El Villano, Debe Ser Mio

Como dijo Cedric, al día siguiente ya estaban frente al registro firmando los papeles que los acreditaban como una pareja casada, al terminar ambos recibieron el certificado de matrimonio.

-Prometo que después de todo esto te daré la mejor boda que hubieras querido.. - menciona Cedric

June quien lo escuchaba atentamente, se detuvo y lo miro, para decirle.

-No te preocupes, lo que importaba era estar casados... Pero lo que si me preocupa es que el Emperador se enoje... - abre su sombrilla al sentir el calor

-Mi tío... De el, me encargo yo, así que no te preocupes.. Y mejor vamos a comer algún lugar...

La joven asiente para subir al carruaje e irse de ahí, hasta un restaurante muy elegante.

-No debiste traerme.....-es interrumpida por ahora si esposo Cedric

-Déjame, traerte a este lugar, además recuerda que soy muy rico, por lo que no hay problema con eso... - le sonríe, para después notar que un camarero se acercaba para tomar su orden.

-¿Que desean ordenar?...

Menciona la joven quien miraba coqueta a Cedric quien para nada de giro a verla.

-Mi esposa ordenará primero y después yo... - informa para ver a June

-Yo quiero, un filete muy bien cocinado en jugo de naranja con verduras...-le sonríe a su esposo quien ordenó lo mismo

-he notado que tiene más apetito que los últimos días... - observa a Jun quien se comía un trozo de pan con mantequilla

-¿Crees?... Pues siento que como lo mismo... Pero mi ropa si la he sentido un poquito... - guarda silencio al escuchar un alboroto en la entrada del restaurante - ¿Que sucede?

-Son soldados.. Pero que hacen aquí...

Menciona Cedric para levantarse y observar como el príncipe heredero estaba haciendo revuelo de una manera tan desastrosa, bien se quedó sentada en donde estaba para ver como el príncipe la miró y se le dejó venir a donde ella estaba, aun que su objetivo fue frustrado por Cedric quien le impidió acercarse a ella golpeandolo de una manera monstruosa qué lo hizo volar por los aires.

-¿Que demonios te sucede? - Grita Cedric para ver como el príncipe se levantaba de manera rápida y volvía a acercarse a June quien no se imutaba y seguía como nada comiendo ahora su carne qué le entregó la mesera

Pero al volver a detenerlo, el príncipe jalón por accidente el mantel de la mesa donde estaba la joven quien observó la mesa vacía y sin su plato lo que la hizo levantarse y se acercó al príncipe, mientras detenía a Cedric.

-Basta... Este estúpido tomo algo o lo controlaron con algo... Mira sus ojos - señala

Cedric al ver los ojos del príncipe miro que estaban totalmente blancos, para después observar a June quien sujetaba al príncipe como si no hiciera ni una fuerza, por lo que suejeto a este y lo alejo de su esposa, para entregárselos a los guardias, que desde hace rato estaban parados atrás de ellos.

-Llevenlo al palacio, que lo examine un doctor yo iré en cuanto deje a mi esposa en casa...

Indica Cedric para gjrsrse y ver que June ya no estaba ahí a su lado, por lo que la busco con la mirada, hasta encontrarla junto a una mesa de postres donde devoraba un pequeño flan.

Este espero a que su ahora esposa terminara para llevarse a su casa, donde la dejo a cargo de los guardias y sirvientes, mientras el salía hacia el palacio, al llegar pudo notar a su tío muy preocupado asi como a su tía quienes estaban fuera de la habitación, al verle corrieron hasta el.

-¿Como esta? - pregunta Cedric

-Muy mal... Ha estado como loco... Nos quiere atacar, hasta el grado de tenerle que amarrar para que no nos haga daño ni a él mismo..

-bien, iré a dentro y veré que puedo hacer..

El emperador lo sujeto del brazo.

-has todo lo que este en tus manos para que mi hijo esté bien, sabes que te daré cualquier cosa... - menciona el emperador algo desesperado.

-No necesito nada... Ya que solo soy un monstruo, por lo que he vivido en paz... Pero - recuerda a June - si te pediré algo después, ahora necesito que todos se alejen a más de cinco metros de la habitación junto al los sirvientes, doctor... No quiero que nadie sepa lo que haré...

El emperador asintió, para dar las órdenes qué pidió su sobrino, pues la verdad ni el sabía que hará este.

