Salome es una chica de 18 años que trabaja en una mansion donde conoce a Liam Russo, ambos comienzan un romance pero ella se enamora perdidamente, el primero solo la quería para una apuesta, pero después se enamora, ell se entera y se aleja antes de que el le haga daño.
Después de cuatro años regresa y tienen que luchar con su corazón para poder olvidarlo, quiere cerrar ese ciclo pero el no se la pondrá fácil.
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Capitulo 24.
Liam se sentía agotado, no comía, ni dormía mucho, ya habían pasado casi dos semanas y no sabía nada del paradero de Salome, había mandado a seguir a Britani, pero nada, Clemencia actuaba normal, como si nunca hubiera conocido a Salome, esa situación lo tenía asfixiado.
- Papi.-. no había día que su hijo preguntara por ella.-. ya va a llegar mamá, la extraño mucho.-. tuvo que decirle que ella se había ido de viaje con Franco, pero que pronto regresaba.
- Hola campeón.-. lo cojio en los brazos.-. aún no puede viajar, pero te prometo que pronto estará aquí.-. su hijo se entristeció.
- Eso me lo dices todos los dias, pero ella no llega papi.-. sus voz era apagada, ya no sonreía como antes.
- Lo se hijo pero ya veras que cuando menos te lo esperes ella aparecerá por esa puerta.-. le señalo la puerta de la entradaa a la mansión.
- Sabes la tia Britani me dijo que me olvidara de mi mami, porque ella nunca va a regresar.-. esto lo dijo con tristeza.-. Eso es verdad papi?.-. miró a Liam con los ojos llorosos.
- Eso es mentira hijo, no le hagas caso a Britani, ella está un poquito loca.-. le hizo una seña que al niño le resultó graciosa y río.
- Eso es hijo, sonríe, no querrás que mamá se ponga triste cuando llegue y te vea así?.-. Lucas negó, Liam lo bajo de los brazos y el niño se fue a jugar, el salio rumbo al cuarto de Britani.
Muy lejos de esa mansion en una bodega situada en una zona boscosa, estaba Salome con Franco, encerrados, apenas y le daban agua y pan para que sobrevieran, la mayor parte del tiempo pasaban amarrados.
- Salo..me.-.. dijo Franco debil.-. como t..e encuen..tras ho..y.-. le costaba hablar la garganta la tenia seca, ayer apenas y le dejaron media botellita de agua.
- Igual que ayer Franco, no ha cambiado nada, seguimos encerrados y nose nada de mi hijo.-. ella estaba un poco mejor ya que Franco prefería que ella se alimentará mejor, un hijo la esperaba afuera, era muy pequeño y nesecitaba de su madre.
- LLEGO LA COMIDA.-. grito uno de los hombres que los vigilaban, abrió las rejas les soltó solo las manos, les tiro la comida y salió.
- Maldito infeliz.-. dijo Salome, el hombre la escucho y entro de nuevo, Salome no lo vio venir cuando un puñetazo llego a su cara, le partió el labio porque sentía la sangre salir de la boca.
- No la lastimes por favor.-. dijo Franco, no podía desatar rápido las sogas de sus pies para defender a su amiga.-. suéltala, la vas a matar.-. el hombre no hacía caso y le empezó a dar patadas en el abdomen a Salome.
- QUE CREES QUE HACES IMBECIL.-. un hombre encapuchado detuvo al agresor, lo separó de malas ganas.-. Solo te pedí que le trajeras la comida, acata las ordenes o la próxima vez lo único que recibirás es un balazo en tu pecho, entiendes.-. el agresor solo asintió, los dos salieron del cuarto.
Franco como pudo se desamarro los pies y auxilio a Salome.
- Por Dios Salo no los provoques así, te pueden matar.-. la ayudo a levantarse, ella solo se quejaba.-. debes tranquilizarte.
- Tranquilizarme Franco? es enserió.-. se aparto molesta de él.-. no lo entiendes estoy desesperada, ya no tengo fuerzas ni para caminar, extraño a mi hijo, y no sé si nos estén buscando, dime cuanto tiempo llevamos en esta pocilga.-. todo eso lo dijo alterada.
- No lo se Salome ya perdí la cuenta de los días que estamos aquí.-. el cuarto donde estaban era cerrado, no había ventanas, apenas un inodoro donde hacían sus nesecidades.-. comamos es lo único que podemos hacer, además no quiero que esos hombres vuelvan y te golpeen por no comer.
- HOMBRES, ESO ES.-. dijo Salome en un grito, Franco la vio como si su amiga ya se hubiera vuelto loca.
- Que es, no me asustes Salo, ya te estas volviendo loca.-. Franco temía, cualquiera de mente debil se volviera loco viviendo todo esto.
- No Franco el hombre que entró a regañar al imbecil que me golpeaba, su voz me pareció conocida.-. sabía que habia escuchado su voz pero su mente estaba muy débil, tendría que hacer un esfuerzo para recordar a quien pertenecía esa voz.
- Pues estaba encapuchado.-. dijo Franco.-. además que pasa si conoces la voz, acaso crees que el se va a compadecer de nosotros y nos va dejar ir así como así.-. Salome rodó los ojos no les gustaba la gente negativa.
- Valla tu si que eres bueno subiendo la autoestima.-. dijo sarcástica.
- No es eso, solo soy consciente y realista de la situación, cuando una persona está podrida no hay nadie que lo hago cambiar.-. dijo confiado Franco.
- Pues te equivocas amigo, todos tenemos un talón de aquiles.-. Franco alzó las cejas.
- No entiendo.-. hablo con la boca llena, necesitaba fuerzas para salir de allí.
- Que hasta la persona más cruel del mundo tiene su debilidad, solo hay que encontrarla.-. si más empezó a comer, tenía un plan esperaba todo saliera tal y como se lo imaginaba.