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Frontera Roja

Frontera Roja

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Oficina / Policial
Popularitas:2.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Francia Laura

Klea es policía en Interpol, destacada en la región de Almería para mejorar la gestión de registros de los migrantes.
Alejandro es juez en la dependencia policial en Almería y tiene una relación tóxica con Victoria, pero le gusta mucho a Klea.
Ambos van a compartir una vida como perro y gato, silencio y burlas, odio y sarcasmo, hasta que la llegada de Kader hace los cambios pertinentes.

NovelToon tiene autorización de Francia Laura para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una petición

Klea – le ordena al guardar su teléfono – hay un hombre que es requisitoriado en su país, el sistema señala que tiene orden de captura.

- ¿Y? – le importa un rábano, tiene un recién nacido en sus brazos.

-Tú hablas árabe, dile a ese hombre que hoy mismo será deportado. Él es un ciudadano inadmisible.

- ¿Dónde está el señor? – se queda inmóvil, pues lo ve como una estrategia para hacer burlas.

- Te acompaño, es ese de allí. – le señala a lo lejos.

- Puedo ir sola. – se muestra arrogante y lo fulmina con la mirada.

- Necesito saber que va a decir el tipo ese, soy el juez y soy yo quien determina que hacer.

- No que lo va a deportar. – su entonación expresa a que cosa quieres.

- Debo saber qué es lo que va a decir al saber que no puede estar más tiempo en territorio español.

Klea camina hacia el hombre y Alejandro la sigue. Entre Klea y el migrante sostienen una conversación, ella se muestra amable.

-Intendente, este hombre está prófugo de la justicia de su país, dígale que será deportado el día de hoy.

Klea le habla en su idioma y el hombre se jala los cabellos de la desesperación y le dice:

-Clemencia, señorita. El delito que cometí es porque teníamos hambre. Deme una oportunidad.

Klea traduce la frase, y Alejandro le ordena decir que lamentablemente él no puede quedarse en España, será deportado está noche.

Klea quiere ayudar a ese hombre, su cara refleja dolor, sufre, el hambre lo obligó a cometer un craso error, pero se lo dijo de buena manera, el hombre no pudo con la pena, lloró y gritó que, por favor, clemencia que debe llevar comida a su familia. Klea quiere darle una oportunidad al hombre y pide al juez que estudie su caso, antes de tomar una decisión.

-Esta buscado por la justicia de su país. – habla con enojo, porque no le gusta la compasión de Klea.

- Este hombre está desesperado por llevar dinero a su familia para que puedan tener que comer. – ella se muestra fría ante él.

- Lo deportaré está noche y no quiero peros. Si en su país lo quiere matar que lo maten. Él no se quedará más tiempo en España.

- Estudie el caso, puede que no sea tan grave y solo sea una exageración.

-¿Estas loca, Teresa de Calcuta? – se burla de ella – perder tiempo en una investigación, tengo mucho trabajo y más importante que ver el caso de un delincuente.

- Es arbitraje. – le restriega en la cara.

- Lárgate de aquí si no quieres que esa mugre de bebé pague el precio. - esta alterado y el llanto de la pequeña lo puso más nervioso.

- Atrévase. – su tono de voz suena a amenaza, al igual que la mirada.

Klea se fue con la bebé y otros niños que la esperan para ser acogidos, conforme ella se aleja Alejandro cierra sus puños con tanta fuerza que deja en blanco sus nudillos, Klea nuevamente lo deja mal parado. Tiembla, pero no se sabe si de cólera o de impotencia porque ante la fuerte posición de Klea hizo que ella saliera con la suya. Lo único que pudo pronunciar con rabia mal guardada es que deporten al hombre no importa cómo.

Klea se presenta ante el juez de los menores, para solicitar albergue para seis niños.

- Intendente Vergara, me están informando que solo podemos albergar a tres de los seis niños.

- Entiendo. - se siente decepcionada y de inmediato recuerda la promesa que le hizo a Aylan Kurdi – señor juez, ¿Cree usted que yo califico para tener la patria potestad temporal de los niños?

- Intendente Vergara. Usted es agente activa, ¿Quién va a cuidar de los niños?

- Puedo remediar. Con Alma, me la llevaría al trabajo, ya que es recién nacida.

- ¿Alma? ¿Cuánto tiempo tiene la recién nacida? – el juez necesita evaluar el caso.

- Ha nacido está mañana, debo registrarla todavía.

