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DINASTÍA: Reinas Perdidas.

DINASTÍA: Reinas Perdidas.

Status: En proceso
Genre:Venganza / Época / Superpoder / Reencuentro / Secretos de la alta sociedad / Batalla por el trono
Popularitas:2.3k
Nilai: 5
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Hace dieciocho años, el reino de Eldoria fue consumido por la traición y la guerra. En medio del caos, mientras el Rey Gustavo luchaba una batalla perdida contra su ambiciosa hermanastra, la Reina Roxana se vio obligada a huir. Con el corazón roto y un adiós desgarrador a su amado, confió el futuro de su linaje a tres pequeñas vidas: sus hijas trillizas, recién nacidas y destinadas a heredar el trono.

Hoy, esas princesas viven una existencia humilde y oculta bajo los nombres de Nyx, Ignis y Luna. Tras la reciente pérdida de su madre, estas jóvenes campesinas se enfrentan solas a la dureza de la vida, sin saber que la sangre real corre por sus venas ni que cada una posee un don mágico latente: el control de las Sombras, el Fuego y la luz, respectivamente.

Pero el destino tiene otros planes. La llegada de un misterioso anciano, portador de secretos ancestrales y verdades olvidadas, irrumpirá en sus vidas, desvelando la usurpación de su reino y profecías...

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Infiltración

Elara observaba a Corvus con una mirada que parecía traspasar el alma. Cada palabra de él resonaba en la caverna, buscando un resquicio por donde filtrarse y ganarse la confianza de aquellos que habían sufrido tanto. Corvus mantenía su fachada de guerrero desolado, su expresión cuidadosamente moldeada para reflejar una profunda tristeza y un anhelo de redención.

—Vengo de las sombras, sí— dijo Corvus, con su voz teñida de una vulnerabilidad calculada. —Pero las sombras también pueden albergar la esperanza. He visto la fuerza de su espíritu, la determinación inquebrantable en sus ojos. Y sé que juntos, podemos enfrentarnos a la oscuridad que nos acecha. Mi vida pasada fue... difícil. Busco un lugar donde mi fuerza pueda ser útil, y donde pueda encontrar un propósito real—

Un silencio denso, cargado de incredulidad y una chispa de esperanza reprimida, se apoderó de la caverna. Las palabras de Corvus eran audaces, casi impensables. ¿Un guerrero solitario buscando unirse a ellos? Era una esperanza tan frágil que apenas se atrevían a susurrarla. Elara, sin embargo, no mostró sorpresa, sino una profunda contemplación, sus ojos escrutando cada detalle del forastero.

—Dices que buscas un propósito y un lugar donde pertenecer— dijo Elara resonando con la autoridad de quien ha visto demasiada oscuridad. —Es una declaración audaz, forastero. Pero la confianza no se gana con palabras, sino con acciones que resuenen más allá del eco de la desesperación—

Corvus sabía que este era el momento crucial. La fachada debía ser impecable.

—Permítanme quedarme— imploró, inclinando la cabeza en señal de respeto, su voz se quebró ligeramente para añadir autenticidad. — Permítanme demostrarles que mi propósito es sincero, que mi corazón anhela la luz tanto como ustedes. Miren a sus guerreros, están agotados por la lucha constante, pero su espíritu sigue intacto. Soy un guerrero muy fuerte y yo puedo ayudarles. Puedo entrenarlos, guiarlos. Puedo ser la fuerza que necesitan para recuperar su hogar—

Una oleada de alivio, mezclada con una fría satisfacción que apenas se atrevía a mostrar, recorrió a Corvus. Había logrado su primer objetivo, la puerta a la guarida del enemigo estaba entreabierta.

Elara hizo una señal a sus hijos, unos jovenes de semblante serio y miradas decididas, cuya presencia irradiaba una lealtad inquebrantable. —Guien a Corvus a su habitación. Que descanse y se prepare para la cena—

Ellos asintieron, Orion se acercó a Corvus, su porte refleja la disciplina de su linaje. — Por aquí, Corvus. Sígueme—

Mientras ellos lo guiaban por los pasillos de la caverna, Corvus mantenía su fachada de agradecimiento y cautela, mientras su mente analizaba cada detalle. Sus ojos no dejaban de escanear su entorno, absorbiendo la arquitectura, la disposición de las defensas, y la atmósfera general.

De repente, a lo lejos, en un área de entrenamiento iluminada por el parpadeo de antorchas, vio una figura que capturó su atención de inmediato. Una mujer alta, de cabello negro como la noche más profunda, se movía con una gracia letal, intercambiando golpes precisos y poderosos con un hombre. Había una fuerza salvaje en sus movimientos, una energía cruda y magnética que atraía a Corvus de una manera que lo desconcertó por un instante.

