LA VENGANZA

Al día siguiente, irna llegó a su oficina y su investigador privado la estaba esperando, ella lo llevó a una sala privada ya que sospecha que lo que va a escuchar será muy difícil.

El hombre habló y hablo mostrando pruebas y videos que él miesmo habia coplocado par tener una situacion clara, irtina sentia repúlcion al ver lo que pasaba, ver a la estupida de Svetlana, lo idiota que era Olga y lo despiadada y esgraciad que era su madre, si su padre supiera lo que esta pasando dse mporiria de un infarto.

—señorita Irina, esto es lo que tengo, como puede ver, el embarazo está más lejos de lo que pensamos, ya llevan tres meses intentándolo, su madre parece que se ha dado cuenta de la situación, pero no le interesa, mientras tenga al niño no intervendrá, su hermana Svetlana confía ciegamente en su madre y que ella será la más feliz con esto —dijo el hombre mientras Irina asiente.

—Bien, muchas gracias, realmente agradezco el detallado trabajo, sigalos monitoreando, aunque me repugna lo que veo y escucho, se que es mejor saber a enfrentar la situación a ciegas, también recaude toda la información sobre mi agresión, quiero tener todo en mis manos, si ellos comentan algo sobre eso que los comprometa quiero saberlo, aunque ya tengo als conversaciones por Whatsapp, quiero tener algo más claro.

—Hablaré con mi cuñado de esto mas tarde, espero mas novedades, no les pierda el rastro, quiero todo, absolutamente todo —dijo Irina con una mirada siniestra, lo va a arruinar definitivamente lo hará Anibal no se merece lo que le están haciendo y ella no merecía ser sometida a una situación como esa.

El hombre asintió mientras que Irina se quedó en silencio pensativa, ella debía planear muy bien esto y evitar que Aníbal sufra más de la cuenta cuando sepa lo que está pasando.

Pamela entró en ese momento, ella ha estado reuniéndose con inversionistas todo el tiempo, casi no había podido reunirse con René, ya que el castaño está en pleno cambio de sede para poder estar con Anibal y la hermosa Pamela.

—Irin, tienes una cara de terror, ¿qué pasa? —dijo sentándose pesadamente y sacando los tacones.

—Pame, tengo mucha informacion de esa gente, además que hay varias cosa que no cuadran, pero las voy a clarificar en cuanto vuelvan, de eso no te preocupes, pero me pone tens irritar a aníbal con esto, se que le va a doler, sabes cuánto ama a mi hermana, esto será un duro golpe —dijo mirando la ventana de la hermosa e iluminada sala.

Pamela la miró por unos segundos y negó suavemente, su amiga era idiota o se hacia.

—Iri, debes decírselo, será peor si en este tiempo tu cuñado alberga alguna esperanza de regresar con Olga, esa mujer no se merece a un hombre como Anibal, ese chico esta en peligro de extinción, ¿sabes las veces que escuchaba la envidia que tenían otras mujeres por tu hermana?, Anibal era el sueño de las mujeres y ella lo lanzó al pozo como si fuera basura, es una estupida, mira que semejante hombre, Anibal nunca quiso volverse un gran jefe porque no podría estar con Olga, le daba buena vida, pero también le daba calidad de tiempo, la mimaba, era considerado y besaba el piso por donde ella anda, yo no lo dejaba escapar ni loca —dijo Pamela mirando de reojo a Irina quien la miró contrariada y había un brillo de celos en ella.

—Pero a ti te gusta René ¿verdad? —dijo suave y un poco más desconcentrada.

—Si…, claro que me gusta, pero este fin de semana me deberías dar libre, casi no lo veo, así, lo nuestro no va a funcionar, dalo por hecho —dijo Pmela quien estaba aprovechando de sacar ventaja para poder pasar más tiempo con ese guapo castaño que la tiene arrastrando la cobija.

Irina asintió, ella se sonrojó de vergüenza, había estado presionando tanto a su equipo por el cambio de sede que no se le ocurrió que tenían una vida y que debía darles espacio.

—Bien, no te preocupes, ahora voy a una reunión, quiero terminar antes del mediodía, Anibal me trae el almuerzo, es que anoche me dolio un poco el estomago y me ha estado haciendo comida sana para que no me vuelva a doler —dijo con una gran sonrisa y Pamela solo se mordió el labio interior, ¿quien se enferma con tanta alegría?

*_*

Mientras tanto, en el Penthouse, la señora Mila ve a Anibal cocinar con paciencia, su jefa es una CEO importante y se ha ganado buena reputación gracias a su arduo trabajo, Anibal es muy cuidadoso con ella, y puede ver que es su naturaleza, Anibal es una persona que le gusta dar afecto con acciones.

—Joven Anibal, ella debe esperar su almuerzo, no se retrase, además, ella en la noche seguro va a estar molestando con comer alguna cosa prohibida, no le de el gusto —dijo Mili mientras lo mira divertida, ellos llevan dos meses viviendo en una armonía embriagadora, Mili tiene 55 años, claro que se da cuenta, hay afecto, aunque no hay una incomodidad sexual entre ellos, se nota que son muy compatibles, solo que no han llegado a eso.

—Si, ahora si le voy a poner límites a esa criatura majadera, ayer me venció demasiado rápido —dijo un poco molesto, Irina no era de cometer en la calles, así que siempre enfermaba cuando lo hacía, y Anibal era un consentidor insoportable.

—Bien, bien, no deje que vaya por ahí a comer otras cosas, ese tal Malcom la quiere llevar a cenar, a almorzar, ella no debería comer fuera de la dieta —dijo Mili con intenciones oscuras y vaya que tenía al gato en la bolsa.

—Ese fanfarrón es insoportable, vieras como mira a Irina, se la come con la mirada, casi le dobla la edad, es un viejo verde, Irina no está sola, yo la cuido —dijo con voz severa, el amable Anibal se había esfumado mostrando a un hombre rudo, Anibal no viene de un suburbio fino, viene de un orfanato y se ha sabido defender contundentemente.

—Asi se habla, ella es muy bella, debe tener muchos pretendientes, ella debe elegir al mejor —dijo Mili mientras que Anibal asiente con una incomodidad en el pecho, su cuñada es un ángel, es una niña buena y lo ha constatado este tiempo, ella es temperamental pero sabe escuchar, ¿que sería tan afortunado de tenerla?, se preguntaba un poco contrariado por la molestia que siente.