Isabella ha reencarnado en Vittoria la extra que al final de la historia se casa con el segundo protagonista, el príncipe heredero, pero ella sufre las constantes burlas de las otras damas de sociedad porque su esposo el príncipe, no le presta atención, ya que se dice que sigue enamorado de Lía, la protagonista ¿será verdad esto? ¿que pasará ahora que Isabella es Vittoria?
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capítulo 24- la solución...
Leonel acudió al templo, ahí un sacerdote que proviene de otro país había llegado y cuando supo que alguien usaba una magia de control, dijo que sabe un poco sobre ese tema, cuando Leonel llego al templo se reúne con el sacerdote y este le comenta que ese tipo de magia es algo que suelen hacer los demonios sucubo, aunque ellas lo hacen por medio del placer, si un humano hace un ritual con una de ellas, bebiendo su sangre, tendrá el poder de controlar a quien desee con solo tocarlo, aunque claro, no es fácil, pues debe de permanecer en constante contacto con esa persona o el control se desvanece.
— ¿eso significa que solo debo alejar a mi madre para que el control se vaya?—
— así es, pero es un proceso lento y la persona controlada sentirá necesidad de buscar a su controlador.—
— comprendo, me gustaría traer a mi madre a este templo, espero pueda ser recibida.—
— por supuesto, nuestros sanadores estarán al pendiente de la emperatriz, alteza.—
Leonel agradece por la ayuda del sacerdote, no imaginó que la solución fuese tan fácil, ahora solo esperará a que Aida este fuera del palacio para llevarse a la emperatriz y por supuesto, sin la protección de la emperatriz, Aida podrá ser echada del palacio; Leonel sonríe, después de todo, una dama andando sola, puede sufrir un accidente inesperado y cuando su madre recuperé la cordura, solo sabrá que su protegida sufrió un desafortunado accidente.
Mientras tanto en el palacio, la emperatriz ha mandado llamar a Vittoria, por supuesto que Aida estaba presente.
— he decidido que el matrimonio con mi hijo debe darse por finalizado, usted no es lo suficientemente capaz para llevar a cabo el cargo de próxima emperatriz.—
— comprendo, entonces hágale saber al príncipe sobre dicha ruptura.— menciona Vittoria de manera tranquila.
— se lo haré saber cuando regrese, por lo pronto debes marcharte del palacio, haré que te lleven a casa tu familia.—
— me disculpo majestad, pero me temo que mientras el príncipe no este informado no me puedo marchar.—
— no has escuchado, márchate ahora mismo, ten algo de dignidad.— menciona Aida.
—¿sabes lo que es la dignidad? Me sorprende porque careces de ella.— sonríe con burla la pelilila.
— no le permito que le hable así, lady Aida es la futura princesa heredera.— reclama la emperatriz.
— me alegra que lady Aida siga teniendo esa inocencia de soñar con imposibles.—
Aida ya molesta hace pasar a un grupo de hombres que al parecer son mercenarios.
— es ella, no dejen rastro alguno y pueden hacer con ella lo que quieran.— sonríe Aida burla.
Vittoria se pone de pie al ver a los hombres acercarse, pero no opone resistencia y les sigue, procuran guiarla por un sitió poco concurrido para que nadie sospeche, por supuesto al llegar a un carruaje que parece solo una carreta de carga, Vittoria se detiene, puede notar que los hombres murmuran entre si, poniéndose de acuerdo quien la tomara primero.
— no pueden pensar con la cabeza, patéticos.— menciona.
Los hombres al escucharla se enojan asegurandole que lamentará lo que ha dicho.
— ¿acaso creen que en una situación así, una chica los seguiría así sin más?—
Sin que esos hombres tuvieran tiempo de responder, ven como Vittoria saca un pequeño papel con un símbolo dibujado en este, los hombres se asombran por dicho círculo, siendo mercenarios conocen muchas cosas y entre sus conocimientos esta reconocer esa clase de dibujos, son los que suelen usar quienes se involucran con las magia oscura, estos deciden correr, pero Vittoria recita un conjuro y el dibujo brilla formándose ante ella y dispara emergía en forma de fuego que ataca a todos esos hombres, quemándose en un instante, ante esto Vittoria sonríe, no creyó que tuviese la oportunidad de probar dicho sello. Ya que lo había encontrado días atrás en los libros de magia.
