Después de caer inconsciente Valeria, una exitosa cirujana de 34 años, despierta en el cuerpo de una joven noble llamada Mu Wanru, en una distancia ficticia inspirada en la antigua China. Mu Wanru ha sido envenenada por sus hermanastras.
Ahora atrapada en un cuerpo frágil y en una corte plagada de intrigas. Valeria deberá usar su mente moderna y sus conocimientos médicos, su carácter fuerte para sobrevivir. Sin intención de convertirse en la concubina de nadie y menos de un emperador cruel.
Pero un general frío y distante con oscuros secretos, se interpondra en su camino y en su corazón.
¿Qué hará Valeria para poder sobrevivir?
¿ Quién será ese General?
Te invito a leer esta increíble historia, llena de intriga, romance y pasión.
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Sombra y luz en la residencia Xie
Mientras Liangchen, consolaba a Wanru en su habitación. El día comenzaba con calma en la residencia Xie, un lugar donde las tradiciones se entrelazaban con el viento suave qué soplaba a través de los árboles se movían al ritmo de la brisa y el sol comenzaba a alzarse con suavidad anunciando un día perfecto. Sin embargo, las sonrisas de los recién casados y las conversaciones alegres no podían ocultar las sombras qué comenzaban a moverse en las esquinas de la residencia.
Wanru, vestía en un sencillo, pero elegante qipao color azul claro, llegó junto a Liangchen a la sala principal donde la señora Xie los esperaba, junto al abuelo Xie.
La mujer de rostro sereno y mirada profunda, los recibió con un cálido abrazo, el rostro del abuelo serio, era un momento único para la familia Xie.
--- Bienvenida a la familia Xie,--- dijo la señora Xie con voz suave, haciendo un gesto hacia la mesa de té donde esperaba el abuelo Xie, el único anciano vivo en la familia. Su presencia era impresionante, a pesar de su avanzada edad, y su rostro se mantenía sereno, sabio. Era un hombre respetado por su linaje y su experiencia, su bendición era muy importante para Liangchen.
Wanru se inclinó ante él, como era costumbre, el abuelo xie asintió con un rostro tranquilo, mostrando satisfacción por la unión. Liangchen, siempre atento, la ayudo a sentarse, observando como Wanru se disponia a servir el té, símbolo de respeto a los adultos.
La conversación fluía entre ellos, mientras el aroma del té perfumaba el aire, pero debajo de la calma, algo más inquietante se tejía. Gao An, observaba desde afuera, sus ojos oscuros y brillantes llenos de celos y peligro. Aunque ella sonreía, la amargura estaba presente en su corazón.
Gao An había crecido en el campo militar, junto a su hermano y Liangchen, siempre buscando la atención del joven, su cariño. Lo había llamado hermano tantas veces que su amor por él había evolucionado en algo más profundo, algo que no podía ignorar. Pero a pesar de sus esfuerzos, Liangchen solo la veía como una hermana menor, y eso la hería profundamente, la frustración y el odio comenzaba a corromper sus pensamientos.
Desde que Wanru había llegado a la vida de Liangchen, las cosas no eran lo que Gao An había soñado. Ella se sentía desplazada, invisible, mientras que Wanru, una intrusa tomaba todo lo que ella siempre había querido, el afecto de Liangchen, su atención, su respeto.
Gao An no podía quedarse quieta, y su mente se agitaba en silencio, sabía que si quería ganar el corazón de Liangchen, tendría que hacer algo para que Wanru sufriera. Aunque su amor por él era un amor silencioso y nunca expresado, sus celos la estaban devorando.
En su habitación Gao An sentada junto a una mesa de madera había extendido un pergamino en blanco, con una caligrafía delicada, comenzó a escribir, cada trazo de su pluma estaba impregnado con frustración. Sabía como podría hacerle la vida difícil a Wanru, como desestabilizarla sin que Liangchen sospechara de ella.
Había averiguado sobre la vida de Wanru en la residencia Mu, sabía qué sus hermanastras la maltrataban y de esa enfermedad de la cual despertó siendo otra mujer, con conocimientos médicos qué nadie conocía, sabía que era una mujer fuerte,pero también tenía sus propios demonios, ¿qué mejor manera de desestabilizarla que hacerle creer que su lugar en la familia Xie estaba amenazado?, Gao An se mordió el labio mientras un plan peligroso comenzaba a formarse en su mente.
