La Venganza De La Ex Esposa.

El director intento reprimir la noticia del ataque de Emily lo mejor que podía, pero con la prensa presente en el lugar fue casi imposible, horas después ya muchos hablaban del brutal ataque que sufrió una doctora en el estacionamiento, un supuesto robo mal librado la había llevado al quirófano apenas con vida.

Sin Milo presente el único que está capacitado para tal tarea era el director quien no dudo en entrar a salvar a su vieja alumna.

- Esto es muy grave, quien puede ser capaz de hacer algo tan terrible.

- Por las heridas todo indica que puede ser alguien que la conoce, digo un ladrón porque se empeñaría en hacer algo tan horrible, todos sus golpes se concentran en el vientre y en su cabeza.

- Como si quisieran lastimar al bebé.

- ¿Usted lo sabía director? Sabía que la doctora estaba esperando.

- Lo sabía, ella me lo confesó. Estaba tan feliz y radiante con la noticia que no creo poder decirle la verdad.

- Gracias al cielo pudimos salvarla, ahora es cuestión de tiempo a que vuelva en sí.

Todos estaban ocupados, tanto así que nadie notaba a ese pequeño niño que lloraba en un rincón. Poco después siente los brazos de alguien. - Saúl gracias al cielo estás bien.

- Papá...

- Está bien campeón, ya estoy aquí todo estará bien. Vamos a casa sí.

- Papá tengo miedo.

- Lo sé este lugar es un desastre, incluso hay policías afueras. No puedo creer que tu madre te olvidara aquí.

- Papá ya no quiero a mamá, dile que se vaya.

- ¿Saúl?

Quiero pregúntale qué paso, pero él está tan alterado que no logró que deje de llorar. Que fue lo que paso aquí el día de hoy.

Mientras salimos vemos a un grupo de doctores llegar corriendo, desesperados. No creo que estemos bajo un atentado, todos se compartan tan extraños.

- DONDE ESTÁ EMILY..

- En el quirófano doctor Milo.

Emily... Eso sería imposible, que posibilidades hay de que sea mi Emily y que este justo aquí ahora mismo. No, esto es porque la extraño demasiado, ella no puede estar trabajando en el mejor hospital del país, no es tan buena como para lograrlo.

Al llegar al hotel Sabrina ya tenía todas las maletas preparadas y Saúl al verla se esconde en mi cuello y comienza a llorar desesperado nuevamente. Tal parece que lo afecto mucho que su madre lo olvidara en ese lugar.

- Que haces.

- Nos vamos ya mismo de aquí.

- De que hablas Sabrina esta fue tu idea.

- Ya me arrepentí, hay otro hospital a 4 horas de distancia lo vamos a llevar a ese, después de todo este no es tan bueno como dicen.

- Me quieres decir que está pasando, como fue que olvidaste a Saúl y porque regresaste tan alterada.

- Puedes dejar de hacer preguntas por una put* vez, ya te dije que nos vamos al otro hospital.

- Yo no me voy hasta escuchar que está pasando, mira el estado en que está el niño por tu descuido.

- Está bien te lo voy a decir, paso algo terrible en el hospital, algún loco atacó brutalmente a una mujer y con todos los gritos, las personas, la sangre y la policía perdí el sentido común. Me asuste y Saúl estaba en los juegos, lo olvide.

- ¿Así de simple lo olvidaste? Que pasaba si él era víctima también de ese loco, si las personas lo lastimaban o se asustaba y corría a la calle.

- Perdón.

- Eres la peor madre del mundo.

- Dame al niño, si no quieres ir con nosotros entonces lo voy a llevar yo sola.

- Nunca te voy a volver a dejar acércate a él.

- ¡DAME A MI HIJO!

Ella se lanza sobre mí e intenta arrancarme al niño de las manos, Saúl grita asustado así que la empujo lejos y salgo con él en brazos, no sé que le está pasando, pero esta mujer no es la que yo conozco y comienzo a entender que puede ser una amenaza para mi hijo.

Al día siguiente Emily comienza a recuperar el conocimiento aunque se encuentra muy confundida. Sami sostiene con fuerza su mano.

- Donde estoy.

- Emily gracias al cielo abres tus ojos.

- Que hago aquí, porque tengo esto en mi brazo.

- Nena no te muevas, apenas y estás abriendo los ojos.

- Que me paso Sami. No logró recordar nada.

- Ahora intenta descansar. ¿Quieres un poco de agua?

Me doy la vuelta un momento para buscar el vaso cuando siento el desgarrador grito de mi amiga.

- Mi bebé... Que paso con mi bebé.

- Emily tranquila.

- Sami porque me siento así, porque no puedo acariciar mi vientre abultado.

- Nena...

Milo entra y la sujeta mientras me ordena suministrarle un sedante. Esto la puede matar, la noticia de haber perdido a su hija la va a matar.

- Sami donde está mi bebé.

- Nena tienes que tranquilizarte, este muy débil has perdido mucha sangre.

Emily comienza a llorar desconsolada al entender las palabras su amiga. Se abraza fuerte a ella mientras sus gritos de dolor logran escucharse en los pasillos cercanos.

- Llora nena, llora y sácalo todo afuera, yo estoy aquí contigo.

Milo se queda observando todo desde la puerta sintiendo un gran pesar en su pecho al verla en ese estado.

- Ya se lo dijeron por lo que veo.

- Director.

- Escuche que volviste de inmediato cuando la noticia se esparcio.

- Ella es una compañera, una aliada, no me imaginé que fiera tan grave. ¿Sabe lo que pasó?

- No, la policía todavía está investigando y ahora que ella volvió en sí la van a interrogar.

No pensé que llegará el día en que viera a esta arrogante mujer así de mal, no importaba cuanto la molestará ella siempre sonreía incluso esa noche en la que contó su historia lo hizo un una débil sonrisa en sus labios.. Pero ahora, ahora ella se ve tan..

- ¿Milo?

- Voy a ver a los pacientes.

- Emily querida mía lo lamentó tanto.

- ¿Qué me paso?

- Recibiste un fuerte impacto en la cabeza y luego..

- Luego fui golpeada brutalmente hasta perder a mi bebé.

- ¿Puedes recordar quien fue? La policía está esperando para verte y así atrapar al culpable.

- Estoy muy confundida, podemos dejarlo para mañana por favor.

- Ahora mismo les informó tu desicion, descansa.

Acabo de entender algo, no importa lo que yo haga esas personas no me van a dejar en paz. Con que necesidad tenía que llegar tan lejos cuando yo me aparte en silencio y le deje robarme todo, porque incluso se tenía que llevar a mi bebé para estar feliz.

Esta vez no los voy a perdonar, está vez les voy a cobrar cada lágrima, cada dolor insoportable, cada grito desgarrador que nació de lo más profundo de mi alma. Mi hija no será olvidada.