La Bestia

ALEXA

Lo que siento ahora mismo no lo puedo describir, estoy muy excitada y muy mojada, de hecho creo que nunca en mi vida había estado tan húmeda como ahora, Ignacio besa como los dioses, explora cada rincón de mi boca con su lengua, me muerde, me provoca, me saborea.

Ni que decir que este hombre sabe dónde tocar, con la presión justa y en la zona exacta, me vuelve loca todo lo que hace, cuando cuela una mano para tocar mi zona íntima por encima de mis bragas toda la poca cordura que me quedaba se fue a paseo.

Esta muy excitado y su dureza me lo demuestra, Dios fue muy generoso con este hombre está muy bien dotado y eso que solo lo siento por encima de la tela de su pantalón, estamos muy pegados, en un momento dado lo veo dudar, seguro tiene miedo de pasarse conmigo cuando hace un momento le dije que necesitaba ir paso a paso, pero necesito esto y lo necesito con el, por eso para que no le quede duda decido dar el primer paso yo quitándole la camisa y el se deja pero me susurra contra los labios.

Ignacio: estás segura? En serio puedo esperar que te sientas lista.

Alexa: no he estado más segura de algo en toda mi vida.

Es todo lo que el necesita escuchar por qué estrella sus labios con los míos de manera posesiva, me agarra los glúteos y me levanta del suelo con una habilidad pasmosa, yo enrosco mis piernas alrededor de su cintura y no puedo evitar gemir cuando me apreta con sus manos.

Camina conmigo hasta la manta que había puesto, menos mal que no habíamos sacado nada de los Toppers ni destapado el vino, me acuesta encima de ella y se deshace de mi camisa y mi sujetador, me iba a reír de lo desesperado que está pero introduce uno de mis pechos en su boca y solo puedo gemir de puro gusto, muerde, besa y lame, primero uno y después el otro hasta que decide bajar por mi ombligo y sigue bajando, me quita el leggins y pasa una mano por la pierna donde tengo tantas cicatrices, no puedo evitar estremecerme ante su contacto.

Ignacio: eres preciosa Alexa, necesito que veas lo que yo veo, que veas lo duro que me tienes por qué no prefiero hacer otra cosa en este instante más que estar aquí contigo, eres una mujer hermosa y eso incluye tus cicatrices, entiendes eso? -( la veo asentir)- ahora necesito que me digas que quieres Alexa? Necesito que me digas sin ningún tipo de pudor lo que quieres que te haga en este instante.

Alexa: a ti Ignacio, te quiero a ti dentro de mi ahora mismo -( me toca por encima de las bragas y se me escapa un gemido)- por favorrr..

Ignacio: lo siento pequeña pero vas a tener que esperar un poco más para eso.

No lo entiendo y voy a protestar cuando de repente me rompe las bragas y se me escapa un grito de sorpresa.

Alexa: oyeee, en serio?? tenías que romperlas??

Ignacio: sii, era necesario, me estorbaban.. Te prometo comprarte muchas bragas de todos los colores por qué también te prometo que no van a ser las ultimas que rompa, pero ahora mismo pequeña no quiero hablar de esto, me muero por probarte -( dicho eso, abro más sus piernas y hundo mi cabeza dentro de ellas para probarla)-