Hazel Elige Ser Feliz

Tres días después, toda la familia Neville, se preparaba para ir al ducado Baskerville.

El duque había mandado a preparar todo, por lo que desde que anunciaron su visita todo el ducado se había esmerado en mostrar lo mejor.

Hazel: ¿viajaremos separados?

Duque: asi es mi lady, llegaré antes a la mansión Baskerville, los estaré esperando.

Hazel: bueno, entonces no le quito más tiempo

Duque: es al contrario mi lady, usted me da minutos de vida

Hazel se acerco y le dio un rápido beso a escondidas.

Minutos después se despidieron y el duque salió de inmediato hacia el ducado, cabalgando a toda velocidad.

Herbert: ahora que el duque se fue, podemos desistir de ir

Señora Neville: yo quiero ir, además ya empacamos todo

Lord Neville: mi amada esposa, lleva cosas para pasar toda una temporada

Herbert: no madre, solo estaremos unos días

Hazel: yo podría quedarme unos días más allá

Todos se miraron y respondieron al unísono “no”, por lo que bromearon y rieron un poco mas…

El viaje al ducado Baskerville, fue mas largo de lo esperado debido a la que la señora Neville, quiso entrar a cada pueblo en el camino.

Señora Neville: no me miren asi, salgo muy poco del pueblo, por lo que debo aprovechar cada experiencia y oportunidad.

Lord Neville: el problema no es el tiempo querida esposa, sino que ya no tenemos mas espacio para llevar mas cosas

Herbert: quizás las toallas que son iguales a las que tiene en casa, no eran tan necesarias ahora

Señora Neville: tú no sabes nada, no son iguales

Hazel: asi es, este bordado tiene flores moradas y las de la casa son flores rosadas

Señora Neville: muy bien dicho hija, asi es.

El viaje continuo y horas después casi al anochecer llegaron al ducado.

Duque: ¿Cómo estuvo el viaje?

Herbert: largo, pero bien

- señores Neville, sus habitaciones están preparadas, llevaremos su equipaje de inmediato

- les mostraré sus habitaciones cuando gusten

- el banquete de bienvenida también esta listo

Lord Neville: muchas gracias

Señora Neville: creo que descansaremos un poco y bajaremos a cenar

Duque: por favor, acompáñenme les mostrare la mansión.

Herbert: su mansión es muy grande es casi el doble que la nuestra

Señora Neville: las cortinas son hermosas, son de un tono claro cómo me gustan

Duque: si, la verdad es que recién las cambiaron el día de ayer, porque sabia que a usted no le gustan los lugares sin mucha luz

Herbert: pidió que cambiaran el cortinaje de toda la mansión… solo porque a mi madre no le gustan las cortinas oscuras

Duque: asi es…

Herbert: jajaja pareciera que esta haciendo alguna clase de mérito.

Señora Neville: muchas gracias por su consideración, la verdad es que así se ve muy hermoso, la luz solar le dará mas vida a su casa

Duque: ojalá, la verdad es que siempre he querido que este lugar se sienta como un hogar nuevamente

Lord Neville: pero, si es su casa, ¿Por qué no se sentiría como un hogar?

Duque: es… es que, de que murieron mis padres que creo que la luz se fue de esta casa.

Herbert: pero, ¿y cuando se casó? ¿no tuvo la ilusión de un hogar aquí?

Duque: eh… no vivimos aquí…

Hazel vio la incomodidad del duque, y decidió cambiar de tema.

Hazel: me iré a dar un baño y bajaré a cenar, tengo mucha hambre.

Duque: claro mi lady, les mostrare yo mismo sus habitaciones…

Todos subieron al tercer piso, guiados por el duque.

Duque: esta primera habitación, junto a las escaleras es para usted, joven Herbert.

Herbert: gracias, entrare de inmediato.

Duque: esta habitación es para ustedes, señor y señora Neville, es grande y tiene todo listo para recibirlos

Señora Neville: muchas gracias

Lord Neville: muchas gracias, y ¿Hazel?

Duque: en la habitación al lado de ustedes tenemos habilitado como una pequeña bodega para ropa de cama, siguiente a esa, esta la habitación de mi lady.

Hazel: muchas gracias iré de inmediato…

El duque se quedo en el pasillo, cuando Hazel se detuvo en su puerta…

Hazel: ¿y su habitación?

Duque: al lado de la suya mi lady…

Hazel: jajaja lo sabía…

Mas tarde, bajaron todos a cenar y compartieron entre risas la cena.

Cuando fue la hora de dormir, todos subieron a sus habitaciones.

El duque también estaba cansado por el viaje, por lo que se fue a su habitación, pero fue sorprendido, una hora después por Hazel usando un hermoso camisón.

Duque: mi lady…

Hazel: ¿podemos hablar?

El duque no pudo evitar recorrer con su mirada, todo el cuerpo de Hazel… quien lo miraba ilusionada.

Duque: mi lady yo…

Hazel: tranquilo, solo quiero que hablemos…

Duque: ¿Qué hace?

Hazel: solo me voy a recostar a su lado…

El duque sentía su cuerpo temblar, sus manos húmedas, se encontraba realmente muy nervioso…

Duque: mi lady si sus padres o su hermano la encuentran aquí…

Hazel: jajaja ¿con miedo?

Duque: si, muchísimo, de mi, de ellos… de todo…

Hazel: no se preocupe, solo quiero que hablemos… cuéntame de tu primer matrimonio, ¿Por qué no vivieron aquí?

El duque se sentó en la cama, a su lado y comenzó a hablar de su pasado, con una voz baja, como si quisiera borrar sus propios recuerdos.

Duque: cuando me casé con Catarina, mis padres aun estaban vivos, por lo que esta era su casa y yo me fui a una casa en el pueblo… poco después, ellos murieron, yo me enfermé… bueno, usted ya conoce el resto de la historia… en un par de meses, perdí todo…

Hazel: debió ser muy difícil…

Duque: lo fue… por eso es cierto, cuando le digo que usted, para mi es un sueño, un regalo divino…

Hazel se acercó a él y le dio un beso, el cual se profundizo y continuo por varios minutos, el duque la abrazo y comenzó a hacerle suaves cariños en el cabello…

Duque: su cabello azul es tan único, tan especial como usted…

Hazel sin pensarlo, cansada por el viaje y ahora abrigada con el calor del duque, sumado a sus caricias, se quedo dormida…

El duque le dio un beso en la frente, se aseguro que no hubiese nadie en el pasillo y agradeció mentalmente por haber elegido la habitación de ella al lado de la suya, por lo cual la dejó acostada y tapada… nuevamente le dio un beso en la frente y se fue a su habitación… esa noche durmió abrazado de la almohada que había usado Hazel… su perfume seguía ahí.