— princesa, aquí esta, creí que la emperatriz la llamo.— Sofia llega y observa pequeñas manchas por el suelo.
— hable con ella, pero no fue nada importante. Solo no digas a nadie que sigo en mi palacio.—
Sofia no entiende el porque, pero obedecerá. En el palacio de la emperatriz Aida estaba feliz, para cuando Leonel regrese, su esposa estará ya muerta o cualquiera de los casos, si encuentra viva, ya habrá sido mancillada por esos hombres. Aida ríe del solo pensar que la chica pedía ayuda y nadie iría por ella, pero por el momento, es mejor ponerse a pensar como será su próxima boda.
Al día siguiente una doncella le avisa a Aida que el príncipe ha regresado, así que sale rápidamente, debe ver el espectáculo, porque seguro va de inmediato al palacio de la princesa y ella no estará, la buscará y se dará cuenta que ha desaparecido, pero al acercarse de manera cuidadosa puede ver que de la puerta principal sale Vittoria a recibir a Leonel, algo que no puede creer que es imposible, si esos hombres se la llevaron ayer, pero no importa, la emperatriz esta de su lado y lo que sea que diga Vittoria, la emperatriz lo negará; los ve entrar así sin más, por lo que debe irse, debe encontrar otra manera de deshacerse de Vittoria, si tan solo pudiera controlar a Leonel, será más fácil.
— así que es más sencillo de lo que parece, entonces es mejor que saques a tu madre lo más pronto posible.—
— lo haré, no puedo creer que esa maldita me esta causando problemas, debí matarla antes.— chasquea la lengua.
Tuvo tantas oportunidades en su infancia, al menos si le hubieran creído que fue un accidente si la mocosa caía por un acantilado, pero era buen hijo y obedecía a su madre. Vittoria se pone de píe y se acerca colocando su mano en el mentón del rubio para que levante la vista.
— hagamos que sufra y que suplique por su miserable vida.— Vittoria muestra una sonrisa.
— me gusta la idea...—
Leonel abraza a Vittoria por la cintura, hundiendo su rostro en el pecho de la chica; le encanta que Vittoria sea así, llena de malicia, aunque ha sido un cambio muy extraño, no le molesta en lo absoluto. Leonel estuvo esperando la oportunidad de llevarse a la emperatriz fuera del palacio, claro que antes se lo hizo saber a su padre, aunque pasaron algunos días hasta que finalmente Aida salió del palacio, había sido llamada a casa de su padre pues tenía una fiesta con sus socios y su hija tenía que ayudarlo a cerrar algunos tratos. Leonel fue por la emperatriz, a quien le dijo que irían a dar un paseo, pues su padre los espera en la casa de campo, la emperatriz no tuvo queja alguna, así que la subió al carruaje y se marchó Leonel con ella, acompañado solo de sus caballeros de confianza, Vittoria por su parte seguía dedicándose a practicar su magia, sentía la energía fluir por su cuerpo, pese a que lleva un tiempo haciendo magia, sigue siendo sorprendente para ella, pues jamás imaginó poder hacer algo así.
Después de las practicar comenzó a investigar en los libros sobre los demonios, ya que Leonel le comentó como Aida había obtenido su poder, algo que le pareció muy curioso, puesto que en su mundo también se sabía de las sucubos pero era simplemente leyendas, tal como los dioses egipcios o las hadas y dragones.
— se dice que en el continente de los demonios, las hadas también existen.— menciona Sofia.
— si sin hadas ¿por qué están en el continente de los demonios? Según las hadas son seres lindos y de magia pura.—
— lo son, pero por el simple hecho de ser lo que son, los humanos suelen crueles. En las épocas de las guerras antes de surgimiento del continente, se dice que los nobles tenían a las hadas como esclavas al ser hermosas.—
— el humano destruye todo...no es extraño...— en su mundo es igual...
Ya no eres mi mami ☝️