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Ecos Del Corazon

Ecos Del Corazon

Status: En proceso
Genre:Centrado emocionalmente / Autosuperación / La Vida Después del Adiós / Reencuentro
Popularitas:439
Nilai: 5
nombre de autor: Nijuma San

dos vidas al borde del abismo, sus sentimientos y emociones se cruzan, sueños inalcanzables.
Sora un chico de 19 años que ha abandonado sus sueños y Mai una chica de 18 que no sabe como avanzar, a donde nos llevará su encuentro.

NovelToon tiene autorización de Nijuma San para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo 20:El corazón recuerda lo que la mente olvida

El pueblo se encontraba en esa hora ambigua antre el mediodía y la tarde, cuando el sol ya no está en su punto más alto, pero aún se niega a bajar del todo. La luz, más suave que intensa, se filtraba entre las ramas de los arboles dormidos, pintando sombras doradas sobre los caminos de piedra que serpenteaban por el pueblo.

Una brisa ligera arrastraba consigo el aroma dulce de las flores silvestres que crecían entre los muros de piedra y las cercas de madera. El canto lejano de una cigarra rompía el silencio, mezclándose con el eco suave de unas campanas que sonaban desde la capilla del lago, marcando una hora que parecía suspendida entre dos épocas.

Los faroles, aún apagados, esperaban su momento en las esquinas, mientras algunos niños corrían descalzos junto al lago, sus risas pareciendo ecos de un pasado que aún vivía en el aire.

Mai y los demás tenían entre los 9 y 10 años de edad, niños que a los ojos del pueblo, eran un grupo raro, pero siempre ayudaban en lo que podían. A veces cargaban pedidos con el padre de Mai, otras veces cortaban el pasto de las casas de personas mayores.

Se la pasaban jugando y corriendo a todas partes, los pícnics qué hacían entre ellos en lugares como la plaza de los trigales, o la cascada, eran momentos de puras risas.

Jugaban a la pelota en las orillas del lago, y en las tardes, solían ir a jugar ajedrez con dos señores que suelen desayunar en la cafetería del pueblo. Eran chicos muy activos, inseparables y por completo buenos de corazón.

Un día el grupo de amigos decidió que se juntaran en casa de Kaito, la cual quedaba justo encima de la colina más alta en el pueblo, pero justo antes de llegar a la casa que se encontraba en la cima de la misma.

Pues resulta, que la casa que se encuentra en la cima, era una casa mucha más antigua que las del pueblo, y la señora que vivía allí, muy rara vez solía bajar la colina, y solo el papá de Mai hablaba con ella, para hacerle los encargos.

El verano apenas comenzaba, haciendo los días duraderos, las tardes calurosas y las noches estrelladas. Los eventos que en ese momento eran algo que se esperaban con gran entusiasmo para los más chicos, eran grandes fiestas y festivales del pueblo.

Esperaban con gran entusiasmo tantas cosas, sin ni una preocupación sobre el futuro o el pasado. Claro eran niños, hacían cosas de niños, salir en bicicleta, escalar las colinas y rodar en ellas, correr por los charcos de lodo y llegar sucios a sus casas.

Los días de lluvia, eran excusas para poder despertar en casas de otros amigos, cosas como chocolatadas y pan caseros, medialunas, eran perfectas para acompañar ratos de televisión y risas pasajeras.

Recorrer el pueblo era cosa de todos los días, pescar en las orillas del lago, juntar caracolas en el mar, o nadar en el arroyo que se encontraba a las afueras del pueblo entre las colinas, eran días interminables.

Mai era una chica del pueblo, al igual que Kaito, Sato, Cecili y Emily, los cinco asistían a la misma escuela pero en cursos diferentes durante la primaria. Al comenzar su nuevo año, en quinto grado, ellos comenzaron a asistir al mismo aula.

Kaito y Emily eran chicos introvertidos, en el primer día comenzaron a hablar con todos, pero ni uno de los dos podía hacer amigos con los cuales juntarse y tener conexión.

Sato, era un chico que se perdía fácilmente, era callado y nadie le hablaba, era alguien que se la pasaba en su propio mundo, leyendo cómics o revistas.

Cecili era una niña, que le gustaba la música y las plantas, era algo seria para su edad, y su personalidad hacía que todos la eviten con facilidad. Por lo que un día al salir al patio, su primer amigo fue Sato, quien se encontraba en el jardín regando las flores de la escuela, y ella se acercó para hablarle.

Mai, por otro lado, Era una chica más tímida, solamente cuando le hablaban ella se soltaba por completo. Era conocida en el pueblo, por el supermercado que su padre manejaba en el pueblo, pero a ella le costaba mucho hacer amigos.

Un día su profesora, les pidió a todos que formarán un grupo de cinco personas, por el cual antes de darse cuenta todos los grupos se formaron de repente, dejando fuera a ellos cinco.

La maestra al verlos les pidió que formen grupo entre ellos, y así sin darse cuenta su peculiar y extraño grupo se formó.

Los cinco se presentaron, y como era de esperarse Kaito fue quien comenzó la conversación, seguida por Emily quien tenía un espíritu libre, No tardaron en hacerse amigos de Mai. Fue distinto con Sato y Cecili quienes eran niños más cerrados y callados.

