Mi Esposa

Maya cerro los ojos y no sabía qué responder a esa declaración ni como tomarla. Los aplausos de los invitados, hicieron que ambos volvieran a la realidad. Hugo no perdió oportunidad y le dio otro beso en los dulces labios de Maya.

Gustavo no preguntó ni por su esposa e hija, ya que dedujo que se habían retirado. Así que disfruto de la fiesta como si nada.

- Es hora de irnos - Hugo se acercó a Maya que hablaba con Brisa - Nos vemos luego señorita Relish

- Que les vaya muy bien - Brisa sonrió y se despidió de su amiga - Estamos hablando amiga, cuídense

Cuando ella se alejó, Maya le dio una mirada nada amigable.

- ¿Irnos para donde? -

- Para nuestra noche de bodas, obvio y la luna de miel

- ¿Qué? ¿Estás demente? Por supuesto que no, esto no es un matrimonio real

- Claro que es real, tú eres real, yo soy real, así que este matrimonio es real.

- No pasaré la noche contigo

- Maya por favor, no quiero pelear contigo. Vamos por la paz

- Bien - Maya acepto irse - llévame a un hotel, lo que sea pero no contigo

- Creo que eso no será posible

- ¿Por qué no?

- porque eres mi esposa

- ¡ya basta! ¿Te encanta decir que soy tu esposa? Ya estoy cansada de escuchar esa frase, la dices tanto que ya lo sé de memoria

- Es la verdad, eres mi esposa y no me cansaré de decirlo

- Eres insoportable ¿Lo sabes?

- Ja, ja, ja gracias por el halago - Hugo sonrió de oreja a oreja

- No te soporto, solo espero salir viva de esTo

- Viva ya estás, no estás muerta. No seas tan dramática, hablas como si esto fuera un homicidio

- Exacto esto es un homicidio para mí, me estás matando con este matrimonio y que me llames "mi esposa"

- Mejor vámonos - Hugo la tomo de la mano y ambos salieron de la mansión.

El chófer los llevo a un lujoso hotel en las Vegas, la suite estaba reservada para ellos. Maya suspiro al ver que estaban en un hotel, pensó que Hugo había tomado en cuenta lo que había pedido, pero estaba más lejos de lo que ella quería.

Maya al ver que el también entraba en la suite y no tenía intenciones de irse, fruncio el ceño

- ¿No te vas? -

- ¿Por qué debería irme?

- ¿No vas a quedarte aquí? ¿Verdad?

- ¿Dónde me voy a quedar? Estaré contigo, porque estamos casados.

Maya abrió sus ojos en grandes

- Dormirás en el suelo

- No voy a dormir en el suelo

- En el sofá, en donde sea que quieras. Pero en la cama no vas a dormir

- Voy a dormir en la cama

- No claro que no, si tú duermes en la cama. Yo dormiré en el sofá

- Eso no lo harás - Hugo se detuvo y la miro - No voy a permitir que hagas algo así

- ¿Y si no que? - Maya se cruzó de brazos

- No me retes Maya - Hugo empezó a quitarse el traje, pieza por pieza a medida que caminaba para la cama

- ¿Qué estás haciendo?

- Me estoy quitando la ropa, no voy a dormir con ella. Sería muy incómodo dormir en traje

- Pero anda al baño, ¿No ves que estoy aquí?

- ¿Y qué pasa con eso? Eres m...

- Ajá ya lo sé, soy tu esposa - Maya lo Interrumpió enojada - Mejor me voy para el baño.

Estaba por abrir la puerta del baño, cuando recordó que ella no trajo ninguna maleta.

- ¿Dónde están mis cosas? - Pregunto girándose, pero quedó sin habla al ver el torso desnudo de su esposo.

- ¿a qué te refieres con tus cosas exactamente? - Hugo ya se había quitado todo de la parte superior - Si estás pensando en todas tus pertenencias se encuentran en nuestra casa

- Me ref... me refiero a... a... - Maya cerro los ojos, recordó que ella no había arreglado nada - Necesito algo para dormir, como verás este vestido de novia será imposible hacerlo, sería incómodo

Hugo se aguantó las ganas de reír.

- Puedes dormir desnuda -

- ¿ERES DEMENTE? - grito Maya molesta - ¿Cómo se te ocurre que dormiré desnuda? ¿Y contigo? Jamás haré eso

- Seré muy paciente, esperando ese día - respondió Hugo mientras se quitaba el pantalón y solo quedó en bóxer

El rostro de Maya se tiñó de rojo al ver todo ese monumento de hombre y se giró dándole la espalda

- eres un pervertido, sinvergüenza. Cúbrete ¿Eres ciego? No ves que aún estoy aquí.

- Ciego mmm, ciego de la vista no estoy, aún veo perfectamente con mis ojos.

Hugo camino sigiloso hasta ella.

- Para bañarme necesito quitar todo, no entiendo cuál es el drama

Maya contuvo la respiración al sentir la cercanía de ese hombre, que al parecer quería volver la loca.

- Para eso está el baño - Replicó ella - uno se desnuda en el baño

- Yo no lo hago así. Aquí estamos tú y yo no hay por qué hacer tantos dramas, como el que estás haciendo.

- Me iré a bañar - Maya huyó directo al baño.

Después de un largo rato, ella salió en una bata. Suspiro frustrada ya que no sabía qué usar.

- Aquí tienes un cambio de ropa - Hugo le señalo una bolsa - te dejaré para que te sientas cómoda

- Me sentiría cómoda, si te fueras de aquí

- Lamentablemente, eso no lo puedo cumplir

Hugo entró en el baño, quería ver la expresión que tendría su esposa al ver el contenido de la bolsa. Pero prefirió no hacerlo, ya después lo descubriría por su reacción cuando él saliera.

Maya al abrir la caja y sacar su contenido casi sufre de un ataque al corazón, ya que era un pequeño vestido de seda en tono blanco, con encaje.

- Demonios - exclamó enojada - De acaso me cubrirá una nalga y la otra no -

Maya noto que en el fondo de la bolsa había una nota la cual decía

«Querida amiga, me pidieron el favor de prepararte lo que usarás en tu noche de bodas, así que me pareció perfecto este lindo y hermoso pijama, disfruta tu noche y verás todas las estrellas y galaxias»

No tenía nombre, pero sabía a quién pertenecía la letra.

- Te voy a matar Brisa Relish - susurro furiosa

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

*Traje de Hugo en la boda*