Renaciendo Como La Hija Maltratada

Cómo a eso de la tarde, vino el mayordomo a decirnos que los emperadores, nos invitaban a una cena con todos los invitados de otros imperios y reinos.

Así que mi tío se fue a vestir para estar listos a la hora, yo me metí a bañar y Luna preparo mi atuendo que sería un vestido de mi tienda de ropa, y la de mi príncipe también, ya que nos estamos quedando en la misma habitación, sé que para esta época puede ser algo atrevido e inhibido, pero después de todo seremos esposos y aún no hemos hecho nada de nada ya saben.

Luna— Señorita le traje este aceite de rosas, espero que le guste—

Yo— Gracias Luna— le digo mientras salgo de la tina y me envuelvo en una toalla.

Luna da un asentimiento y me acompaña hasta la cama, ahí está mi vestido y zapatos.

Después de ponerme el vestido entra Dahvid ya vestido, él se acerca a mí y me da un besito después él se sienta mientras Luna me ayuda con el peinado, mientras ella hace eso yo me hago un maquillaje natural nada de pesado, también me pongo del aceite de rosas que me dio Luna y debo de decir que huele exquisito.

Cómo ven así vamos vestidos, mi vestido no es tan pomposo que digamos por qué no quiero parecer piñata.

Después de un rato llegó mi tío, por qué ya es hora de presentarnos a la cena, al llegar ahí estaban los emperadores de Lunne y otros más nosotros nos acercamos e hicimos una media reverencia a sus majestades.

Había algunos nobles importantes, pero ellos nos hicieron reverencia a nosotros, no nosotros a ellos y no es por mal educación, ya que nosotros también se las regresamos, ya solo faltaba la familia de la prometida.

Uy creo que los invoque porque empezaron a entrar, y no es por tirar la mala vibra, pero ella venía con un vestido que parece que tiene mil capas.

Dahvid—Mi amor disimula un poco—

Yo— Je, je, je perdón, dear a veces se me olvida—

Le digo yo mientras cambio de cara a una más seria, ella hace su entrada triunfal, al hacer la reverencia a sus majestades casi se va de bocas por qué su vestido de la parte de atrás se le levantó, ay por Dios me quiero reír pero no puedo.

Yo con David y mi tío nos vamos a sentar a nuestra mesa porque es la que tiene el nombre de nuestro imperio, después el emperador da un anuncio agradeciendo por haber venido de tan lejos a presentar tan esperado evento.

Puedo sentir una mirada algo curiosa y esa es de mi querido hermano Luca, será que nota el parecido que tenemos.

Hay cuánto daría por no parecerme a él, qué pecado habré cometido para que Dios me castigue así, oh ya se fue haber sido tan estúpida en mi primera vida como Alessia.

También noto, algunas miradas de envidia, en especial la de Jazmín, que será que ya me reconoció, y ve que estoy con dos hombres tan atractivos, uno mi tío y el otro mi amado prometido. Y la de su madre también me mira con rabia, como si yo le hubiese hecho algo, vean a estas.

Dahvid—Estás bien mi amor—

Yo— Sí dear—

Estos días en este imperio serán entretenidos, veamos qué tienen preparado para mí.

Cuando sirvieron la comida, debo de decir que estaba muy rica, no como la que preparan en Solty, pero sí le doy un diez de diez nada mal.

Después de la cena, los hombres se reunieron por su lado a conversar y las mujeres por el otro, yo estaba entre ellas escuchando como hablan de joyas vestidas y algunos chismes de sus imperios.

MJ— Emperatriz, estoy tan feliz de que nuestros hijos se hayan comprometido— habla emocionada  la madre de jazmín

Emperatriz— Si también me alegro, espero que la señorita Jazmín sea buena Princesa heredera—

Jazmín— Yo seré la mejor Princesa heredera— Dice ella con una voz chillona

Yo estaba que me moría de la risa por sus gestos tan infantiles y graciosos que hacía.

MJ— ¿Y usted señorita de qué imperio es?—Dice ella viéndome

Yo—Soy Ginevra Montenegro Prometida del príncipe heredero de Solty —

Algunas mujeres me ven sorprendidas, ya sé por qué.

X—¿Oh es usted acaso la dueña de la Principessa y Piazzetta?—

Yo— Si soy yo su alteza — le digo, ya que ella es emperatriz del imperio Ustrell. Uno de los mejores imperios en comercio

Em— Me encantaría tener una charla con usted en privado—

Yo:”— Encantada alteza, mañana podríamos— ella acepta feliz

Y seguimos conversando entre nosotras y la madre de Jazmín se moría del coraje porque quería humillarme, pero le salió mal.