muy buen ambiente-
- estoy saliendo de mi zona de confort, pero me agrada que sea contigo - me lo dijo mientras tenía sus ojos en dirección a mis labios.
-eeee bue- bueno, ¿vamos a buscar una mesa?-dije nerviosa.
- hice una reserva así que ya vendrá alguien a mostrarnos la ubicación -
En ese momento llegó un chico alto y delgado, el reviso la reserva y nos ubico en una de las mesas con mayor privacidad pero aún así nos ofrecía una excelente vista del lugar.
Nos entregaron la carta, yo pedí un mojito mientras Fernando se fue por algo clásico, un whisky.
- Alejandra..... Te voy a ser sincero- dijo mientras mi corazón comenzaba a latir como loco- te hice está invitación por qué quería hablar contigo, no hemos tenido el tiempo ni el espacio para tener una conversación privada...... Verás, tu me gustas, y esto no es nuevo para ninguno de los dos, ya hemos tenido un acercamiento, y por todo lo que sucedió tuvimos que ponerlo en pausa y ni siquiera lo hablamos simplemente sucedió así, pero yo quiero retomarlo, quiero poder conocerte de una manera diferente y que tú te des la oportunidad de rehacer tu vida…-
-yo....-intenté hablar, pero Fernando me interrumpió.
- se lo que vas a decir, que legalmente aún estás casada, pero ambos sabemos que eso va a llegar a su fin tarde o temprano y yo no te estoy pidiendo que te cases conmigo ya-
- te entiendo....... Y está bien, si quiero, quiero conocerte, pero no quería que estuvieras incómodo por mi "estatus" de casada, no quería pasar por encima de tus principios y que nos viéramos como unos descarados ante la sociedad-
- que te importe poco lo que digan los
demás- Sin terminar de decir esa frase se acercó a mi puso su mano en mi cuello y se adueñó
de mis labios, ahí confirme que extrañaba y
añoraba un beso suyo.
Nuestros labios eran como imanes atraídos por el deseo de no querer separarse, simplemente lo dejamos fluir hasta que la falta de aire se hizo presente y tuvimos que parar.
Fernando apoyó su frente sobre la mía, su mano aún seguía en mi cuello, mientras yo tenía apoyadas ambas manos sobre sus muslos, él acomodó su silla un poco más cerca a la mía y seguimos disfrutando de nuestras bebidas.
Fernando era selectivo a la hora de bailar, supe que odia el reggaetón y no lo juzgo, las canciones de ahora no son lo mismo de antes, pero ama la salsa y soporta las baladas, así que bailamos a su gusto, sé que no es de su agrado venir a lugares así, dónde la tranquilidad y el silencio no hacen parte, yo tampoco estoy acostumbrada, pero no me molesta el ambiente que me ofrecen los lugares, podría estar aquí en medio del escándalo, como también podría estar en medio del bosque en una cabaña apartada frente a la chimenea con una copa de vino y una excelente compañía y sería magnífico.
-¿quieres beber algo más?- me preguntó Fernando.
- No, creo que ya tuve suficiente, ya no me cabe un cóctel más, gracias -
- jajajaja, te vi tan emocionada degustando cócteles, pensé que querías más -
- es que están deliciosos, además estoy contigo, nada malo me puede pasar, confío
en ti -
- solo por eso te has ganado otro beso, eres más tierna cuando tienes tus tragos encima - me agarró de la cintura y me pegó a su cuerpo.
-¿me veo tan necesitada de un beso tuyo?- le dije tratando de empujarlo pero fallando en el intento.