Abigail Sedant, es una joven humilde a quien le ha tocado hacerse cargo de su madre y hermana, ella trabaja y estudia para sacarlas adelante, Abigail se vuelve la obsesión para el millonario Wilians Black, un heredero despiadado que a sido amenazado por su abuelo para conseguir esposa, este con la presión conoce a Abigail y realiza una serie de sucesos para que ella esté obligada aceptar un contrato de matrimonio, lo que ellos dos no esperaban es que este sucedió los llevará a aguas más profundas, liberando sus miedos y dejando aflote los nuevos sentimientos...
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Enfrentamiento
POV WILIANS.
Me encontraba en un momento tan placentero, mi pequeña se estaba dejando llevar y nos estábamos llendo al placer que sentimos, ella es perfecta y deseo hacerla mía, el solo hecho de saber que jamás tuvo novio me hace volverme más loco porque se que los Dioses la estaban guardando para mí.
Ya he esperado mucho por ella y tenerla bajo de mi, Pero fui paciente esperando a que estuviera lista, no quería forzar nada.
Puedo admitir que me sorprendió saber que fue ella la que llegó a mi a pedirme que intentemos ser un matrimonio real, y es que yo intenté ser dócil con ella y tratar de que todo fluyera, me llene de mucha paciencia que al final valió la pena.
Me alegra saber que mi matrimonio con ella es real, ella me gusta desde el primer momento en que la vi, y supe que era mía y tenía que ser mía, pero mi mundo también se ve algo tambaleante al enterarme de la noticia de Samara, nose como actuar ante esto, se perfectamente Sé que si Abigail se entera de que Samanta está embarazada, no lo tomará bien. Abigail es una persona que valora la lealtad y la honestidad por encima de todo, y si siente que ha sido engañada o traicionada, se alejará de mí sin mirar atrás.
No puedo permitir que eso suceda. Abigail es demasiado valiosa para mí, tanto en términos personales como profesionales. Necesito mantenerla cerca, asegurarme de que siga siendo leal y comprometida conmigo.
Así que, por ahora, el embarazo de Samanta debe quedar en secreto. No puedo arriesgarme a que Abigail se entere y se aleje de mí. Tomaré las medidas necesarias para asegurarme de que esto no suceda. Samanta entenderá la situación y hará lo que sea necesario para mantener esto en secreto. Después de todo, tiene mucho que perder si no lo hace.
Y mientras si este asunto no fuera tan importante, ahora mismo mi amigo Rodrigo estuviera con un balazo en la frente.
¡¡Nose porque carajos!! No podía presentarce esto en otro momento.
Mientras vamos en el auto en dirección a dónde está el problema le pido detalles de este a Rodrigo a lo que esté dice.
—Lo que pasa, es que nuestros hombres notaron una situación rara en una de las truchas al darce cuenta que no pasaba el trailer, investigan y se dan cuenta que este ah Sido saqueado.
—Quien fue— digo con un semblante de rabia.
—Nuestros hombres investigaron y nos dicen que fueron los rusos, los siguieron en silencio y ya nos an enviado la ubicación donde están descargando la mercancía para meterla en otro trailer y transportarla.—Dice —Ya estamos llegando, prepárate—Vuelve a decir y yo asiento con la cabeza.
Tomo el arma que Rodrigo me da y le ajusto el seguro y verifico que este cargada.
El auto se detiene a unos metros del lugar y todos bajamos en silencio, Rodrigo le hace seña a los hombres de atrás para que se sercioren de todo el lugar.
Rodrigo envía un mensaje y en un minuto uno de nuestros hombres llega. Al verme en el lugar me da un saludo con su cabeza, yo lo tomo y le digo:
—Cual es la situación—Le digo
—Jefe los rusos se dieron cuenta de la ruta que hicimos y nos emboscaron, mataron a 3 de nuestros hombres que eran los que llevaban ese cargamento—dice uno de mis hombres que cubre está zona, — nos dimos cuenta que se estaba retrasando en marcar el perímetro y sabíamos que algo estaba mal, cuando nos dimos cuenta ya se habían ido los rusos, pero los pude localizar y estan ahora cambiando de trailer—
—Muy bien José, ¿cuántos son?—dice Rodrigo.
—Son 10 hombres señor—yo asiento con la cabeza.
—llame de inmediato a un grupo apenas José me informo jefe, y ya están en posición para su orden—me dice Rodrigo
—perfecto, vamos a recuperar lo que es nuestro— digo y avanzo sigilosamente
Rodrigo me sigue y da ordenes a José que avise a los demás para atacar.
Me acerco en silencio y me cubro detrás de un arbol. Analizó la situación y la escena ante mi, apuntando con mi arma hacia uno de ellos.
Alzo mi mano y doy la señal a mis hombres para que abran fuego después de mi.
Miro a uno de ellos y le disparo en la cabeza y este cae al suelo, antes de que puedan reaccionar, uno de los sospechosos saca un arma y comienza a disparar hacia nosotros. Mi equipo responde al fuego, y el claro se llena de disparos y gritos.
Me tiro al suelo, buscando cobertura detrás de un árbol cercano.
—¡Cubranse!— grito a mi equipo. —¡Vamos a neutralizarlos!—
El fuego cruzado es intenso, y puedo escuchar a mis compañeros respondiendo al fuego. Jose está detrás de un vehículo cercano, disparando hacia los rusos.
Rodríguez está en el suelo, avanzando hacia uno de ellos que está intentando escapar.
