Hazel Elige Ser Feliz

Al día siguiente, el duque Baskerville se levantó muy temprano, para atender a sus invitados.

Duque: hoy almorzaremos en el campo, quiero que conozcan el trabajo arduo que se realiza en el ducado.

Lord Neville: he escuchado que en esta época el campo tiene mucho quehacer, no queremos importunar

Duque: no, al contrario, para mi es importante que conozcan todo.

Herbert: bien, vamos

Todos miraron sorprendidos a Herbert, ya que generalmente era reticente a cualquier interacción con el Duque.

Herbert: ¿Qué? Me gusta el campo y el ganado

Después del desayuno, todos se prepararon  para salir en el carruaje.

Hazel se sentó al lado del duque y conversaron en el camino, solo con susurros.

Duque (susurro): ¿como durmio?

Hazel (susurro): bien, ¿usted?

Duque (susurro): una buena noche, dormí abrazado a una almohada con olor a Jazmín

Hazel (susurro): jajaja

Duque (susurro): espero que sea la primera de muchas noches en esta mansión

Hazel (susurro): ¿siendo vecinos de habitación?

Duque (susurro): no precisamente

Hazel (susurro): jajaja

Señor Neville: awwww mira el campo, es tan verde, esta lleno de animalitos

Lord Neville: si, el ducado Baskerville es principalmente ganadero

Duque: asi es, esperamos que siga creciendo

Hazel: todos estos lugares, solo los vi en un mapa y ahora es aun mas sorprendente

El duque y Hazel comenzaron a hablar de tuberías y agua, cuando fueron interrumpidos por la señora Neville.

Señora Neville: esa es una pergola en medio del campo

Duque: si, no es tan sofisticada y elegante como la suya, pero nos servirá para el almuerzo de hoy.

Herbert: ha pensado en todo

Duque: claro, lo mejor para mis distinguidos invitados

Después de un gran almuerzo, el duque y la familia Neville recorrieron los campos.

Señora Neville: sus tierras son muy prosperas

Herbert: es cierto

Lord Neville: además, que tiene muchos empleados a su cargo

Duque: si, el trabajo es bastante, pero esta todo organizado

Durante la tarde continuaron con el paseo por el campo, para volver mas tarde a la mansión.

Duque: Lord Neville, me gustaría llevar a mi lady a cabalgar por el río

Herbert: no, si quiere cabalgar podemos ir todos

Señora Neville: ¿hija tu quieres ir?

Hazel: si por favor...

Duque: volveremos antes de que anochezca

Lord Neville: bien, vayan con cuidado

Casi media hora de cabalgata y una coqueta conversación, el duque y Hazel llegaron a un hermoso valle rodeado por un río cristalino.

Hazel: muchas veces pensé en el agua del ducado, pero es realmente limpia...

Hazel comenzó a mirar el agua y a pensar en trabajo, hasta que se dio la vuelta y encontró al duque con una rodilla en el suelo, sus manos extendidas y una pequeña caja abierta que tenía un gran anillo, con una elegante piedra azul.

Duque: mi lady, aquí junto al agua, que fue lo que nos permitió conocernos, quiero pedirle que sea mi esposa... Hazel Neville ¿quieres casarte conmigo?

Hazel miraba a los ojos al duque, miraba al anillo y con sus manos aún en su boca por la sorpresa, asintió varias veces.

Hazel: si, si acepto

El duque se puso de pie y le dio un suave beso en los labios, mientras deslizaba el anillo de compromiso en su mano derecha, para levantarla y girarla por el aire... feliz por la respuesta.

Duque: Te amo mi lady, seremos muy felices juntos

Hazel: lo sé... también te amo...

Cuando volvieron a la mansión, el duque iba a hablar solemnemente, pero la emoción le ganó a Hazel y a penas vio a su familia, levantó, la mano mostrando el anillo y grito de felicidad.

Hazel: ¡nos vamos a casar!

De inmediato, la familia comenzó a felicitar a los recientes novios, y aunque Herbert no estaba muy emocionado con la noticia, felicito sinceramente a su hermana.

Herbert: hermana estoy feliz, porque tu estas feliz, pero nuestra casa siempre será tu hogar...

Señora Neville: asi es hijita, siempre serás la niña de la casa

Lord Neville: te amamos pequeña, estamos felices porque tu estas feliz

Herbert: asi es, después conversaremos con el Duque

Esa noche, no pudieron verse porque Herbert salio al pueblo, y podría verlos al llegar... por lo que se despidieron de lejos y con un rápido beso robado.