Pero que con el tiempo fueron integrándose al grupo. Creían que terminarían por separarse hasta el siguiente año, pero fue Kaito quien apareció casa por casa buscándolos a cada uno de ellos para poder jugar.

De a poco se fueron uniendo cada vez más, sus salidas juntos eran cada vez más prolongadas. Algunos días en casa de Sato jugando videojuegos, otras veces en casa de Cecili simulando ser una banda famosa.

Otros días Solían caminar Una hora completa, para llegar al pueblo vecino, y volver, no había días aburridos desde que se conocieron, Emily y Kaito se hacían retos para ver quien hacía mejor una cosa o la otra, Cecili y Sato le seguían como podían mientras que Mai era la niña que les ponía los límites, aunque siempre se terminaba dejando llevar.

Fue un día de eso, donde el día se prestaba con antelación, para poder jugar todo el día. Un auto había entrado al pueblo ese día, Kaito quien lo había visto subir la colina, hacia la casa de la anciana qué vivía en la cima.

Corrió para buscar a los demás, los chicos por la mañana salieron todos corriendo para poder ver quien era tan valiente para poder ir a visitar a la anciana. Los cinco vigilaban desde la casa de Kaito, pero sin poder ver nada.

Al principio estaban motivados, pero al no conseguir nada interesante, se aburrieron, jugaron un rato en casa de Kaito a las cartas, desayunaron algo allí, y luego siguieron jugando.

Luego cada uno se fue a su casa para almorzar con sus familias, mientras tanto Mai escucha de una familia con un niño que habían llegado al pueblo, y compraron en el supermercado, pero como ella aún era niña, no le daba mucha importancia a temas de los adultos.

Por la tarde mientras el sol aún brillaba con intensidad sobre un gran cielo azul, que parecían qué podían tocarlo con sus manos, el grupo de amigos tenía planes para ese día. Se dirigieron a la colina del templo, allí solían jugar todos y también acompañar a los más adultos a rezar o dar sus ofrendas.

Ese día jugando carreras, decidieron bajar corriendo, pero antes de llegar al final, justo antes de terminar la carrera, Mai tropieza lastimándose las rodillas. Kaito intentaba tranquilizarla, pero el llanto de Mai era cada vez más fuerte.

Emily abraza a Mai por detrás, diciéndole que todo iba a estar bien, pero ni ella ni Kaito sabían que hacer y estaban lejos de las casas, Cecili dijo que tenían que llevarla a casa de Kaito qué era la más cerca, pero Mai no quería que la tocaran porque le dolía mucho.

Sato no sabía qué hacer, por lo que solo intenta darle a Mai un trago de agua. Cuando de la nada, bajando las escaleras, Aparece un niño de cabello largo, muy activo y alegre. Cuando ve a Mai el se arrodilla ante ella.

Pidiéndole que se tranquiliza que él la iba a curar, le pide prestado la botella de agua a Sato, y luego le echa en las rodillas de Mai, limpiando la herida, Los demás se le quedan viendo, sin saber de donde había salido.

El niño saca de su mochila, una tijera y un paño blanco el cual corta dos pedazos para vendar a la Mai. De su mochila abierta en el piso, se podía ver unas libretas, lápices y pinturas, que llevaba en ese momento.

Luego el niño casa a Mai y la sube sobre su espalda, les dice que la casa de su abuela se encontraba cercá, y que ella la iba a poder ayudar mejor que él. Cargan las cosas del niño, mientas camina. A su costado mirando a Mai, quien aún soltaba algunas lágrimas.

Al llegar a una colina se dan cuenta, que estaban cruzando frente a la casa de Kaito, y que a la casa donde se dirigían era donde vivía la abuela del niño.

Al llegar, todos estaban algo asustados, tímidos, y confundidos, ya que nunca se habían acercado a esa casa. Luego el niño entra con Mai cargada en su espalda, "Abuela, Mamá", llama el niño. Su abuela se acerca a él y su mamá venía detrás.

"Ayúdenla, ella se lastimó", dice él. Su abuela se queda viendo lo que Su nieto había hecho, y lo felicito por como vendo las rodillas de la niña, Luego calma a Kaito y a los demás que estaban entre lágrimas porque creían que fue su culpa.

El niño voltea hacia ellos con una gran sonrisa en su rostro, y un gesto de confianza, "Hola soy Sora", dice el niño con voz alegré, "no se preocupen, mi abuela puede curarla", agrega luego.

Minutos más tarde, Mai sale caminando de adentro de la casa, mientras que Sora les da a los chicos, sandia para que puedan comer. Cuando Kaito la ve se levanta y se dirige a Mai, preocupada por ella y preguntándole si se encontraba bien.

Los demás sueltan las sandías y la rodean también, de forma que ella se sorprende, diciéndoles que ya no le dolía tanto y que se encontraba bien. La señora les dice que ella ya está mejor, y que pueden llamarla Doña Yuka, presentándose como abuela de Sora.

