Tres hermanos crecieron escuchando las historias de Aetheria, un mundo mágico que su madre les contaba. Tras su repentina partida y obligados a ir a un orfanato, descubrirán que Aetheria es más que un cuento... es una llave a un destino que nunca imaginaron. ¿Que sucederá con los tres hermanos?
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CAPITULO #9 TEMPORADA #2
Eli, con valentía, respondió: "¿Qué es lo que crees que te pertenece?"
El Príncipe de las Tinieblas, cuyo nombre era Zarthus, soltó una risa fría y resonante. "AETHERIA. Todo AETHERIA. Y tú, princesa, serás mi reina."
Eli sintió un escalofrío, pero mantuvo la compostura. "Nunca me someteré a ti, Zarthus. Lucharé por mi reino y por mi gente."
Zarthus sonrió con malicia. "Veremos, princesa. Veremos..."
A pesar de su encuentro amenazante, Eli no podía negar la extraña fascinación que sentía por Zarthus. Había algo en su oscuridad y su poder que la atraía de una manera que no podía comprender.
En los días siguientes, Eli no podía dejar de pensar en Zarthus. Lo veía en sus sueños, escuchaba su voz en el viento. Sabía que debía mantenerse alejada de él, pero una fuerza irresistible la impulsaba a buscarlo.
Una noche, Eli regresó al Bosque Oscuro. Allí, en medio de la oscuridad, encontró a Zarthus esperándola.
*Zarthus, con una mirada intensa, dijo:* "Sabía que vendrías, princesa. Sabía que no podrías resistirte a mí."
Eli se acercó a Zarthus, sintiendo una mezcla de miedo y deseo. Sabía que estaba jugando con fuego, pero no podía evitarlo.
Zarthus tomó la mano de Eli y la condujo a través del bosque. La llevó a un claro donde una cascada iluminada por la luna caía en una piscina cristalina.
*Zarthus, con una voz suave y casi melancólica, dijo:* "Este es mi lugar secreto, princesa. Un lugar donde puedo escapar de la oscuridad y encontrar un poco de paz."
Eli miró a Zarthus con curiosidad. Vio en sus ojos una tristeza profunda, una soledad que resonaba con la suya propia.
*Eli, con sinceridad, respondió:* "No pareces un monstruo, Zarthus. Pareces alguien que ha sufrido mucho."
Zarthus apartó la mirada, avergonzado. "No sabes nada de mí, princesa. No sabes nada de la oscuridad que llevo dentro."
*Eli se acercó a Zarthus y le tomó el rostro entre sus manos. Con ternura, dijo:* "Quiero saberlo. Quiero entenderte."
Zarthus se sorprendió por la audacia de Eli. Nadie nunca se había atrevido a acercarse tanto a él, a ver más allá de su máscara de crueldad.
Poco a poco, Zarthus comenzó a abrirse a Eli. Le contó sobre su pasado, sobre la traición que lo había llevado a abrazar la oscuridad. Le habló de su soledad, de su anhelo de amor y aceptación.
Eli escuchó con atención, sintiendo una profunda compasión por Zarthus. Vio en él a un alma herida, un ser que necesitaba ser amado y comprendido.
A medida que pasaban las horas, Eli y Zarthus se acercaban cada vez más. Descubrieron que compartían una conexión especial, una afinidad que trascendía sus diferencias.
[30/6 6:18 p. m.] Sixi: ¡Hola, Yoheli! ¡Entendido! Aquí tienes la continuación del capítulo anterior, expandido según tus indicaciones:
... (Continuación del capítulo anterior)
Zarthus tomó la mano de Eli y la condujo a través del bosque. La llevó a un claro donde una cascada iluminada por la luna caía en una piscina cristalina.
*Zarthus, con una voz suave y casi melancólica, dijo:* "Este es mi lugar secreto, princesa. Un lugar donde puedo escapar de la oscuridad y encontrar un poco de paz."
Eli miró a Zarthus con curiosidad. Vio en sus ojos una tristeza profunda, una soledad que resonaba con la suya propia.
*Eli, con sinceridad, respondió:* "No pareces un monstruo, Zarthus. Pareces alguien que ha sufrido mucho."
Zarthus apartó la mirada, avergonzado. "No sabes nada de mí, princesa. No sabes nada de la oscuridad que llevo dentro."
*Eli se acercó a Zarthus y le tomó el rostro entre sus manos. Con ternura, dijo:* "Quiero saberlo. Quiero entenderte."
Zarthus se sorprendió por la audacia de Eli. Nadie nunca se había atrevido a acercarse tanto a él, a ver más allá de su máscara de crueldad.
Poco a poco, Zarthus comenzó a abrirse a Eli. Le contó sobre su pasado, sobre la traición que lo había llevado a abrazar la oscuridad. Le habló de su soledad, de su anhelo de amor y aceptación.
Eli escuchó con atención, sintiendo una profunda compasión por Zarthus. Vio en él a un alma herida, un ser que necesitaba ser amado y comprendido.
A medida que pasaban las horas, Eli y Zarthus se acercaban cada vez más. Descubrieron que compartían una conexión especial, una afinidad que trascendía sus diferencias.