Cedric entro para ver salir a todos y escuxhar como cerraban la habitación desde afuera, este, se sentó junto a su primo quien lo miro y quiso atacarlo, Cedric lo observó, sacó los guantes de sus manos, qué hasta ahora nadie había notado que jamás se quitaba, ni la propia Jun quien ya ha dormido con el.

-esto dolerá un poco pero podré ver que te paso y poder sanarte...

Dijo para colocar su mano en la frente de su primo, quien gritaba y se revokcaba de dolor pues en las palmas de las manos de Cedric había marcas, estas marcas eran para poder usar su magia, ya que era el único en el Imperio qué podía usar magia y mana, lo que lo llevó a hacer el monstruo del emperador, sin saber que con ese poder ha ganado guerras.

Pero para el era lo mejor, así nadie se acercaba ni lo ostigaba, hasta que Jun llego y este la buscaba a ella.

Cedric quien comenzaba a urgar en la cabeza de su primo notó que lo último que hizo fue estar junto al Duque Victor quien sonriendo le entregó a este una copa de vino para después, salir de su recidencia e ir hasta su carruaje en donde empezó a sentirse mal y actuar raro, por lo que Cedric alejo su mano de la cabeza de su primo quien se había calmado, por lo que de inmediato este abrió la camisa de su primo de golpe notando qué tenía marcas y eso que bebió fue algo que contenía magia, pero no sabía de cual, así que coloco sus dos manos en el pecho de este, comenzando a curar su cuerpo, poco a poco hasta que este volvió a la normalidad pero perdió el conocimiento, Cedric se colocó los guantes para caer en la silla de alado mientras miraba la magia qué flotaba en una pequeña burbuja frente suyo, pues debía exminarla y saber de donde provenía, así como investigar a Victor..

Los emperadores entraron encontrando a su hijo estable, a lo que Cedric cerró la puerta y mirándole serio les dijo.

-Por ahora esta bien, alguien le dio de tomar algo que lo hizo actuar así...

-¿Quien fue el maldito que lo hizo? - pregunta furioso El emperador

-Hasta ahora, solo tengo una sospecha y es el Duque Victor, por lo que les recomiendo que no lo dejen verle, ni a esa joven que frecuenta, ya que ella también tiene rastros de esa magia..

-esta bien, lo haremos..

-Bien, así que déjenme lo demás a mi.. Solo alejenlos sin levantar sospechas, digan o inventen alguna escusa y si por algún motivo lo ven, nunca lo dejen solo o de lo contrario no habrá una próxima donde pueda salvarlo..

Menciona Cedric para salir de ahí, mientras caminaba por los pasillos hasta la salida, se le vino a la mente June, quien si no estaba equivocado aún no esperaba, en el carruaje este recordó asu esposa como es que tranquilamente sujeto al príncipe, mencionó que estaba apretados sus vestidos y su apetito voraz, por lo que la vería más de cerca, pues por alguna razón ella está teniendo comportamientos raros.

Después de unos minutos este llego a la mansión, donde al entrar, fue recibjdo por Juen quien se colgó de su cuello.

-volviste...

-Claro que si.. - le da una vuelta - ¿Que haces despierta?...

-bueno.. Es que estaba en la cocina comiendo un delicioso trozo de tarta - dice la joven feliz por lo que Cedric la lora y pellizca sus mejillas

-te ves como una linda ardilla.. - mira el puchero qué hace - sabia que estarías comiendo en lo que yo llegara, pero ahora debes descansar.. Vamos..

La joven lo detiene y le dice.

-que tal si caminamos un poco antes de ir a la cama, estoy muy llena..

Cedric mira a la Mayordoma para preguntarle.

-¿Cuanto ha comido?..

-la señora comió dos trozos de tarta, así como dos tazas de té, después un trozo de carne en jugo de naranja y por último unas galletas de aniz...

Cedric mira a su esposa, para verla mejor, algo estaba raro en ella, quien tampoco lo había notado, por lo que la sujeto de la mano para llevarla a su habitación, donde al llegar entraron para cerrar con llave la puerta y la sentó en la cama, este se arrodillo y descubrió su mano, por lo que a June le causó miedo jamás lo había visto serio.

-¿Cedric qué sucede?...

El Archiduque coloco su mano en el viste de la joven para cerrar un poco sus ojos, los que abrió de inmediato, en un tono azul metálico, no un azul cielo como los tenia.