Luego le pregunta a Sora si ellos son sus nuevos amigos, y Sora le responde que sí, más tarde cuando ya estaban por irse. Caminaban los cinco colina abajo, y Kaito ve que Mai mira hacia atrás, y ve al chico saludándolos. "Juega mañana con nosotros", le grita Kaito de lejos saludándolo con la mano en alto, y luego desaparecen de la vista de Sora.

Al día siguiente volvieron buscando a Sora, y son recibidos por Yuka, quien los hace pasar a la casa, y encuentran a Sora todo sucio, ayudando en la huerta plantando tomates, y Kaito procede a ayudar también, luego se le suma Sato y Cecili sigue detrás.

Mientras que Emily y Mai, preparaban limonada junto a Eri la mamá de Sora, y repartían para que puedan hidratarse. Pasaban los días jugando todos juntos, yendo a casa de Sora, allí armaban una huerta que doña Yuka quería construir, y ellos le ayudaban.

Había días que almorzaban allí, otros en los que iban por la mañana y desayunaban junto a Sora y hasta dormían todos allí. Dejando pasar semanas y días como si jamás pasarán las horas.

Un día entran Todos al cuarto de Sora, y se quedan revisando y viendo sus dibujos, alagando sus pinturas qué hacía. Sora era demasiado modesto y les decía que aún era niño, pero pensaba ser un gran artista algún día.

Luego hubo una semana en la que jugaron a ser grandes artistas, saliendo por el pueblo entero a pintar y dibujar todo lo que les parecía interesante, y llegaban a sus casas cubiertos de pintura hasta la ropa.

En uno de esos días Sora los lleva a la colina del templo, y los hace apartarse del camino, los lleva por el bosque contándoles qué había encontrado un buen lugar, y que allí podía ser su escondite secreto.

Mientras caminaban entre los grandes árboles, seguían a Sora quien su mirada se prendía con cada vistazo al paisaje que se mostraba vivo a su alrededor, Cuando Sora se detuvo frente a un gran árbol que se alzaba sobre todos los demás.

Kaito y los demás estaban sorprendidos, porque era el árbol más grande que habían visto, más grande que cualquier pino. Después Sora sigue subiendo un poco más, y todos lo siguen, cuando de repente el grito de sorpresa de Kaito anuncia su llegada a la cima.

Sora se detuvo al borde del acantilado, donde el mundo parecía inclinarse suavemente hacia el cielo. Desde allí, el pueblo entero se extendía como un suspiro olvidado entre nubes algodonosas y campos que aún recordaban el calor del verano. Las casas, pequeñas como cajas de música, latían en el valle con ritmo propio, y el lago, inmenso y sereno, parecía un espejo donde el cielo se asomaba a recordar quién fue.

El aire era más ligero ahí arriba, casi sagrado. Como si el tiempo hubiese olvidado subir tan alto.

Mai se acercó en silencio, sus pasos apenas susurraban entre la hierba. Se quedó a su lado, sin decir nada, con la mirada fija en el horizonte azul que abrazaba las nubes. Allí, donde la tierra terminaba y el cielo comenzaba, los recuerdos flotaban como hojas atrapadas en una corriente invisible.

Luego de unos minutos, los chicos viajaron para poder sentarse y comer algo de lo que habían llevado para merendar. Mientras tanto Sora dibujaba en su cuaderno. Mai se acerca a él, "¿Soy yo?", le pregunta sorprendida por él dibujo.

Sora se queda viendo el dibujo, y le dice que aún no lograba captar bien la imagen de ella como él quería. Es cuando de bajo ese gran árbol, mientras Emily, Cecili y Sato jugaban cartas, y Kaito dormía plácidamente, ellos se hacen una promesa.

"¡Ya sé!...", Exclamó Sora, "Prometo que Cuando sea grande, vendré de nuevo para poder pintar el mejor retrato de ti", le dijo alegremente.

Mai se sonroja, pues ellos eran niños, y ella entendió que cuando sean más grande Sora le propondría qué sean novios.

"Esta... está bien, es una promesa", responde Mai tan puramente. Ambos se quedan viendo, sin saber que esa inocente promesa sería el motivo por el cual ambos se esperarían hasta reencontrarse nuevamente.

"***En los ojos correctos, siempre serás arte***"

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Ian Versalli
me encanta este trabajo, es una historia que te despierta curiosidad, lo recomiendo, me deja con ganas de seguir leyendo, espero que actualices pronto y muy buen trabajo
Sakurashima
mientras más leo, más íntereaante es, actualiza rápido por favor/Sob//Sob//Joyful//Joyful//Joyful/
Sakurashima
en, mi opinión me encanta el libro, tiene un buena trama, tiene su parte realista, y es intrigante, quiero saber como terminara, y espero no lo haga pronto, llore en la parte del capítulo 11, le doy 4 estrellas por que aun no a terminado y queda inconcluso, y bueno también por que no actualizas rápido, pero es buena la historia, y tiene personajes que llegas a amar.
Mina
Tu historia parece bastante buena, ¡más porfa! 🤩
boing fortificado
¡Necesito saber qué pasa después! Actualiza pronto, por favorrr 😍
lyPoppy
Esto será adictivo 🤩
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