La Venganza De La Esposa Traicionada

Los dos hombres que la sacaron del auto, las llevaron a la furgoneta, y las amarraron con sogas y le pusieron cinta adhesiva en la boca para evitar que hicieran sonido alguno. Rebeca se desmayó del susto.

Luego la camioneta se puso en movimiento.

Más o menos dos horas, fue lo que duró el recorrido, y la furgoneta se detuvo y dos hombres sacaron a las chicas de allí.

Cómo Rebeca estaba desmayada, la cargaron, y casi arrastraron a Fernanda.

Cuando la sacaron de la furgoneta, ella ve que estaban en una especie de cabañas en el bosque, una ideal para cometer un crimen

Pronto ella y Rebeca fueron llevadas dentro, y allí había un hombre con una cara intimidante. Ese era el líder de ellos.

—Nos pagaron para que las matemos, no se que le hizo a esa persona, pero ella estaba furiosa y tenía mucha prisa para eliminarlas— dice aquel hombre, y todos sus compañeros ríen.

Fernanda también lo hace.

—Déjeme adivinar, ¿quién los mandó fue esa perra de Alicia?— dice ella con una cara maliciosa.

Cómo saben que morirá, el líder decide decir quien lo mandó.

—La señorita Alicia nos pagó una fortuna por eliminarlas, principalmente a usted, hoy es su fin, pero antes de mandarlas al más allá, nos servirán como putas— dice aquel sujeto y le hace señas a otros dos, para que comiencen a hacer el trabajo por el cual se le pagó muy bien.

Dos de ellos trataron de hacerlo, pero Fernanda comenzó a hablar en un idioma que solo ella entiende.

Su cuerpo pronto comenzó a brillar, y quienes tenían la intención de sostenerla para darle la lección, fueron impactados por una descarga de electricidad que los dejó muertos al instante.

Todos se sorprendieron y líder ordenó a todos sacar sus armas y matar a las dos mujeres, pero de forma rápida Fernanda crea una barrera de electricidad para ella y su amiga y por lo que cuando ellos comenzaron a disparar, las balas al tener contacto con la barrera se desvanecen.

Cuando ellos se quedaron sin balas, Fernanda sale de entre la barrera con el cuerpo lleno de electricidad, era un rayo en persona.

Por lo que a la velocidad de la luz, Fernanda se empezó a mover y al tener contacto con unos de los delincuentes, lo electrocutaba hasta que esa persona muriera.

Los delincuentes haciéndose los valientes, quisieron pelear en su contra, pero sus ataques no surtieron efecto, la mujer se movía con una rapidez sobrehumana.

Aquellas personas no estaban preparadas para ver semejante cosa y por lo tanto trataron de escaparse huyendo del lugar, fue mala idea ir por aquella mujer, la cual resultó ser hija de Zeus.

Pero, Fernanda los alcanzó a todos y todos ellos murieron de la misma forma.

Sin más delincuentes a los que eliminar, Fernanda volvió a la normalidad y dejó ir la barrera que protegía a Rebeca, quien más que estar desmayada, estaba durmiendo, ya que la noche anterior no había dormido nada. No por voluntad propia, o quizás sí.

Un hilo de baba se escapó de sus labios y Fernanda se ríe, pues nota que esa mujer tan intrépida se había dormido como un lirón. Del susto se desmayó, pero se quedó dormida.

Para evitar que Rebeca se pegue un buen susto, con suavidad, Fernanda desata a su amiga y luego la llama.

—Rebeca amiga despierta — le dice ella a Rebeca y la mujer no se mueve para nada, parecía una muerta.

Fernanda la sacude un poco y ella comenzó a abrir los ojos poco a poco, cuando terminó de abrir los ojos, se levantó del suelo corriendo y comenzó a gritar como loca.

Cuando vio a los hombres sin vidas, se quedó quieta como una tabla.

Fernanda fue a ella y le dió un abrazo.

—Tranquila, nadie nos hará daño— le dice ella.

—¿Qué les pasó a esos hombres? están tiesos como un palo, parecen carbones en vez de hombres— dice ella y Fernanda decide ser sincera.

—Ellos querían hacernos daño, la putizorra de Alicia mandó a esos sujetos para que nos mataran y también que nos violaran, y yo tuve que usar aquella chispas que viste en la fiesta, se llama magia de electricidad — dice ella y Rebeca parpadea incrédula.

—¿Eres una bruja?— pregunta ella y Fernanda se ríe.

—Ya quisiera yo, pero no, no soy una bruja, solo tengo magia de electricidad— le dice ella.

Rebeca se queda pensando un minuto, y llega a la conclusión de que lo mejor que pudo pasar fue que su amiga tenga magia y eliminará a los malos.

Agradecida, ella le da un abrazo fuerte.

— Se que no querías eliminar a nadie, y que lo hiciste solo por nosotras dos, vamos a casa, no vaya a ser que venga la policía y nos lleven a la cárcel — dice ella para luego separarse del abrazo de su amiga, después sale con ella tomada de la mano.

Al llegar fuera, deciden irse en unos de los autos de los delincuentes, no saben dónde están, pero preguntando se llega a Japón.

Para su suerte, la camioneta tenía la lleves puestas y Rebeca como toda una experta, entra a la camioneta y la enciende.

Ambas lanzan un grito de emoción, y Rebeca pone en marcha el coche y sigue el camino que el destino le marcaba.

La cabaña estaba en el bosque y les tomó una media hora salir de ahí, luego de eso, apareció una carretera.

Rebeca tomó la carrera y no muy lejos de ahí había una estación de gasolina, allí la joven asistente preguntó a dónde ir y descubrió que estaba a dos horas de la ciudad de Dan.

Fue un alivio para ambas, ya que estaban a poco de que la tarde terminará.

*

*

*

Nota

Aquí está el capítulo