LA ESPOSA DEL MAGNATE

Alicia mordió su labio inferior

— No, debe de haber alguien que pueda llevarme, hay personas buenas en el mundo, sé que hay alguien que puede llevarme.

Paso una hora y nadie detuvo su carro para llevarla

— Muy bien, malas personas.

Ella resopló se está acabando el tiempo

— Volvemos al plan A, quien se resistiría a mi encanto.

Ella levantó un poco su falda y mostró su delicada pierna, pero paso otra hora y todos los que veían sus piernas se detenían, luego vieron su rostro y arrancaron el auto sin dejarla poner un solo pie en el auto.

—¡¡Todos manadas de tontos, solamente les interesa la belleza, pero saben que, se perdieron a esta belleza debajo del disfraz!!

le gritó al último auto que no la llevo por su rostro

— Este mundo está perdido, solo le interesa la belleza

“este frío me está matando, además sé que ya deben de estarme buscando, ese hombre sé que me matará, que hago ay que molesto es esto”

empezó a alejarse un poco más mientras estaba perdida en sus pensamientos, cuando levanta su cabeza que miraba hacia el suelo vio a un grupo de hombres vestidos de negro, su tez palidece más de lo que estaba, reconoció quien los guiaba, ya que era el hombre que estaba en el asiento del conductor junto al chófer.

Ella miró por todas partes, pero venían de ambos lados, cuando miro frente ella un carro se había detenido.

— Sé que debo dejar de ver películas de acción, pero será luego.

corrió hacia el carro y cuando el conductor no veía salto al carro, su sonrisa se hizo más profunda

— Ja, ja, ja mi suerte es genial

Ella miró hacia atrás y vio una manada de cerdos, cerro sus ojos.

— Por qué tengo tan mala suerte, no, por qué me pasa esto a mí.

Alicia miró como Vitale se acercaba cada vez más y tomo una decisión

— O me atrapan O me pongo a oler a cerdo.

“Eso no se pregunta Ali”

Alicia trató de acomodarse entre los cerdos, pero El carro arranco muy rápido Y ella no pudo sostenerse bien y la mitad de su cuerpo fue a parar fuera del carro.

— Aaahhhh ayúdenme

Alicia continuo gritando, los transeúntes que la miraron solo se dedicaron a tomar fotos.

El carro pasó Cerca del auto de Enzo y el grito lo molesto, en ese momento Vitale se acercó corriendo a él.

— Jefe

Enzo lo observo y su voz fría E impaciente pregunto

— Donde está ella

Vitale observo al carro que se alejaba y dijo

— Está en el pequeño camión

Los ojos de Enzo se oscurecieron, dijo con voz helada

— Detén el camión

— Si jefe

Vitale le ordenó a los guardias detener el camión.

El conductor no estaba prestando atención a lo que sucedía a su alrededor, mientras cantaba se dirigía a su destino, cuando siete autos se le interpusieron obligándolo a parar.

El conductor freno y miro a los hombres que salieron de los autos negros.

“No he cometido algún error, ni siquiera peleó con nadie por qué me pasa esto”

El hombre fue bajado del camión y lo tiraron al suelo, él temblando espero sin decir nada.

Alicia sintió como freno el camión y ella pudo estabilizarse.

Pero un mal presentí miento le vino, y este se cumplió rápidamente.

El auto de Enzo freno cerca y ella lo miro desde lejos se notaba lo enojado que estaba, ella tragó, pero no se bajó del camión.

Enzo miro a la mujer desaliñada y su enojo creció más

“sabe esta mujer cuántas mujeres esperan casarse con él, pero ella huye de mí”

Sus ojos fríos no la abandonaron en ningún momento.