Entre Sombras Y Traiciones.

Una semana duró el paseo de luna de miel adelantada de Alphonso y Valeria; besos, caricias y pasión no faltaron. Era algo nuevo para ambos estar con otra persona y amarla tanto. Valeria no quería irse de la cabaña jamás, pero ambos tenían responsabilidades.

"Y esa cara, mi amor", pregunta Alphonso y ella le hace un pequeño puchero.

"No me quiero ir, mi amor, quisiera quedarme para siempre aquí contigo, pero no se puede". Alphonso se acerca y le besa la mano que tiene el anillo.

"No pasa nada, mi amor, prometo que te traeré aquí en la luna de miel y, si quieres, compramos una mansión para nosotros. Te amo, reina". Valeria no podía con tanto; él era perfecto y era suyo y de nadie más.

"¿Qué te parece si nos vamos más tarde, mi reina? Así pasamos otro rato juntos". Sonrió y ella no lo pensó dos veces para lanzarse a sus brazos.

En otro lugar, muy lejos de allí, una sala estaba iluminada tenuemente, con un mapa detallado de Italia proyectado en la pared principal. Alrededor de la mesa central, los miembros de la Organización Mundial de Seguridad Global (OMSG) se encontraban reunidos, cada uno con una expresión de concentración absoluta. El líder del grupo, el general Adams Walker, se levantó y comenzó a hablar.

“Como sabrán, esta es una reunión totalmente confidencial; lo que aquí se hable no puede salir de aquí. El director general no está disponible y por eso estoy a cargo”, comenzó el segundo al mando, el general Adams Walker.

“Nuestro objetivo es, alias Leyenda, el elemento más letal de la Falange Oscura. Desde su llegada, la organización de la cosa nostra ha ganado una fuerza y precisión que antes no tenían. Necesitamos capturarla para debilitar su estructura”. Dice de nuevo el general.

“Sabemos que alias Leyenda es extremadamente cautelosa y siempre está un paso adelante. Necesitamos una estrategia que la sorprenda”. Dijo el teniente general de la OMSG Harry Carson y tercero en la escala de altos mandos.

“Propongo una operación de distracción. Podemos simular un ataque en uno de los almacenes de armas de la cosa nostra para desviar su atención. Mientras tanto, un equipo de infiltración se acercará a su ubicación principal”. Habla el general de división Shen Liu.

“Buena idea, Liu. Pero necesitamos más. Leyenda es astuta y no caerá fácilmente en una trampa tan simple.” Volvió a decir el general Walker.

“Propongo utilizar a uno de nuestros agentes encubiertos que ya está infiltrado en la Falange". Habla el hombre más joven en esa sala, alto, guapo y con una presencia imponente.

"Él puede proporcionar información en tiempo real sobre sus movimientos y ayudarnos a coordinar el ataque”. Propone el coronel encargado de la sede principal en Washington, Elliott McGarrett.

“Perfecto, McGarrett. Carson, asegúrate de que nuestro agente encubierto esté preparado y tenga todo lo que necesita. Liu, coordina el ataque de distracción. Mcgarrett, tú y yo nos encargaremos del equipo de infiltración.” Ordenó el general Walker.

“Es un excelente plan. También sugiero que utilicemos tecnología de vigilancia avanzada para monitorear todas las salidas posibles. No podemos permitir que Valeria escape”. De nuevo habló el general de división Liu.

“Exactamente. Esta es nuestra oportunidad de debilitar a la Falange Oscura. No podemos fallar. Todos a sus posiciones y prepárense para la misión”.

Los agentes asintieron y se dispersaron rápidamente, cada uno con una tarea clara en mente. La tensión en la sala era palpable, pero también lo era la determinación. Sabían que esta misión podría cambiar el curso de su lucha contra la Falange Oscura.

Valeria y Alphonso regresaron de su luna de miel. Al llegar a la mansión Bettucchi, la piovra se encontraba muy seria; se acercó a ellos que venían con sus manos entrelazadas y miró seriamente a Valeria.

"Al despacho, ahora". Valeria lo siguió, pero Alphonso no la dejaría sola.

Al entrar, ya el hombre estaba sentado y puso un plano en el escritorio.

"Estamos siendo atacados, nos llegó la información de que atacarán nuestros cargamentos; esa mercancía no puede ser movida todavía. Debes adelantar tu misión". Alphonso la miró; pensó que aún faltaba una semana.

"Entendido, señor", habló firme.

"Quiero la cabeza de esos hijos de perra, en especial del general Walker y el hijo de puta del coronel McGarrett". Los puños de Alphonso se cerraron; odiaba a ese sujeto, era prepotente y arrogante, se creía el rey del mundo.

