Boy Alexander, el Heredero Rechazado

Jasmine y el Señor Alam habían llegado a la mansión. El Señor Alam pareció fruncir el ceño cuando vio a Jasmine que parecía estar buscando algo, hasta que la mujer sacó todas las cosas de su bolso sobre la mesa.

"¿Qué estás buscando, Jasmine?" preguntó el Señor Alam a su hija.

"Mi pañuelo ha desaparecido, papá," respondió Jasmine con inquietud.

El Señor Alam suspiró profundamente. "Más tarde, papá te comprará muchos pañuelos."

Jasmine negó con la cabeza. "No, papá. Ese pañuelo significa mucho para mí. Es lo único que tengo de Adnan."

El pañuelo era un regalo de cumpleaños de Adnan. En ese momento, Adnan no tenía dinero para darle un regalo de cumpleaños a Jasmine, así que le hizo un pañuelo escribiendo las iniciales de sus nombres. J&A.

"Lamento si solo puedo darte este pañuelo como regalo de cumpleaños. Sé que quizás no siempre podré estar a tu lado. Puede que algún día Dios me llame. Pero realmente espero estar siempre ahí para secar tus lágrimas cuando estés llorando y triste."

Esas palabras aún resonaban en los oídos de Jasmine cuando Adnan le dio un pañuelo azul. Por eso, hasta ahora Jasmine todavía guardaba el pañuelo, nunca lo tiraría.

No es de extrañar que en este momento Jasmine pareciera muy asustada al darse cuenta de que había perdido el pañuelo. Un objeto que guardaba muchos recuerdos entre ella y aquel hombre.

"¡Solo piensas en Adnan! ¿Has olvidado que ahora estás casada con Wilson?" dijo el Señor Alam en voz alta.

Jasmine miró a su padre con decepción. "Parece que papá ha olvidado que me casé con Wilson porque me obligaste. Todo este tiempo, papá nunca ha pensado en mi felicidad. ¿Acaso papá no sabe que hasta ahora mi corazón sigue destrozado después de perder a Marshel? Lo llevé en mi vientre durante 9 meses, pero no se me dio la oportunidad de verlo ni por un momento. Solo puedo mirar su tumba."

Dijo Jasmine mientras se secaba las lágrimas, aunque las huellas húmedas aún eran claramente visibles en sus mejillas.

El Señor Alam se quedó en silencio. Sintió como si se hubiera convertido en un mal padre para Jasmine. Al parecer, durante todo este tiempo Jasmine nunca había sido feliz en su matrimonio con Wilson.

Y lo que hizo que el Señor Alam se sintiera aún más culpable hacia Jasmine fue cuando recordó el mayor error que había cometido. Se había atrevido a abandonar a Marshel, un bebé que su hija acababa de dar a luz.

El Señor Alam se fue inmediatamente, dejando a Jasmine llorando. Tan pronto como llegó a su estudio, el Señor Alam llamó inmediatamente al Asistente Rozi.

"¿Cómo va? ¿Ya encontraste al antiguo encargado del orfanato?" preguntó el Señor Alam a su asistente de confianza.

"Todavía no, Señor. Definitivamente me esforzaré por encontrarlo," respondió el Asistente Rozi. Luego, el hombre miró inmediatamente a Wilson, que estaba sentado a su lado.

"Está bien. ¡Espero que lo encuentres lo antes posible!" dijo el Señor Alam con tono firme.

"Sí, Señor."

¡Clic!

Después de terminar la llamada con el Asistente Rozi, el Señor Alam resopló molesto. ¿Por qué su asistente era tan lento para encontrar el paradero de los antiguos encargados del orfanato Keano Bakti? Estaba muy seguro de que los antiguos encargados del orfanato sabían quién había adoptado a Marshel.

Mientras tanto, en la oficina principal del Grupo Alexander, se veía a Wilson reír satisfecho después de escuchar la conversación entre el Asistente Rozi y el Señor Alam.

"Jajaja... Ese viejo decrépito es demasiado tonto. Antes de que encuentre el paradero de Marshel, yo lo encontraré primero. Me aseguraré de que su nieto biológico ya no exista en este mundo."

El Asistente Rozi permaneció en silencio. No tenía otra opción más que ponerse del lado de Wilson. Si se atrevía a traicionar a Wilson, Wilson seguramente lo eliminaría.