a veces siento que mi desconocido existe y me está buscando.
siento que hay alguien que me conose mejor que yo misma
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¿Quién educa a los salvajes?
Todo era un alboroto en el ducado. La familia real estaba preocupada por Indira, pero la duquesa estaba furiosa y preocupada por Sofía. "¿Qué va a pasar con mi hija?", preguntó a los guardias. "¿Por qué la han encerrado en un calabozo?"
Los guardias se miraron entre sí, incómodos. "El duque dio la orden, señora. Su hija atacó a la señorita Indira y..."
La duquesa no dejó que terminaran de hablar. "Quiero ver a mi hija", exigió. "Quiero saber qué está pasando y qué van a hacer con ella, déjenme pasar ¡yo soy su duquesa!, grito furiosa.
Mientras tanto, el duque estaba en la habitación contigua, escuchando al médico que examinaba a Indira. "¿Qué tan grave es?", preguntó, su voz llena de preocupación y rabia.
El médico respondió con serenidad. "La señorita Indira tiene varios rasguños y moretones, pero nada que ponga en peligro su vida".
El duque apretó los puños. "Quiero que Sofía pague por esto", dijo, su voz llena de veneno. "La voy a hacer sufrir por lo que le ha hecho a mi hija".
—Padre, no te enojes con Sofía; ella no lo hizo intencionalmente, solo fue un accidente —le dije, mientras la rabia me invadía. Era mi manera de intentar embarrar más a la estúpida de Sofía.
En mis recuerdos, esa misma noche, ella armó un escándalo. Mientras Indira trataba de tomar un poco de aire, Sofía se acercó y le dijo que era una bastarda, que solo estorbaba; que el Duque no la quería, que solo le tenía lástima. se sentío tan mal; sus lágrimas caían como cascadas al preguntarse qué había hecho para merecer tanto desprecio de esta gente.
Sofía empezó a gritar que no la lastimara y a llorar. Indira solo la miré, sorprendida por su drama.
Por el escándalo, los invitados se acercaron y vieron la escena: Sofía en el suelo, con rasguños y su vestido hecho añicos.
El Duque se acercó a ella y preguntó qué había ocurrido. Sofía, con esa habilidad para manipular, dijo que indira le había echado daño, que le había dicho cosas horribles y que era una bastarda.
El Duque se decepcionó mucho de indira. La castigó encerrándola en su habitación y alejándose más de ella. Fue un sufrimiento tan grande que callo en una profunda depresión; nadie estaba allí para cuidarla.
Sofía tiene que pagar por eso, y eso es lo que haré: la haré sufrir tanto que pedirá que la mate rápido.
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—Indira, ¿cómo puedes decir algo así? No trates de cubrirla. Mira lo que te hizo, te lastimó en el día de tu cumpleaños. Ella merece un castigo severo. Ya me he cansado de su mal comportamiento y su mala educación, eso lo he dejado pasar, pero esto no —dijo el Duque, bastante enojado.
Solo bajé la cabeza.
—Mi amor, no es tu culpa. Mira cómo te dejó —me miró con una mezcla de tristeza y rabia.
—Padre, estoy bien. Sabes muy bien que sé defenderme, pero ella es mi hermana. Jamás le haría daño —dije, mirándolo con cariño.
—Ella no merece tu respeto —me abrazó con cariño y depositó un dulce beso en mi cabeza.
Toc, toc, toc.
—Pase —dio el permiso el Duque.
—Mi señor, la Emperatriz está muy preocupada por mi señorita. Ella quiere verla para asegurarse de que esté bien.
—Oh, sí, ellos están esperando. Me distraje. Diles que pueden pasar a verla.
—Claro, con su permiso —dijo Cristal, saliendo de la habitación.
—La Emperatriz parece que te aprecia mucho —me dijo el Duque.
—Sí, y yo a ella. Es una mujer muy dulce, tiene un gran corazón —respondí, y el Duque me sonrió.
La puerta se abrió de golpe. Miré quién era.
Era la Emperatriz, con el rostro preocupado y un poco molesta.
—Oh, pero mira cómo estás, cariño. Tu preciosa carita está toda rasguñada —me dijo, acariciando mi rostro muy despacio, inspeccionando todo mi cuerpo para ver si no tenía otra herida.
—Mi amor, dale un poco de aire —intervino el Emperador, que entró detrás de ella.
La Emperatriz miró al Duque, molesta. En el tiempo que la conocí, nunca la había visto así.
—Duque, espero que tome medidas extremas con la señorita Sofía. Yo no tolero este tipo de comportamientos. Su hijastra merece un castigo. Eso solo lo hace un salvaje. ¿La madre de esa niña acaso no la educa bien?.