Anastasia: Torbellino Entre Tantas Sombras

, una criatura intangible que tiene a su disposición un arsenal de monstruos y criaturas con una incierta apariencia lúgubre y oscuridad, mandan a ese grupo descomunal hacia el reino, donde comienzan a destruir y matar habitantes, la barrera que había colocado la tía h se estaba debilitando, así que ella decide restaurar con su poder destellos canónico de luz, pudo revivir a los seres inocentes a manos de esas criaturas, así mismo reforzar con más fuerza e infinitamente la barrera, con la ayuda de la princesa h, pudieron hacer que las criaturas no lograrán atravesar h.

-tía h, debemos avisarles que el h está cerca- dice h alzando su mano con un poco oscuro con destellos rojizos dónde hace chispas doradas, se agota y la tía la hace recuperar sus fuerzas con un chasquido- gracias tía- voz agitada pero calmada.

- no te preocupes, puedo resistir un poco más, avísales aunque ya mi esposo h está al tanto de esto, acuérdate que estamos sincronizados- murmura la tía h, se muerde los labios.

La princesa h, se retira para avisarles y formar un equipo poderoso entre sus hermanas, en eso, cuando solo se encuentra la tía, emergiendo un poder siniestro, brilla su cuerpo, siente como el flujo de vida de sus hijos están saliendo un poder descomunal, se ríe, de repente siente una presencia extrañamente agradable y ya conocida.

- tus hijos tienen el espíritu guerrero de su amargado padre, pobres criaturas, aunque ambos son la unión de ambos, que se le puede hacer, sus padres son alocados y frenéticos como siempre, así sea como humanos y originales- dice una voz detrás de ella, surgiendo entre las sombras de una manera elegante.

- querida amiga, no tiene otros seres que encaminar, hacia su destino, como te va vieja amiga- dice la tía h con una sonrisa, apacible como único resonar logra estabilizar la barrera, se decide recostarse en el suelo y mira al cielo oscuro y sombrío- que te trae por aquí, luna- suspira de alivio.

-solo de visita, después que moriste en el mundo para reunirte con ese profesor ogro, he estado muy ocupada tú sabes, asunto de ser que tú sabes quien es- respira hondo, de manera animada, se ríe de manera pícara - no perdiste tiempo, fueron más de 40 años que estabas aguantando para abalanzarte sobre él- murmura de manera burlona.

- ya me conoces, sensaciones desbordantes- se ríe h extendiendo sus manos.

La extraña visitante se levanta, despidiéndose entre las sombras con una sonrisa pícara y juguetona, le recuerda que el hes una energía poderosa que no puede hacerlo solos, deberán hacer más que eso para derrotarlo, las artimañas y planes descabellados, es de cuidado, se desaparece a la vista de la tía h, presintiendo que volverá de manera inesperada.

Efectivamente, el tenía un plan armado, mandando a sus criaturas para atacar al reino, aunque eso solo era una fachada, un camuflaje para sucumbir su propósito principal, el emperador, así que el mismo llega con un reflejo de resonar entre la oscuridad, aparece caminando en los pasillos del palacio imperial como si nada, mientras que el tío h está combatiendo con su ejército contra las criaturas oscuras, las princesas luchando en otros rincones y uniendo fuerzas, este ser está frente a frente con el imponente emperador en los pasillos, por otro lado, Anastasia sintió algo extraño, se levantó de su cama y llama a su hermana h de que dormía con ella, ya que había tenido una pesadilla, sin darse cuenta que en otro extremo se disputaba el comienzo de un enfrentamiento.

- te habías tardado en aparecer por estos lados- dice con un rostro frío, misterioso y arrogante, camina sigilosamente con cada paso resonaba un poder descomunal.

- nos volvemos a ver no sabes cuánto me complace verte nuevamente, para empezar lo que se inicio- dice el con una sonrisa descabellada y maquiavélica.

Ambos chocan poderes, como látigos que sucumben poderes como relámpagos y estruendos fuertes, que hace temblar todo el palacio, las princesas sienten los poderes descomunales de ambos seres, que miden fuerzas con gran magnitud, el techo del palacio, retumba haciendo destruir y dejandolo en polvo, en cuanto a las princesas por órdenes de su mamá van a ayudar a la tia h y que estaban desde hace rato enfrentándose con las criaturas en las afueras del perímetro de la tía h había llevado una parte extrema ya que, antes de que la tia h viniera, había estado en otro lugar, en el mundo de h, específicamente en h, para ayudar a unos amigos elfos, durante varias horas están así, hasta que llegan las princesas.

- hermanas, vamos a proteger , ayuden a la tia h y h-grita Anastasia con una voz aguerrida, corre y salta hacia la barrera dónde uno quería escabullrse, se convierte en dragón, lanza su aliento de dragón de una manera violenta destruyendo no solo el que iba a entrar sino un grupo de 50 de ellos.

Las princesas se disponen a ir junto con su hermana Anastasia para seguir enfrentándose con las criaturas oscuras, el tío h está enfrentándose con una criatura de un universo adyacente, mientras que su ejército resguardan todo el perímetro de por otro lado h y el hestán teniendo una batalla sin cuartel, dónde uno no da tregua al otro, la colisión que emerge hace temblar todo a su alrededor, un ataque del hace retroceder un poco a en su cuerpo surge una fuerza que resplandece, una magia que hace mover el suelo, resonar todo su ser, en cambio, el hsaca un poder siniestro y pesado, una oscuridad indescriptible, salía en su cuerpo una energía que lograba quemar el aire con solo sacar, con su magia primordial hace estallar una energía, la extensión se eleva a su punto máximo, sabe muy bien que podría colisionar de manera destructiva, así que le da una señal a una persona que estaba detrás de los escombros, era la emperatriz.

- hazlo ahora, porque no me quiero contener- dice , asiente con la cabeza.

con sus manos hace círculos y estallidos de poder, su magia se condensa, hace un hechizo haciendo un sello poderoso, lo lanza hacia el, inmediatamente con su poder lanza una magia infinita que hacer arder el cosmos en diferentes dimensiones golpeando al haciendo retroceder a gran extremo que entra al sello divino, desapareciendo por completo, al poco rato, Anastasia y sus hermanas llegaron hasta sus padres para ayudarlo a reconstruir el palacio que estaba hecho ruinas.