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SIEMPRE FUISTE TÚ

SIEMPRE FUISTE TÚ

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor de la infancia / Aventura de una noche / Embarazo no planeado
Popularitas:3.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Yazz García

¿Qué pasa cuando el amor de tu vida está tan cerca que nunca lo viste venir? Lía siempre ha estado al lado de Nicolás. En los recreos, en las tareas, en los días buenos y los malos. Ella pensó que lo había superado. Que solo sería su mejor amigo. Hasta que en el último año, algo cambia. Y todo lo que callaron, todo lo que reprimieron, todo lo que creyeron imposible… empieza a desbordarse.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

No era así como debía pasar

...🏀...

Yo no sé cómo se supone que uno reacciona cuando le dicen que tendrá un hijo.

Porque no hay tutorial para eso.

No hay un “cómo sobrevivir a tus 17 con una novia embarazada” en YouTube.

No hay versión fácil.

Solo hay una bola de miedo metida en el pecho que no te deja respirar.

Y ahí estaba yo. Sentado en el carro. Al lado de Lía.

Con la garganta hecha un nudo y el corazón haciendo parkour dentro del pecho.

La miré.

Tenía los ojos rojos. La cara hinchada de llorar.

Y aún así, seguía siendo hermosa.

Mi novia. La que se está comiendo todo este infierno por dentro.

Por culpa mía también.

Me aclaré la voz.

—Te acompaño hasta tu casa, ¿sí? —le dije—. Lo más probable es que la bruja esa de la consejera ya haya llamado a tu mamá. Y si no… prefiero que hablemos nosotros primero. Juntos.

Lía asintió en silencio. Apenas. Como si un movimiento más fuerte la fuera a romper.

Respiré hondo antes de bajarme.

Solo el aire ya pesaba diferente.

Como si todo el barrio supiera lo que estábamos a punto de enfrentar.

Subimos los escalones del porche.

Ella abrió la puerta.

Y ahí estaban.

Sentadas en la sala.

Las dos mamás.

Mi mamá, Claudia, con la cara tensa y los labios apretados.

La mamá de Lía, de brazos cruzados, con una expresión que te paraliza el alma.

Fue entrar y sentir el cambio de golpe en la atmósfera.

Silencio.

Ese tipo de silencio que precede a una tormenta de las que arrasan con todo.

—Mamá… —alcancé a decir, pero no terminé la frase.

La mamá de Lía se puso de pie tan rápido que apenas la vi venir.

Y antes de poder decir algo más…

Una cachetada seca me giró la cara.

No dije nada.

Solo apreté los dientes.

Ni siquiera por orgullo.

Sino porque el golpe era lo de menos.

Lo que dolía de verdad… estaba por venir.

No reaccioné. No hice ni el intento de defenderme.

Lía jadeó a mi lado, llevándose las manos a la boca.

—¡Mamá! —gritó, tratando de interponerse—. ¡¿Qué haces?!

—¡¿Qué hago?! —la mujer me miraba con un odio que quemaba—. ¡Estoy reaccionando como una madre que se acaba de enterar que su hija de diecisiete años está embarazada! ¡¿Qué esperabas?! ¿Que los aplaudiera?

—Por favor… —susurró Lía.

—¡¿Cómo pudiste?! —Teresa temblaba de rabia, de dolor—. ¡Te abrí las puertas de mi casa! ¡Te criaste con mi hija, Nicolás! ¡Fuiste como un hijo para mí! ¡¿Y así me pagas?!

Yo no podía ni hablar.

Teresa se giró hacia Lía.

—¡Y tú! ¡¿Qué demonios te pasó, Lía?! ¡¿Qué fue lo que hicimos mal contigo?! ¡¿Cómo pasaron de jugar en el jardín a acostarse como adultos detrás de nuestras espaldas?!

Lía lloraba en silencio.

—No fue solo su culpa, mamá. Yo también…

—¡Cállate! ¡No me digas que fue amor, porque eso no justifica lo que hicieron! ¡No cuando confiamos tanto en ustedes dos! ¡No cuando Claudia y yo…!

Su voz se quebró.

—Éramos más que amigas. Éramos familia. —Volteó a mirar a mi mamá—. ¿Y tú sabías algo, Claudia?

—No —respondió mi mamá con la voz baja, pero dura—. Me estoy enterando igual que tú.

—¿Y entonces por qué estás tan tranquila?

—¿Tranquila? —repitió mi mamá, y esta vez se levantó del sofá—. ¡No estoy tranquila, Teresa! Estoy furiosa. Estoy decepcionada. ¡Porque confié en Nicolás como nunca lo hice antes! ¡Porque les dimos libertad, confianza, cariño! Y ellos lo convirtieron en algo más, a escondidas.—¿Es cierto, Nicolás? —me preguntó con esa voz tranquila que uno aprende a temer, teniendo la esperanza de que está situación fuera una broma de muy mal gusto—. ¿Es cierto lo que estoy oyendo?

