Un Omega En El Mundo De Las Bestias

Gregorio.

Llevo una semana en este lugar desconocido lleno de hombres bestias supersexy, y estuve viendo que a las mujeres la veneran como diosas y también que son muy pocas para la cantidad de hombres que hay, por cada mujer hay como 50 hombres, lo interesante es que las mujeres algunas llega a tener hasta 15 parejas y según escuche pueden ser más. Algunas mujeres me han preguntado si quiero ser su pareja, pero estoy más interesado en esos guapos y sexis hombres lo malo es que están interesados solo en las mujeres y no en hombres.

En este mundo soy el único omega, no existen los alfas, omegas o betas son todos hombres bestias. Si en este sitio no consigo pareja moriré bello y virgen *suspiro* sería un desperdicio de tanta belleza.

Ian el león blanco es el jefe de la aldea y lo raro es que no tiene pareja. Ya quisiera serlo yo está como quiere el condenado.

Hoy saldré a explorar el bosque con Ian, le pedí que me sacara cuando saliera a cazar y eso es hoy así también recolectó algunas hierbas y especias, ya que estoy cansado de comer carne sin una pizca de sabor y también veo que las mujeres sufres de dolor de panza muy frecuente y el médico ya está muy anciano a puras penas se mueve así que quiero alivianar su carga.

Ian: *Grita* Gregorio ya vámonos.

Gregorio sale de la choza apresurado a alcanzar a Ian sube en el lomo del león y van adentrándose al bosque. Pasando un buen rato Ian se detiene.

Ian: yo estaré cerca del río es el lugar donde más animales hay

Gregorio: entiendo, veré si encuentro medicinas entre otras cosas.

Ian: está bien, pero no te alejes.

Gregorio: no lo haré *mirando por los alrededores*

Ian no estaba lejos de donde se encontraba Gregorio cada cierto tiempo lo miraba y lo veía recolectar hierbas, él había cazado un par de animales como un jabalí, conejos y patos así también Gregorio encontró muchas especias y hierbas medicinales entre ellas; menta, manzanilla, tomillo, orégano, boldo. También encontró árbol de canela y laurel, no podía creer que encontró todo eso en un solo lugar y en un solo día era impresionante. Lo que Gregorio recolectó lo fue guardando en una bolsa de piel que le dio Ian.

Ian al terminar de guardar la carne en bolsas, se acerca a Gregorio para volver a la aldea.

Ian: ya terminaste?

Gregorio: si por hoy creo que estoy bien, pero quiero volver lo antes posible quiero juntar otras hiervas que pueden servir, puede que hasta frutas o verduras. Ya no quiero comer solo carne quiero té en el mañana, también tengo que buscar algo para aliviar el dolor de cabeza que me produce cuando me llega mi celo.

Ian: celo?

Gregorio: si celo, épocas donde uno busca aparearse

Ian: vas a buscar una hembra para eso?

Gregorio: no necesariamente, tendría que buscar un alfa o un beta pero acá no existen. Lo más parecido a ellos sería un hombre.

Eso sorprendió mucho a Ian el saber que Gregorio quiere aparearse con un hombre en ves de con una mujer, pero de alguna forma era lo estuvo esperando escuchar sin siquiera haber preguntado en el fondo deseaba esta confección y lo obtuvo. *sonrie*