La Tercera Es La Vencida

Durante mi proceso Julián ha estado siempre conmigo, hoy vamos a salir por fin, se lo ha ganado, ya me demostró que está genuinamente interesado en mí, no cualquiera tiene su paciencia y disposición, además es tan detallista, me regala flores muy seguido, aunque sea una, pero no hay semana que no me alegre con sus obsequios, me arreglo de manera casual, no sé que planes tiene, pero por si vamos al cine o al parque, no quiero estar incómoda, termino con un maquillaje ligero y natural, no pasa mucho tiempo para que llegue por mí, y nos vamos, cenamos en un pequeño restaurante y me invita a caminar un poco. Nos dirigimos a un parque cercano, nos sentamos en una banca y me besa, yo le correspondo y cierro los ojos, al abrirlos veo un enorme ramo de flores y un cartel, que dice: Sonia, por favor hazme el hombre más feliz y acepta ser mi novia. Se me salen las lágrimas, no me esperaba algo así, le digo que si y él piensa que lloro de emoción, pero lo hago de confusión, esto hubiera sido maravilloso viniendo de Raúl, pero él ya desapareció del mapa y si bien no estoy enamorada de Julián, pronto lo estaré, él sabrá ganarse mi amor. Me vuelve a besar y nos aplauden sus cómplices, que son unos amigos suyos que no conozco, les damos las gracias y nos dejan solos, así que ya somos novios.

En cuanto llego a casa mi mamá ve el ramo y me pregunta como me fue, le cuento todo, y me dice que porque no me ve feliz, es que me tomó por sorpresa, respondo, y de inmediato les marco a mis amigas para contarles, tratando de que se me note algo de emoción para que mamá se quede más tranquila.

Las siguientes semanas salimos varias veces, y un sábado me invitó a una fiesta en casa de un amigo, estuvimos bailando y bebimos un poco, pero como yo no estoy acostumbrada, porque antes no podía por la disciplina de los clavados, me sentí muy mareada de repente, mi novio le pidió a su amigo si me prestaba un lugar donde recostarme y eélnos llevó a su dormitorio, yo me recosté y cerré los ojos, tratando de descansar un poco, Julián se sentó a mi lado y comenzó a hacerme caricias en el pelo, fue bajando por mi cuello y se me erizo la piel, mientras él bajaba por mi espalda provocándome sensaciones nuevas, yo nunca he estado con nadie íntimamente, pero el alcohol me está dando valor, lo dejo tocar mi trasero y desabrochar mi blusa y besa mis pesones sobre la tela del brasier, pero a mi me exita mucho, lo quito para darle acceso a mi piel y me pierdo en el placer que siento, después baja, dando besos húmedos hasta llegar al borde de mi pantalón, y comienza a desbrocharlo, yo ya no pienso en nada, quiero más caricias, el me quita completamente la ropa, y yo trato de sacarle la camisa, se separa un poco y me observa, me dice que soy muy hermosa y se termina de desnudar, yo siento muy húmedo mi centro y se acerca a besar del ombligo para abajo, justo cuando besa mi entrada, siento tanto calor que le pido que me haga suya, el obedece y acerca su hombría, pero entra de la manera más delicada posible, aún así me duele, pero me dice gentilmente que pasará en un momento, así que ya dentro de mi, se detiene a besarme y acaricia mis pezones, y un minuto después cuando ya me he acostumbrado a su tamaño, comienza a moverse en un vaivén qué me vuelve loca, de repente me entra más urgencia, no se ni que es lo que siento, pero quisiera gritar, el se da cuenta y se mueve con más rapidez, haciéndome explotar, mi primer orgasmo fue genial, y el siguió un poco más hasta derramarse en mi, nos asemos y vestimos antes de que nos fueran a sorprender, bajamos a la fiesta, pero se me doblaba las piernas, nos quedamos abrazados un rato y luego le dije que ya tenía que irme, así que me llevo a casa, me quedé dormida pensando en que rico la pasé con Julián, aunque me hubiera gustado que mi primera vez fuera con otro. Ahora ya era la mujer de Julián y eso no lo podía cambiar.

A partir de ahí, buscábamos cada oportunidad de entregarnos, disfrutaba os el sexo como locos, y desafortunadamente cuando se me ocurrió que era una buena idea cuidarnos, fui con una ginecóloga que me hizo exámenes para ver que todo estuviera bien y recomendarme un método, los exámenes mostraron que tenía 3 semanas de embarazo, yo no estaba lista para una noticia así, aunque si quería a Julián, aun pensaba en Raúl, pero esto lo cambiaba todo.

Con mucho miedo, pues no sabía cómo iba a reaccionar, le conté a mi novio del embarazo, para mi sorpresa, se alegró mucho, me dijo que se pondría a trabajar para que no nos faltara nada y se casaría conmigo, cuando le dije que si estaba seguro, el me dijo que era lo mejor que nos podía haber pasado, yo no estaba tan segura, el dejaría la carrera y yo no sabía cómo reaccionarian en mi casa, pero no sabía que él ya no iba a la universidad y su padre presisamente le exigió que se fuera a trabajar con él.

Mantuvimos en secreto el embarazo por un par de meses, gracias a Dios, no tuve muchos síntomas así que nadie se dio cuenta, pero al cumplir los tres, era hora de hablar con nuestros papás. Antes de que se notará. Si bien era un embarazo no planeado, este bebé era muy deseado por los dos, y nada podía cambiar eso.

Él habló con su papá, y no recibió muy feliz la noticia, pero le dijo que nos apoyaría en lo que decidiera mis hacer, a mis padres se los comunicamos juntos, mi mamá se quedó como en shock, y mi papá nos preguntó que haríamos, cuando él le dijo que quería casarse conmigo, estuvo de acuerdo, y planeamos una boda civil lo antes posible, solo la familia y amigos más allegados, así en 15 días nos casamos en el registro civil y celebramos con una comida en casa de mis papás, obviamente con las gemelas y sus papás invitados.