Yo no sabía cómo responder.

El “sí” se me atoró en la garganta.

Pero lo dije igual.

—Sí, mamá. Es cierto. Lía está embarazada y yo soy el responsable de eso.

Mi mamá cerró los ojos por un momento. Respiró profundo.

—Dios mío… —susurró.

—¡Era mi hija! —gritó Teresa con la voz rota—. ¡Mi niña! ¡Mi niña de diecisiete años! ¡¿Sabes lo que es eso, Claudia?! ¡Está embarazada! ¡No va a poder graduarse! ¡No va a poder seguir su vida! ¡Y tu hijo qué! ¡Él va a seguir! ¡Lo van a reclutar! ¡Va a entrenar, a estudiar, a vivir! ¿Y mi hija qué?!

Mi mamá bajó la mirada.

Se le humedecieron los ojos, pero no lloró.

Nunca la había visto así.

—Lo siento —dijo en voz baja—. De verdad lo siento, Teresa.

—No lo suficiente —respondió ella con frialdad.

Y entonces se volvió hacia mí.

—Nicolás… yo te quise como un hijo. Como si fueras sangre mía. Pero esto… esto no te lo voy a perdonar jamás.

Sentí el golpe más fuerte que cualquier cachetada.

—Mejor vámonos, Nico —dijo mi mamá.

—Sí, por favor —respondió Teresa, sin mirarnos ya—. Llévate a tu hijo. No quiero verlo. No quiero que vuelva a entrar a esta casa.

Yo quise hablar. Quise explicarme. Quise decir que no es lo que ella piensa, que yo no usé a Lía, que la quiero, que fue real, que estoy siendo honesto por lo que siento por ella…

Pero nada salió de mi boca.

Ni una sola palabra.

Solo vi a Lía abrazarse a sí misma, destrozada, sin poder moverse. Y entendí que estábamos solos.

Realmente solos.

Y que el precio de nuestra verdad estaba siendo demasiado alto.

...🏀...

Esa noche, en casa…

—¡¿Pero vas a decir algo o te vas a quedar callado toda la noche?! —gritó mi mamá apenas cerramos la puerta.

—¿Qué quieres que diga, mamá? ¡Ya lo viste todo! ¡Ya lo sabes todo!

—¡Lo que quiero es entender en qué momento perdiste el juicio, Nicolás! —me señaló con el dedo temblando—. ¡¡¿Cómo pudiste meterte con Lía?!!

—¡No me metí con ella, mamá, la amo! ¡Nos amamos!

—¡¿AMOR?! —soltó una carcajada amarga—. ¿De eso me estás hablando ahora? ¡¿Amor?! ¡Tienes DIECISIETE AÑOS, Nicolás! ¡Ni siquiera sabes lo que significa esa palabra!

—¡Sí lo sé! ¡Y lo sé porque es lo que siento cada vez que la veo, cuando hablo con ella, cuando…!

—¡¿Cuando te acostabas con ella a escondidas mientras todos confiábamos en ustedes?! ¡¿Cuando la dejaste embarazada sabiendo que todavía son unos niños?!

—¡Fue un error, sí! ¡Pero no me arrepiento de estar con ella!

—¡No te arrepientes! —repitió entre dientes, sacudiendo la cabeza—. ¡Dios mío, Nicolás! ¿Sabes lo que hiciste? ¿¡De verdad lo entiendes!?

No respondí.

Porque no, no lo entendía del todo.

Solo sabía que Lía estaba embarazada. Y que mi mundo se estaba cayendo a pedazos.

—¿Tienes idea de lo que significa criar un hijo? —siguió ella, ya sin gritar, pero con esa voz firme que me congelaba desde niño—. ¿Sabes lo que cuesta mantener una vida? ¿Lo que implica dejar de ser un adolescente para convertirte en un hombre a la fuerza?

Tragué saliva. Me ardía la garganta.

—¡¿Y qué querías que hiciera?! ¿Qué la dejara sola? ¿Qué fingiera que no pasó nada?

—¡Lo que quería era que no pasara en primer lugar! —gritó, y esta vez golpeó la mesa con la mano abierta—. ¡Yo te crié mejor que esto, Nicolás! ¡Con valores, con principios! ¡Y lo peor… lo peor es que fue con Lía! ¡Con Lía!

Se frotó la cara. Respiraba agitada. Como si tuviera el corazón hecho trizas.

—Teresa está destrozada —susurró.

—¿Y yo qué, mamá? ¿Tú crees que esto para mí es fácil?

—¿Y Lía? ¿Tú crees que para ella lo es? ¡La vida se le acaba de partir en dos y tú aún puedes irte al entrenamiento mañana como si nada! ¡Como si tu mundo siguiera normal!

—¡No voy a seguir como si nada! ¡Voy a hacerme cargo!

