chicas no me maten, pero necesito publicarla o se me va a ir la idea
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capítulo 10
En la oficina de Mark, Camila curaba sus heridas con evidente enojo. No entendía por qué se había peleado de esa forma con el vicepresidente de XRV-Motors. En el video no se lograba ver a Vivían, pero de un momento a otro, dijo:
—Esto no puedes dejarlo pasar. ¡Mira cómo te dejó el rostro! Llama a tu abogado y presenta una denuncia. Ese hombre tiene que estar en la cárcel...
—Camila, es suficiente. Yo tengo mis métodos para arreglar estos asuntos. No tienes que preocuparte, no voy a dejarlo pasar.
Mark estaba más que furioso. No pensaba dejar esto en el olvido. Lo que no lograba entender era por qué Vivían había defendido tan apasionadamente a Alek. Pero entonces recordó una frase que le quedó rondando en la cabeza: *"No debiste tocar a mi hermano."* ¿Qué significaba eso? Hasta donde él sabía, ella no tenía a nadie más que a él y a la familia Valencia.
Al ver la preocupación real en el rostro de Camila, dijo con suavidad:
—Camila, estoy bien.
La miró detenidamente, y de pronto toda la duda que había tenido sobre ella se desvaneció. Siempre había sido alguien amable, sumisa y cariñosa. ¿Cómo pudo dudar de ella? Sin que Camila se lo esperara, la abrazó y susurró:
—Lamento preocuparte de esta manera.
Camila hundió el rostro en su pecho y murmuró:
—No me pidas que no me preocupe por ti. Tú siempre estuviste para mí cuando más te necesité. Tengo miedo de perderte, Mark. Ahora que Vivían volvió, tal vez tú...
Mark la silenció con un beso en la frente y respondió con firmeza:
—No, eso ya está en el pasado. Vivían y yo ya firmamos el acuerdo de divorcio.
Camila se apartó, intentando ocultar sus emociones.
—Oh... por Dios. No... ¿No me digas que todo esto fue por mi culpa? Mark, lo siento. Si quieres, puedo hablar con ella. Puedo explicarle...
Al ver la culpa en su rostro, Mark se sintió aún peor. No entendía cómo había sido capaz de dudar de ella. A pesar de las pruebas que Vivían le había mostrado, ya no podía creer que la mujer frente a él fuera la que ella describía. Seguramente las había inventado. No importaba. Lo único que deseaba era comenzar de nuevo. Pero antes, le haría pagar a Vivían por lo que le había hecho ese día. Esa humillación no se la iba a perdonar.
La miró con decisión y dijo:
—No quiero que te acerques a ella. Vivían vino con toda la intención de vengarse de mí, y no quiero que tú salgas lastimada. Eres muy importante para mí, y ahora que por fin soy un hombre libre, no quiero seguir ocultando lo nuestro.
Camila sonrió, radiante.
—¿Mark, lo dices en serio?
—Sí. Un día te dije que, si mi situación fuera diferente, te habría elegido a ti como mi esposa. Hoy no tengo dudas: tú eres la mujer que quiero para mí.
Mark la miró intensamente y, antes de que pudiera responder, la besó.
El beso fue interrumpido por Sergio, quien, como siempre, entró sin tocar. Al ver la escena, tosió falsamente y comentó:
—Creo que llegué en mal momento. Vuelvo luego...
Camila lo miró con fastidio, pero rápidamente cambió de expresión y dijo, algo apenada:
—No, por favor, sigue. Yo ya tenía que irme... —Miró a Mark y añadió—. ¿Te veo luego?
—Sí. Más tarde pasaré por ti. Gracias por esto.
Camila sonrió tímidamente, saludó a Sergio y salió de la oficina. Una vez solos, Sergio preguntó:
—¿Qué sucedió? ¿Qué fue todo eso?
—Siéntate. Voy a necesitar tu ayuda para lo que pienso hacer. Pero primero te contaré todo lo que pasó hoy...
Sergio tomó asiento y Mark empezó a relatar desde la reunión con Vivían en el restaurante hasta el momento en que se dirigió a la empresa de los Vitale. Cuando terminó, Sergio preguntó, confundido:
—Espera un momento... ¿Qué quiso decir con eso de *"no debiste tocar a su hermano"*? ¿Será cierto el rumor de que está saliendo con Vladímir?
—No lo sé. Pero si es así, voy a destruirla. Tú eres el mejor hacker que conozco. Busca todo lo que hizo en estos tres años, y todo lo relacionado con Alek Vitale. Voy a destruir su reputación hasta que no les quede más remedio que irse de Los Ángeles. Hoy me di cuenta de que en esta ciudad no hay espacio para los dos...
—Hermano, jamás te vi así. ¿Estás seguro de querer hacer esto?
—¿De qué lado estás? ¡Mira cómo me dejó el rostro! No lo quiero aquí...
—Tranquilo. Está bien. En cuanto sepa algo, te aviso. Iré a ver qué puedo encontrar.
Sergio se dirigió a la salida, y Mark le advirtió:
—Lo quiero para hoy, Sergio. Le voy a enseñar a ese tipo quién es Mark Lauren.
Sergio asintió. Al salir, suspiró. Sabía que su amigo era alguien insistente cuando se proponía algo. Y si ahora se había propuesto arruinar la vida del joven Vitale... eso era exactamente lo que iba a hacer.
Es el famoso libre albedrío, del que todos ante una disyuntiva echamos manos ✋ y optamos por algo en entredicho 👍🏻🙌
Y tampoco ha habido acción 🤷 de él hacia Camila, para que descubran la joyita que es 🤨😵🤯