- Son tres niños, no vas a poder, primero porque no conoces su cultura, dos, necesitan bastante atención psicológica porque están separados de sus padres...

- Pero me puede facilitar una asistente social, ella puede venir a monitorear a los niños. Tengo una vecina – pensó en la pareja de Eduardo – es educadora, ella puede ayudarme a proveer material para que los niños estudien. - interrumpió con ese comentario.

- Intendente, entiendo su preocupación por los niños, pero usted sola no va a poder, ya que un recién nacido exige atención las 24/7, tiene trabajo seglar y dígame ¿Con que tiempo y fuerzas va a dedicarse a estos otros dos niños? – intenta ser razonable con ella.

- ¿Dónde van a vivir? ¿En la calle? – quiere persuadir al juez una vez más – es preferible que estén bajo un techo que hagan travesuras que a que pasen hambre y padezcan con el calor.

- Eso es ser inhumano, los niños necesitan vivir bajo un techo.

- Efectivamente, pero yo puedo buscar familias que puedan dar hogar temporal a esos niños.

- No se puede razonar contigo. - el juez de menores está impaciente ante Klea.

- Señor juez, que le parece si se quedan conmigo hasta que encuentre familias disponibles y calificadas para acogida temporal.

- Intendente, usted sí que pelea hasta el final. Pero hay un detalle que estamos olvidando, usted necesita de un abogado para que le ayude a tramitar la tenencia temporal de los niños en las familias de acogidas.

- ¿Es un sí, señor juez? – ella está muy emocionada.

- Te voy a ayudar esta vez, pero no siempre. Y no te vayas a encariñar, recuerda que es temporal.

- Si, señor juez. Gracias por ayudar a estos niños.

- Ésta será la primera y última vez. Recuerda que no es legal hacer estos favores, me estoy jugando el pellejo.

- Seré diligente, señor juez. Gracias nuevamente.

Klea salió contenta del despacho del juez de menores, ella puede tener a los niños hasta que se encuentren familias calificadas para la acogida temporal. Por lo tanto, ella se queda con Florence de ocho años natural de Nigeria, luego está Kader de dos años y kurdo, y la bebé Alma cuya madre era argelina.

Klea, se fue a casa, con los niños, tenía que comprar ropa y comida para ellos. Y sobre todo leche de fórmula para Alma. Los vecinos la observan y ella les explica que es por unos días hasta que se encuentren familias calificas para sus cuidados.

La intendente hace pasar a los niños en su departamento, Florence y Kader se muestran asustados, nunca han tenido casa y si la tuvieron nuca fue tan bonita.

Luego les ofrece ver la televisión a Florence para ver dibujos animados en inglés, su televisor está conectado a internet, por lo que será fácil buscar un programa para ella. Deja a Alma sobre el sillón mientras duerme.

Por el momento ya tiene a una ocupada con el televisor, y la más pequeña durmiendo, ahora es el turno de dar de comer a Kader y para aplacar el hambre le da unas galletas con leche, quien se la entibia en el microondas, mientras lo acomoda con un cojín sobre la silla.

Kader come con gusto sus galletas y toma con buen gusto su leche, Klea lo endulza con una cucharadita de miel. A Florence le prepara tallarines, es rápido y fácil cosa que le permite hacer un pedido por aplicativo en farmacia para Alma, pide pañales, leche de fórmula y otras cosas que pueda necesitar.

Mientras Florence come frente al televisor, Kader come sus galletas, Klea prepara un lugar para que los niños tengan donde dormir. Luego tiene pensado ir de compras, pero suena el timbre.

- ¿Quién será a esta hora? De seguro el pedido. – ella muy confiada abre la puerta.

Ella no solo encuentra su pedido, al suelo, sino que también sus vecinos le han hecho regalos, hay ropa para los tres recién llegados, comida, y bastantes cosas para la bebé. Klea se emociona tanto que no puede evitar llorar, ella no tiene por qué gastar tanto dinero. Ella retira las bolsas hacia el interior de su departamento. Ella mira a los niños, mira el techo, vuelve a mirar a los niños y se da cuenta de que son bendecidos.

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Cleo Goitia
Excelente
Francia Ortega: Gracias por valorar la historia
total 1 replies
Sabri Nahir Zapata Zini
Hermosa historia!!
Francia Ortega: Gracias por valorar esta historia./Smile/
total 1 replies
Sabri Nahir Zapata Zini
Muy buena historia! Me encanto
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