Yo me asomo detrás del árbol, apuntando con mi arma hacia el líder del grupo. "¡Ríndete!", grito. "¡Están rodeados!"
Pero el no se rinde. Comienza a disparar hacia mí, y me veo obligado a responder al fuego. Los disparos impactan en el árbol, y me cubro la cabeza con los brazos.
Sigo disparando hacia el líder del grupo, intentando neutralizarlo. José y los demas se unen al fuego cruzado, disparando hacia los rusos desde su posición detrás del vehículo.
Rodríguez avanza hacia uno de ellos que intenta escapar, y lo derriba con un disparo preciso.
Los sospechosos comienzan a caer, uno a uno, mientras mi equipo sigue disparando. El líder del grupo intenta retroceder hacia el camión, pero le disparo en el brazo, haciéndolo caer al suelo.
Jose se acerca a otro ruso que intenta rendirse, pero este saca un arma y le dispara en el hombro, yo me doy cuenta y le disparo a ese en la cabeza y en un rápido movimiento cubro a José detrás del vehículo.
El fuego cruzado continúa hasta que finalmente, todos los hombres están en el suelo, neutralizados. Mis hombres se acercan a ellos, asegurándose de que estén desarmados y no representen una amenaza.
Me acerco al líder del grupo, que está herido en el brazo.
—¿Quien te envío?—le pregunto con firmeza.
El me mira con una mezcla de dolor y desafío, pero no dice nada. Rodrigo se acerca a nosotros, revisando al hombre en busca de más información.
De repente, escuchamos un ruido proveniente del camión. El camión comienza a moverse, y escuchamos el sonido de los neumáticos chirriando en la oscuridad. Rodrigo yo nos miramos, sorprendidos.
—¡Detengan el camión!— grito a mis hombres —¡No dejen que escape!—
Rodríguez se acerca al camión, intentando detenerlo, pero el conductor acelera y logra escapar del claro. Mis hombres se sube a sus vehículos y comienza a perseguir al camión.
—¡Vamos!— grita Rodrigo subiendo a mi vehículo. —¡No podemos dejar que se escape!—me subo de prisa y aceleró apenas Rodrigo entra.
La persecución comienza, y los vehículos siguen al camión a través de la selva oscura. El camino es estrecho y sinuoso, y el camión está tomando curvas cerradas a gran velocidad.
Yo estoy conduciendo, y Rodrigo esta en el asiento del pasajero, intentando mantener la comunicación con el resto del equipo.
—¡Estoy viendo al camión!—grita uno de mis hombres por la radio. —¡Está tomando la carretera principal!—
Acelero, y nuestro vehículo se acerca al camión. —¡Prepárate para interceptar!— grito.
Maniobro el vehículo para interceptar al camión, y Rodrigo se prepara para saltar hacia el camión en movimiento. Mis hombres están cerca, y listos para apoyar.
Justo cuando estamos a punto de interceptar, el camión toma una curva cerrada y pierde el control. El vehículo se desliza hacia un lado, y el conductor lucha por recuperar el control.
Yo aprovecho la oportunidad y maniobro nuestro vehículo para bloquear el camino. El camión se detiene con un chirrido de neumáticos, y el conductor intenta escapar.
—¡Sal del vehículo!— grita, Rodrigo saltando del vehículo —¡Estás rodeado!—
El conductor intenta huir a pie, pero Rodríguez y otros lo persiguen y lo detienen. Lo traen de regreso al claro.
—¿Quien te envío?—le pregunto al conductor, mientras lo checamos en busca de armas.
El conductor se resiste, pero finalmente, encontramos un compartimiento secreto en el camión. Lo abrimos y vemos toda la mercancía en el.
Al ver que este hombre no quiere hablar y ya tenemos el control, le pido a Rodrigo que lo lleven a la bodega, y el ya sabe que hacer, Rodrigo ordena que recuperen la mercancía y la lleven al punto de entrega, otros hombres se encargan del ruso y se lo llevan.
—Vamonos— le digo a Rodrigo y subo a la camioneta en el asiento del copiloto, y Rodrigo entra de copiloto.
En dirección a casa solo pienso en llegar y acostarme con mi pequeña, la necesito.
30 minutos después llegamos, las puertas de la mansión se abren al pasar la seguridad. Rodrigo parquea el auto y yo bajo.
—Asegura que todo marche bien, nos vemos mañana.— el asiente y se dirige a su habitación, el es el único que puede entrar a mi casa, y lo estoy dejando quedar aquí debido a las altas amenazas que hemos tenido.
Entro a la habitación y esta oscura, voy al baño y veo la hora y son la 1 de la mañana, mi pequeña está dormida.
Sin hacer tanto ruido me doy una ducha para desprender el sudor y algunas salpicadura de sangre que callo sobre mi piel. Salgo del baño me coloco mi pijama y me acuesto con mi pequeña, la abrazo y ella responde a este abrazo.
—Al fin llegaste—dice mi pequeña entre sueños,
—Si, ya estoy aqui—ella sonrie y aprieta mi brazo y yo la abrazo más fuerte.
No la molesto porque yo también estoy algo cansado, la dejaré dormir y yo me unire a ella, pero mañana saldamos cuentas, mi pequeña me dejó iniciado y tenemos que terminar lo que empezamos,
Sin más inhaló su delicioso aroma y me rindo ante el sueño y el cansancio deja do caer mis ojos y mis pensamientos ante la oscuridad de la aún noche...