"Ese maldito estará allí, entonces iré con ella". El capo di tutti capi observó a su hijo de manera severa.

"Tú tienes obligaciones, eres el sottocapo y debes dar la cara por tu gente; no me hagas dudar de mi decisión de cederte mi puesto". Alphonso apretó sus dientes y asintió; sabía que no podía ir.

Valeria, con su cabello rubio recogido en una coleta alta y sus ojos azules brillando con determinación, revisaba junto a la piovra los detalles de la misión que le habían asignado.

Había sido entrenada desde niña en el arte del combate, el espionaje y la supervivencia. Su reputación como la asesina más letal de la Falange Oscura no era inmerecida; ella podía con esto y más.

“Esta misión parece demasiado sencilla. Algo no encaja”. Dijo mirando cómo todo era fácil; a pesar de que irían a atacarlos, ella fácilmente podría con esto.

“¿Dudas de la información que hemos recibido? Nuestros informantes han sido confiables hasta ahora”. Dijo la pióvra y ella negó.

"No es que dude, pero yo tenía otra información", la piovra golpeó la mesa.

"Ellos ya no estarán allí, no sé cómo, pero nos descubrieron y hay que atacar". Ella asintió.

"Lo siento, señor, tiene razón", dijo, sabiendo que no la tenía; ella sabía buscar información y eso necesitaba un poco de tiempo, el cual no tenía.

"Estás dudando de algo, mi amor", preguntó Alphonso al verla preocupada.

“No es eso, Alphonso. Es solo una corazonada. Debo estar preparada para cualquier cosa; no me gusta trabajar con otros informantes”.

Alphonso sabía que cuando Valeria tenía una corazonada, era mejor escucharla. Juntos, comenzaron a revisar cada movimiento con precisión militar, sin saber que la OMSG ya había puesto en marcha su trampa y ella era el cordero al matadero.

Horas después, la joven se vistió con su traje negro de ataque, tomó cada arma y besó a Alphonso, tomándolo de la nuca con fuerza.

"Lo harás bien, mi reina, te amo más de lo que imaginas". Valeria asintió y lo volvió a besar; no quería soltarlo.

"Te amo, Alphonso, te amo, mi rey". Un último beso los unió y ella salió directo a las bodegas; no había tiempo que perder, debía proteger a su gente. Se llevó a un grupo con ella y dirigió su plan de defensa.

Por otro lado, el general Adams Walker, el teniente general Harry Carson, el general de división Shen Liu y el coronel Elliott McGarrett estaban en sus posiciones, cada uno liderando un equipo de élite. La operación estaba en marcha.

El general Adams Walker habla por su dispositivo de comunicación: "Equipo Alfa, ¿están en posición?".

"Equipo Alfa, afirmativo, General. Listos para el ataque de distracción."Respondió el grupo que él lideraba, compuesto por capitanes, tenientes y soldados.

"Aquí General de División Shen Liu, Equipo Bravo, asegúrense de que todas las salidas estén cubiertas. No podemos permitir que nadie escape".

"Equipo Bravo, entendido, General Liu. Todas las salidas están vigiladas".

"Aquí el Coronel Elliott McGarrett, Equipo Charlie, prepárense para la infiltración. Nuestro objetivo es capturar a Leyenda sin alertar a los demás; no quiero ineptitudes".

"Equipo Charlie, listos, Coronel McGarrett".

En un almacén cercano, los miembros de la Cosa Nostra estaban desprevenidos. De repente, una explosión resonó en la distancia, seguida de disparos. El ataque de distracción había comenzado.

“Aquí General Adams Walker ¡Ahora, Equipo Charlie! ¡Infiltración en marcha!” Dio la señal.

El equipo de infiltración se movió rápidamente, utilizando la confusión del ataque de distracción para acercarse al almacén principal donde se encontraba Valeria. Mientras tanto, en otros puntos de la ciudad, los equipos Alfa y Bravo atacaban simultáneamente otras bodegas de la Cosa Nostra, creando un caos controlado para evitar refuerzos.

"Aquí Teniente General Harry Carson, Equipo Alfa, mantengan la presión. No dejen que se reúnan”. Dijo firme.

"Equipo Alfa, entendido, Teniente General Carson".

Dentro del almacén principal, Valeria y su equipo escucharon el caos exterior. Valeria se preparó para lo peor, sabiendo que algo grande estaba en marcha.

“Todos prepárense. Esto no es un ataque cualquiera”. Gritó por el auricular a su gente ya dispersa por doquier.

La tensión aumentaba mientras los equipos de la OMSG se acercaban a su objetivo. La captura de Valeria Ferrara estaba a punto de convertirse en una realidad.