La primera jugada era simple, crear rumores en la residencia sobre la tensión entre ella y Wanru, hacer que los sirvientes comentaran sobre las diferencias entre las dos, sobre la rivalidad que supuestamente existía entre ellas. Una guerra de palabras cuidadosamente diseñada para sembrar desconfianza.
La segunda fase del plan sería más sutil, Gao An tenía acceso a los jardines, y sabía que Wanru le gustaba caminar por las mañanas. Planeaba encontrar la manera de hacerle una mala jugada. Algo que pudiera alterar la tranquilidad de su día y dejarla vulnerable, un encuentro casual con alguien que pudiera poner en duda su posición en la familia, sabía que el príncipe heredero había ido en persona a pedirle que no se casara con Liangchen.
Sería solo un pequeño empujón, pensó Gao An, sonriendo con malicia, un empujón que haría que Wanru cayera. Y cuando lo haga, ella estará allí para recoger las piezas.
Al día siguiente, Wanru decidió dar un paseo por el jardín de la residencia Xie, era un espacio hermoso que parecía sacado de un sueño, fuentes de agua, peonias y jazmines en flor, los árboles de cerezo llenos de pétalos rosado, el aroma flotaba suavemente en el aire. Se sentó junto a un estanque, absorta en la tranquilidad que le ofrecía la naturaleza, cuando una figura conocida se acercó.
Era Gao An, con una sonrisa forzada, pero sus ojos oscuros brillaban con una energía peligrosa. Wanru levantó la vista y la saludo con cortesía, pero no pudo evitar notar una cierta frialdad en la mirada de la joven.
----Wanru, hoy hace un día tan hermoso, ¿no crees?¿Te has adaptado bien a la residencia Xie?,--- comenzó Gao An su tono suave pero cargado de una tensión palpable.
Wanru, un poco sorprendida por el tono amigable, asintió mientras sonreía, --- si, gracias Gao An, todo esta bien, tranquilo, me siento afortunada, ---
Gao An se acercó un poco más, apoyando la mano en el borde de la fuente con gesto pensativo. --- Me alegra que digas eso, aunque sabes... no todos aquí piensan lo mismo, algunas personas se preguntan si tu lugar aquí es seguro,---
Wanru frunció el ceño, desconcertada por la insinuación, ----¿ a qué te refieres?,---
Gao An sonrió suavemente, pero en sus ojos había una chispa de malicia, --- bueno, hay rumores, de que tú llegada ha alterado un poco las cosas en la familia, algunas personas piensan que Liangchen.... que tu solo eres un estorbo en su vida, ya sabes eres hija ilegitima de una concubina sin apoyo,----
Wanru permaneció en silencio por un momento, sorprendida por las palabras de Gao An, pero luego se recompuso.----¿ Rumores?, eso no me afecta, yo confío en Liangchen y en su juicio, en cuanto a mi origen, si soy una hija ilegítima del ministro Mu, pero soy actualmente la doctora celestial, no necesitó el apoyo de mi familia, yo puedo apoyar a mi esposo con mis habilidades médicas, --- respondió con firmeza
Gao An, sintiendo que había lanzado la semilla correcta, sonrió, inclinándose un poco hacia ella. --- si , claro, pero debes tener cuidado, Wanru en una familia como esta, siempre hay quien quiere ver caer a los demás. Y en cuanto a Liangchen... bueno, siempre habrá quienes se pregunten si realmente es capaz de mantener su promesa,---
Las palabras de Gao An fueron como cuchillos, pero Wanru no se dejó afectar, con una sonrisa amable, se levantó del borde de la fuente.
--- Gracias por tu consejo, Gao An, pero soy capaz de cuidar de mi misma, ---- respondió Wanru
Wanru camino lejos, pero las palabras de Gao An comenzaron a retumbar en su mente, plantando una semilla de duda qué no sería fácil de erradicar.
Mientras tanto, Gao An la observaba alejarse, sabiendo que había dado el primer paso, había comenzado la danza que destruiría la paz en la residencia Xie. La guerra de palabras había comenzado y ella estaba decidida a ganar.