—¡¿Y cómo piensas hacerlo?! ¡¿Tienes dinero, tienes madurez, tienes cabeza?! ¡¿Qué vas a hacer cuando el bebé llore a las tres de la mañana y tú estés durmiendo antes de un partido?! ¿¡Ah!?

No supe qué responder.

Ella me miró con los ojos cristalinos. Y esa fue la primera vez que entendí que también le dolía.

Que no solo estaba enojada.

Estaba rota.

—Mamá…

—Tú… —me interrumpió, bajando la voz—. Tú no sabes cuánto me dolió ver a Teresa mirándote con esa decepción. Con ese odio. Mi mejor amiga. La hermana que la vida me dio. Nunca me miró así. Nunca.

Guardó silencio.

Y luego, como si algo se quebrara por dentro, soltó:

—¿Sabes algo, Nicolás? Si las cosas hubieran sido distintas… si me lo hubieras dicho antes, si hubieran hecho las cosas bien… yo habría estado feliz. Feliz de que Lía fuera tu novia. Siempre me gustó la idea. Es una gran chica. Inteligente. Cariñosa. Y te quiere.

Me quedé quieto.

—Pero embarazarla así… ocultarlo, mentir, fallarle a ambas familias… ¡Eso no tiene perdón!

—Mamá, ya está hecho. No puedo cambiarlo.

—No —dijo firme—. Pero sí puedo evitar que sigas empeorando las cosas.

—¿Qué vas a hacer?

—Cuando te gradúes… —me miró fijo—. Te vas a ir con tu papá. Así usaré los gastos que iba a utilizar para tu renta en la capital, en los gastos médicos de Lía.

—¿Qué? ¡No! ¡¿Estás loca?!

—Estoy pensando con la cabeza que a ti te falta. Necesitas alejarte de Lía, también. De todo este caos. Necesito espacio para hablar con Teresa. Para calmarla. Para encontrar una solución. Y tú lo único que haces aquí es empeorar todo.

—¡NO! ¡No me puedes alejar de ella! ¡No iré a la capital! ¡No me pienso ir así! ¡No la dejaré sola en esto! Y mucho menos con mi padre. ¡Eso no va a arreglar nada!

—¡¿Y tú crees que tenerte aquí sí lo va a hacer?! —me gritó.— ¿Que también tires tu futuro por la borda? Al menos crea un futuro digno para ella y ese niño que viene en camino. Ve y aprovecha tu oportunidad para que puedas compensarle a Lía después.

Nos quedamos en silencio.

Yo jadeaba. Ella también.

Y por primera vez, sentí que mi mamá se estaba quebrando en pedazos. No por rabia.

Sino por miedo.

Miedo a todo lo que venía.

Y miedo a perder lo poco que aún quedaba.

1
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
que no se retracte 🙏. Seguro alguien los va ayudar🙏
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
Él no labestq pasando bien tampoco, por lo menos Lia tiene a su hija , su madre amigos , electa solo con gente que solo quiere sacar un pedazo de él
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
😢 guau , noble esperaba así autora, pero me encantó. Las perdonas se cansan de fingir. ojalá alguien les de una oportunidad 🙏
Linilda Tibisay Aguilera Romero
póntelo que han tenido que aguantar ls dos, el fingiendo y ella viendo todo y estar sola con la niña
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
porque no busca un periodista y le cuenta su verdad que vean la otra cara de la moneda que son dos adolescentes que son padres , pero quieren progresar y luchar por su hija, sin renunciar a sus sueños
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
no ya es demasiado, ya no me gusta
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso es lo malo de la fama pura apariencia y tener que aceptar esas estupideces demoran magen vende
Carmen Cañongo
por eso es mejor hablar con la verdad Nico ahora cómo té vá a creer
Carmen Cañongo
guao no creo que Nico sé le haya subido el ego y ya ande con otra no no no
Carmen Cañongo
lo bueno es qué rectificó a tiempo y reconoció su error, cómo toda madre
Linilda Tibisay Aguilera Romero
ella tiene razón debiste contarle lo que venia
Linilda Tibisay Aguilera Romero
que malo debiste llamarla antes de todo para contarle y ser sincero
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
ahora lo critica y ellas lo empujaron para que se fuera
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
es triste pero es in niño y esta solo. Solo quería formar un futuro, pero lo que tenes que sacrificar es mucho 😭😭 ojalá se arreglen
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
aclarado antes que la pierdas
Lorena Espinoza
Nooo Nico por q ????💔 Si ellas son lo más importante en tu vida
Linilda Tibisay Aguilera Romero
yo Confío en Nico Pero por qué no la ha llamado
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
confío en Nicolas. Espero puedan tener la familia que siempre soñaron. No me gustaría que se separaran💔
Linilda Tibisay Aguilera Romero
eso está bien el debe construir un futuro para los 3
Carola Videla🇦🇷🇦🇷
pobrecitos los dos ella porque se ven aplazados sus sueños , él porque la desicion que tome lo hará sentir culpable . Ojalá no los separes autora , porque se aman y sería injusto
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