Mi Problema Eres Tú

Luca

Ella fue completamente sincera conmigo, no pensé que se abriría de esa forma, no escondió nada. Incluso me enteré de mucho más de lo que había en aquel informe. Nos quedamos en la cama un rato más, se hizo cerca del mediodía cuando nos despertamos.

- Quieres comer algo?.- Me dijo ella, toda dulce y no pude evitar una sonrisa idiota en mi cara.

- Si, claro.- Ella me sonrió y se levantó, se puso un pantalón deportivo que le quedaba grande, pero marcaba muy bien su trasero, y salió rumbo a la cocina. Busqué mi ropa, me vestí y la alcancé. Ella estaba haciendo unos sándwiches para ambos y sacó una botella de jugo de naranja. Llevó todo a lo que sería el living, que estaba compuesto por un sofá bastante arruinado, otro más pequeño, una mesa en el centro y luego la tele. Dejó las cosas en la mesa y le dió pequeños golpes al sofá a su lado, en señal de que me siente allí, lo hice y ella encendió la tele y empezó a hacer zapping. Empecé a comer, no era mí comida habitual, llevaba una dieta estricta y balanceada, pero ese sandwich estaba riquísimo, supongo que solo porque ella lo había hecho. Comimos y tomamos el jugo, mientras veíamos un capítulo de The Office, una serie cómica.

Estar así se me hacía raro, era raro, pero a la vez se sentía tan cómodo, tan hogareño. Me daba paz esa escena, me calmaba. Cuando quise acordar ya eran como las tres de la tarde, había estado mucho tiempo desaparecido, debía regresar.

- Debo irme.- Le dije mirándola.

- Estás aburrido?.

- No! Me quedaría el día entero, pero debo ir a una reunión, a ver un proyecto.

- Es por eso que estás aquí?.

- Si, es un proyecto prometedor, pero me está llevando más tiempo del que quisiera.

- Por qué?.

- No logramos ponernos de acuerdo con quién ideó dicho proyecto. Son casas sustentables, y se busca cuidar los recursos naturales, pero digamos que ellos piensan más como ambientalistas y yo como empresario.- Ella me miró con una cara graciosa.- Qué? Lo siento, pero no se puede vivir sin dinero, el dinero es un bien importante, no sé porque se quejan tanto de eso.

- No dije nada.

- No, pero lo noté en tu cara. Ustedes aquí son todos unos hippies.- Ella largo una carcajada.

- Quizás deberías ceder en algo, para que él, quién ideó dicho proyecto, sienta cuidada su idea y que no sea solo algo lucrativo. Aunque si, el dinero es importante.- Me dijo ella y sonó tan madura.

- Lo sé, es que me cuesta ceder el control a los demás, me gusta tener el control de todo.

- Lo sé, eres muy estructurado, deberías relajarte un poco. Respira y deja que fluya.

- Eres demasiado hippie.- Le dije y la besé, mordí su labio y seguí besándola, ella correspondió cada uno de mis besos entre risas, le parecía gracioso que le diga hippie.- Lo malo de llegar a un acuerdo es que eso significa que partiré pronto.

- Bueno, pero podemos aprovechar hasta que te vayas, y siempre puedes volver.- Me dijo ella tranquila y con una sonrisa hermosa.

- De acuerdo, debo irme, moriría por tomarte otra vez. Toma el teléfono y déjalo activado, mí número está anotado en la caja, puedes agendarlo y mandarme un mensaje así ya me queda el tuyo.

- De acuerdo, lo haré.

- Cuando termine puedo pasar por ti y no sé... podemos hacer algo.

- De acuerdo.

- Ir a cenar o no sé que quieres.

- Tenerte en la cama entre mis piernas.

- Eres perversa.

- Lo soy.- Me dijo ella y mordió su labio inferior. La besé nuevamente y nos separamos porque se me hacía tarde.

- Debo irme, pero luego te cumplo.- Un último beso y me marché.

El viaje hasta el lugar se me hizo eterno, era lejos de la casa de Zhavia, no me gustaba llegar tarde era alguien muy puntual y lo peor era que iba a tener que responder preguntas sobre mí demora, algo raro en mí. Al llegar, me estaciono y entro. Ya estaban todos, y se me quedaron viendo cuando entré.

- Siento la demora, piso disculpas por eso. Ya han empezado?.

- No, te estábamos esperando.- Me dijo Travis Smith con cara de pocos amigos. En otro momento hubiese respondido a esa cara, pero tenía razón, había llegado casi una hora tarde, no pude más que aceptar mi error. Miramos el proyecto nuevamente, otra vez las cláusulas, otra vez las diferencias y alguna que otra discusión, solo pude suspirar y pensé en lo que dijo Zhavia. No podía perder esta oportunidad solo por mí soberbia y por ser obstinado, esto eran negocios no una lucha de egos y poder. Travis Smith podía ser muy ambientalistas, muy zen y hippie, pero era igual de soberbio que yo o incluso más.

- De acuerdo, acordemos aquello que quieres, para que veas tu idea cuidada, para que no pienses que esto es solo por lucrar. Ambos nos veremos beneficiados. No quiero perder este proyecto por una lucha de egos, después de todos ambos queremos realizarlo, por distintas cuestiones pero bueno, cuidare aquellas que son importantes para ti, y de todas formas me veré beneficiado como inversor.- No solo Travis Smith, si no que todos en aquella oficina se quedaron boquiabiertos, no podían creer las palabras que habían oído de mí boca. Todos estaban sorprendidos y desconcertados. Travis Smith parecía disgustado de no poder seguir discutiendo, como si ya se hubiera acostumbrado a eso.

- Esta bien, me parece perfecto.- Dijo este algo dubitativo.

- Estás bien?.- Pregunto Bruno desconcertado.

- Si, es solo que el proyecto es viable, para ambas partes y ya nos está llevando más tiempo del requerido.

Se hizo un contrato con toda las cláusulas, toda las partes leyeron y acordaron cada palabra. El grupo de proyecto se llevó una copia para que la vea su abogado, y quedaron de verse en tres días, para en caso de estar todo bien, hacerlo oficial y legal. Al salir afuera, Luca estaba por subir a su auto y Fabrizio se le acercó fumando un cigarrillo, que le pasó para que él le dé una pitada.

- Qué fue eso?.

- Qué fue qué?.

- Lo que acaba de pasar?.

- Nada, debo ser práctico, y no me habías dicho que debía ceder, ya que teníamos que regresar a Italia?.

- Si pero, fue raro, por alguna razón pienso que no lo hiciste porque yo te lo dije.

- Fue así, no me importa si no me crees.

- Y qué haces con la ropa de ayer?.- Luca estaba tan desesperado por ir a ver a Zhavia que se recostó con la ropa que traía y en esa misma facha se levantó y salió.

- Qué?!.

- Llevas la ropa que tenías ayer en el antro. A dónde fuiste? Te ví irte, dejando a esa modelo allí, se quedó de cara no podía creer tu desplante, ni te cuento la morena que dejaste olvidada en el reservado. A dónde fuiste?.- Luca se quedó mudo no sabía que decir, había sido descubierto.