—¿Quién es ella?— preguntó Corvus, apenas en un susurro, su concentración de lo demás estaba desviada por la silueta imponente.

Lyra siguió su mirada, una leve expresión de admiración cruzó su rostro. — Ah, ella es... una de nuestras guerreras más prometedoras. Su nombre es...—

Pero antes de que pudiera terminar, Orion se detuvo y señaló una puerta de piedra tallada. —Esta es tu habitación, Corvus. Descansa. La cena será pronto—

Corvus se despidió de ellos, al entrar en la habitación, la puerta se cerró tras él, y en el instante en que el sonido del cierre resonó, la fachada de Corvus se desmoronó como arena entre los dedos.

Su rostro se endureció, sus ojos brillaron con una astucia fría y calculadora, despojados de cualquier rastro de vulnerabilidad. Se acercó a la ventana improvisada, una abertura tosca hacia la oscuridad exterior, y la verdadera naturaleza de su misión comenzó a desplegarse en su mente con una claridad aterradora. Debía encontrar a las trillizas... ellas son su única pieza clave en su juego.

[•••]

La cena transcurrió en un ambiente de tensa cautela. Corvus, sentado a una mesa improvisada en el gran salón de la caverna, observaba a los habitantes con la misma intensidad con la que un depredador estudia a su presa. Elara, su anfitriona, presidía la mesa con una dignidad serena, mientras sus hijos, Lyra y Orion, se mantenían alerta, sus miradas alternando entre Corvus y las sombras que rodeaban el lugar.

Corvus se esforzó por mantener la conversación ligera, haciendo preguntas generales sobre la vida en la caverna, sobre sus costumbres y sus esperanzas. Cada respuesta era analizada, cada gesto sopesado.

Notó la forma en que Elara evitaba ciertos temas, la manera en que Lyra respondía con precisión militar, y la curiosidad apenas disimulada en los ojos de Orion.

Y luego estaba ella. La guerrera de cabello oscuro que había visto antes. Estaba sentaba un poco apartada junto a otras personas mas, observando a Corvus con una intensidad que lo hizo sentir expuesto, como si pudiera ver a través de su elaborado disfraz.

Al finalizar la cena, Elara se dirigió a Corvus. —Corvus mañana comenzaremos a evaluar tus habilidades. Necesitamos saber si tus palabras se alinean con tu destreza. Lyra te guiará—

Corvus asintió, una leve sonrisa curvando sus labios. —Lo espero con ansias, Elara—

Mientras todos se dispersaban, Corvus sintió una presencia fria a su lado. Se giró lentamente para encontrarse con Seraphina, quien lo observaba con una mirada penetrante que no dejaba lugar a dudas sobre su escepticismo.

—¿Buscas un lugar donde pertenecer?— preguntó Seraphina, su voz era un ronroneo bajo, cargado de una fuerza latente. —He visto a muchos como tú, Corvus. Vienen de las sombras, prometiendo luz, solo para traer más oscuridad—

Corvus mantuvo su mirada, sin vacilar. —Y yo he visto a muchos que juzgan antes de conocer. La oscuridad no siempre es lo que parece—

Una leve sonrisa curvó los labios de Seraphina. —Quizás. Pero en esta caverna, la confianza es un tesoro difícil de ganar y fácil de perder. No te equivoques, Corvus. Si intentas algo contra nosotros, te enfrentarás a la furia de una guerrera que ha jurado proteger a los suyos—

Sin decir más, Seraphina se dio la vuelta y se alejó, dejando a Corvus con una mezcla de admiración y una pizca de inquietud. Seraphina era una fuerza a tener en cuenta. Y la mención de las trillizas... ¿dónde encajaban ellas en todo esto? Su misión se volvía cada vez más compleja, y la presencia de Seraphina, una variable inesperada pero fascinante...

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Anonymous
Es una historia fantástica
Anonymous
Espero que actualices pronto, una excelente historia
Kelinda R.C: Hola, gracias por tu apoyo... claro que sí, ya me encuentro editando los siguientes capítulos. 🫶
total 1 replies
ortiz
me encanta, ella es mi personaje favorito 🥰
ortiz
está muy buena. me gusta como inicio 👏
Isabel...
Whau, que emocionante ... me gusta
Albany Garcia
actualice pronto porfavor 🙏🏼
Kelinda R.C: hola, gracias por el apoyo... la novela apenas la cree hoy, me alegra que te guste... estoy creando los siguientes capítulos pero espero que sepas que no los puedo subir todos hoy, tengo otras novelas que actualizar ☺️🫶
total 1 replies
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