Renací Para Formar Mí Harén

Por la tarde al día siguiente, Elizabeth estaba sola tomando té en el jardín cuando vió aparecer a su hermano.

-Buenos días Arthur - lo saludo ella con una sonrisa traviesa

-Buenos días Eli - saludó él sonrojado desviando la mirada

-¿Querés decirme algo hermanito? - preguntó ella risueña ante la timidez de él

-Desde hace un tiempo quería preguntarte algo... - murmuró él, aún mirando para otro lado

-Arthur - lo llamó ella - mírame - él la miró a los ojos - nosotros no somos como los demás hermanos, no somos enemigos, somos mejores amigos, así que no tengas miedo o vergüenza de preguntar algo de mí, que yo te lo voy a contar todo

Arthur sonrió apenas, amaba a su hermana.

-Gracias Eli - le tomó la mano - Hace días quería preguntarte por tu relación con Caleb, pensé que estaban yendo en serio hasta que los vi anoche con Jasper...

-Arthur, Arthur... - sonrió ella - ya te había dicho que yo no soy una mujer de un solo hombre, me gusta Arthur, pero también me gusta Jasper, y si ellos me quieren a mí deberán aprender a compartirme - le explicó a su atónito hermano

-¿Ellos están de acuerdo con eso? - preguntó dudoso, a él no le gustaría compartir a su mujer

-Tendrán que estarlo si quieren seguir conmigo, si no, son libres de irse con otra mujer - finiquitó ella tranquila

-¿Y te vas a confirmar solo con ellos dos? - preguntó él curioso, ella solo le dió una sonrisa traviesa que hablaba más que mil palabras, su hermano al entenderlo suspiró, su hermana era terrible.

Caleb Miller se encontraba bebiendo un café tranquilo en un local a las afueras, necesitaba pensar mucho todo lo que había sucedido la noche anterior.

Estaba inmerso en sus pensamientos cuando notó que alguien se sentó frente a él, al levantar la vista lo vió, Jasper.

-¿Qué haces acá? - preguntó molesto Caleb con las cejas fruncidas

-Que no se te suba el ego, simplemente estaba por acá y te vi - explicó Jasper tranquilo - y…. Se me ocurrió que tal vez deberíamos hablar de lo que pasó anoche

-¿De qué tenemos que hablar? - preguntó Caleb haciéndose el desentendido

-De qué compartimos a Elizabeth, ya déjate de hacer el tonto que nadie nos escucha acá - lo regaño Jasper, aunque lo entendía bien

-¿Que querés hablar al respecto?, no hay nada que podamos hacer que la haga cambiar de parecer, llevo un buen tiempo tratando de cortejarla, pero ella me ha dejado las cosas claras - contó Caleb mientras suspiraba resignado

-¿Qué te ha dejado claro? - preguntó curioso Jasper

-Que no es mujer de un solo hombre - exclamó Caleb, creyendo en las palabras de la mujer que quería.

Ambos hombres se quedaron un minuto en silencio, sopesando esas palabras. Los dos la querían, y ninguno estaba dispuesto a apartarse de ella, por más que eso significara tener que compartirla.

En el palacio estaban los emperadores junto a sus hijos, los príncipes y la princesa. Discutían sobre la política del reino mientras merendaban.

-¿Cómo les fue en el debut? - preguntó de repente el emperador

-Estuvo lindo, pero la debutante es la típica niña mimada que molesta a los demás por su clase social - comentó Samuel recordando las palabras de Amelia

-¿Por qué decís eso? - preguntó la emperatriz curiosa

-Porque ambos la escuchamos criticar al hijo del señor Fitzwilliam por su clase social en frente de todos los presentes - explicó Jason molesto - y como sí eso fuera poco, hablaba de forma vulgar de su hermana, la señorita Elizabeth Wilson

-¿Su hermana?, no sabía que tenía hermana - exclamó sorprendida la princesa Sarah

Princesa Sarah Sinclair

-Sí tiene, es un año menor al parecer, pero por lo que pudimos notar es mucho más madura y sencilla que su hermana, ella fue la que invitó al joven Jasper - contó Jason recordandola con su porte elegante y bello andar

-Ay, no soporto ese tipo de señoritas - criticó Sarah - se piensan que un título o un marido adinerado lo hace todo, en lugar de tener un pensamiento o identidad propia.

-¿Cómo es la señorita Elizabeth físicamente? - preguntó de pronto la emperatriz

-Tiene el cabello blanco platinado, ojos celestes y es delgada - respondió Jason rápidamente - ¿por qué madre?

-Curiosidad - respondió simplemente la emperatriz para luego sumirse en sus pensamientos

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Unas horas después, Elizabeth andaba viendo más locales en venta, deseaba hacer una segunda adquisición, ya que la primera había tenido tanto éxito con los nobles, pero está vez deseaba hacer una para la clase media y para los plebeyos, que serían las mismas prendas, de calidad pero a precios más accesibles.

Iba sola, ya que no le había dicho a nadie de lo que planeaba hacer, iba a ser una sorpresa para sus amigos, además de que a los guardias no podía decirles nada o le contarían a su padre y él se daría cuenta rápidamente de lo que planeaba.

Cuando estaba por doblar por una esquina, un tipo encapuchado salió de la nada con un cuchillo en mano, intentando apuñalarla repetidas veces, las cuales ella rápidamente esquivó gracias a sus entrenamientos. Luego recordando algo de su vida anterior, se sacó su pañuelo de cuello y maniobrando con ello, le logró quitar el cuchillo al tipo.

El encapuchado iba con el puño cerrado hacia ella, con la intención de golpearla, cuando apareció un joven pelirrojo, esté lo agarró de la muñeca para luego derribarlo al suelo y asestarle un par de golpes.

-Disculpe señorita, ¿se encuentra bien? - preguntó él joven pelirrojo observándola, justo había visto cómo ella se había logrado defender del maleante y estaba sorprendido

-Perfectamente, muchas gracias jóven por su intervención - le agradeció ella tranquila

Cuando volvieron su vista al maleante esté ya no estaba tan encapuchado, pero no lo conocía de nada.

-Ella vendrá por vos - dijo el tipo mirando lascivamente a Elizabeth para luego tragarse una bolsita de veneno y morir en el acto.

-¿Sabe usted a qué se refería? - preguntó preocupado el pelirrojo

-Creo saber a qué se refiere - exclamó ella pensativa, luego miró al pelirrojo - joven, le voy a pedir por favor que se olvide de haberme visto acá, me escapé de casa para comprar unas cosas y nadie debe saber lo que pasó

-De acuerdo señorita, pero al menos dígame su nombre - pidió el jóven, haciéndola sonreír

-Elizabeth Wilson, ¿y usted? - preguntó ella

-Gideon Smith, a su servicio - se inclinó ante ella, pero cuando se levantó la joven ya no estaba.

Gideon Smith

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Les pido mil disculpas, pero hoy solo les voy a poder traer este capítulo, estoy con mucho dolor de muela y no logro concentrarme, el viernes hacemos maratón normal, perdónenme 🙏🏻🙏🏻🙏🏻