De repente, Zarthus se acercó a Eli y la besó. Fue un beso apasionado y desesperado, un beso que hablaba de anhelo y de deseo. Eli respondió al beso con la misma intensidad, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho.
Cuando se separaron, ambos estaban sin aliento.
*Zarthus, con una voz ronca, dijo:* "No debí hacer eso, princesa. No puedo ofrecerte nada más que oscuridad y dolor."
*Eli, con determinación, respondió:* "No me importa la oscuridad, Zarthus. Quiero estar contigo, a pesar de todo."
Zarthus miró a Eli con incredulidad. Nunca había conocido a alguien tan valiente y tan dispuesta a amarlo incondicionalmente.
*Zarthus, con una sonrisa triste, dijo:* "Eres demasiado buena para mí, Eli. No merezco tu amor."
*Eli tomó la mano de Zarthus y la apretó con fuerza. Con convicción, dijo:* "Te amo, Zarthus. Y lucharé por ti, hasta el final."
Zarthus sintió que su corazón se llenaba de esperanza. Por primera vez en mucho tiempo, creyó que tal vez podría encontrar la felicidad.
Eli y Zarthus pasaron la noche juntos en el claro, compartiendo sus secretos y sus sueños. A medida que la luna se movía en el cielo, su amor se hacía más fuerte y profundo.
Al amanecer, Zarthus llevó a Eli de regreso al borde del Bosque Oscuro.
*Zarthus, con una mirada preocupada, dijo:* "Debes regresar a tu reino, Eli. Mi presencia aquí es un peligro para ti."
*Eli, con tristeza, respondió:* "No quiero irme, Zarthus. Quiero estar contigo."
*Zarthus tomó el rostro de Eli entre sus manos y la besó suavemente. Con ternura, dijo:* "Volveré por ti, Eli. Te prometo que volveré."
Eli abrazó a Zarthus con fuerza y luego se alejó, con el corazón lleno de esperanza y de temor.
De regreso en el castillo, Eli no podía dejar de pensar en Zarthus. Sabía que su amor era peligroso, pero no podía evitarlo. Estaba dispuesta a arriesgarlo todo por él.
Mientras tanto, en el Bosque Oscuro, Zarthus se preparaba para la guerra. Sabía que su amor por Eli lo había debilitado, pero también le había dado la fuerza para luchar por lo que creía.
Zarthus reunió a sus guerreros y les habló de su amor por Eli. Les dijo que juntos podían crear un nuevo mundo, un mundo donde la oscuridad y la luz pudieran coexistir en armonía.
Los guerreros de Zarthus, inspirados por su líder, juraron luchar a su lado hasta el final. — Se equivocan mis leales súbditos no habrá guerra, eh pensado en que mi princesa no querría eso, Haci que iremos todos a AETHERIA a pedir la mano de mi futura reina—
En lugar de declarar la guerra, Zarthus, impulsado por su amor por Eli y el deseo de evitar un derramamiento de sangre innecesario, decidió tomar un camino más audaz y diplomático. Reunió a sus hombres más leales y, en lugar de prepararse para la batalla, se dirigió al castillo de AETHERIA.
Al llegar a las puertas del castillo, Zarthus solicitó una audiencia con el rey, el padre de Eli. Su llegada causó conmoción y alarma entre los guardias y la corte, pero Zarthus insistió en que venía en son de paz y con una propuesta honesta.
Finalmente, el rey accedió a recibir a Zarthus en el salón del trono. La tensión en el aire era palpable mientras Zarthus, rodeado de sus guerreros, se arrodillaba ante el rey.
*Zarthus, con voz firme y respetuosa, dijo:* "Majestad, vengo no como un enemigo, sino como un hombre enamorado. Amo a vuestra hija, la princesa Eli, con todo mi corazón. Y en lugar de tomar AETHERIA por la fuerza, vengo a pediros su mano en matrimonio."
El rey quedó atónito ante la audacia de Zarthus. La corte entera murmuraba sorprendida. Eli, que había estado observando desde una galería secreta, sintió que su corazón se aceleraba.
*El rey, después de un largo silencio, respondió:* "Príncipe Zarthus, vuestra propuesta es inusual, por decir lo menos. Sois el gobernante del Reino de las Tinieblas, un lugar de oscuridad y misterio. ¿Cómo puedo estar seguro de que vuestras intenciones son sinceras y que haréis feliz a mi hija?"
*Zarthus, con sinceridad, respondió:* "Majestad, entiendo vuestras preocupaciones. Pero os aseguro que mi amor por Eli es verdadero y profundo. Estoy dispuesto a renunciar a mi reino y a mi poder si es necesario para estar con ella. Quiero construir un nuevo futuro junto a ella, un futuro donde la oscuridad y la luz puedan coexistir en armonía."
El rey miró a Zarthus a los ojos, buscando señales de engaño. Vio en ellos una sinceridad innegable.
*El rey, con un suspiro, dijo:* "Príncipe Zarthus, os daré una oportunidad. Permitiré que cortejéis a mi hija, la princesa Eli. Si lográis ganaros su corazón y demostrarme que sois digno de ella, entonces consideraré vuestra propuesta."
Zarthus sonrió con alivio y gratitud.
*Zarthus, con entusiasmo, respondió:* "Gracias, Majestad. No os decepcionaré."