¿Qué pasaría si eres la villana de una historia mal contada? Anneliese Ross es la hija menor del conde Ross, quien recientemente ha perdido la memoria y no recuerda las sensaciones o personas, durante ese lapso de tiempo descubre cosas desconocidas que siempre la rodearon antes de ser Anneliese.
Porque Anneliese Ross es una persona sobrenatural y desconocida, a la que siempre la envolvían las desgracias y siempre estaba rodeada de chismes.
¿Qué harás cuando tuviste que haber muerto y no lo hiciste? Anneliese Ross, ¿Que harás para sobrevivir?
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16.
Anneliese Ross observó fijamente los ojos rojos y brillantes del príncipe Zack, quien parecía hacer lo mismo con su rostro.
Pero el silencio que invadió el espacio fue tan cómodo que no hubo necesidad de soltar palabras alguna. Porque el silencio es capaz de escupir miles de palabras sin que seamos conscientes de ello, y eso era lo que estaba sucediendo.
— ¿Está bien? ¿Qué sucede contigo?
Zack Redmin fue el primero en romper el cómodo silencio después de recorrer detalladamente su rostro macabro.
— Lo estoy su alteza, ¿se encuéntra usted en buen estado?
— Mentir está mal Anneliese.
— No estoy mintiendo.
— ¿Te viste en el espejo en la mañana?
— Lo hice.
— Pareces un muerto. ¿Qué te sucedió?
Toque.
Un suave toque se deslizó por su delicado rostro y acarició suavemente su mejilla, detallando los ojos cansados y lo delgado de su rostro.
Un toque cálido y familiar que le hizo estremecer y poner sus pelos de punta. Algo que contenía recuerdos que no se materializaban en su mente y le traía cierta satisfacción a su ser.
— ¿Anneliese?
— ¿Huh? Estoy bien.
Zack entrecerró los ojos.
— ¿Estás segura de eso?’ Estás helada.
— Debe ser un resfriado de verano. N-no es importante.
— Es importante.
— No lo es. Gracias por su preocupación su majestad.
El toque cálido que antes sostenía su mejilla desapareció, ella estaba muy nerviosa como para admitir que aquel toque le pareció fascinante y sumamente cálido, a tal punto en que sentía sus mejillas calientes y los ojos evitaban ver su figura. Porque el hombre a su lado le ponía nerviosa con su sola mirada.
Zack notó aquella timidez que refleja Anneliese y su mirada baja, sonrió ante tal acto tan común en su persona.
— ¿Estás aquí para ver los puestos?
— Oh, Eh, He visto algunos con Emily, iré con ella ahora, muchas gracias por su preocupación su alteza.
Anneliese tomó el brazo de Emily y estaba decidida a escapar de allí, bajo la intensa y calculadora mirada de Zack y la impertinente mirada del hombre a su lado.
— ¿No es grosero irse sin saludar? Por favor quédese un poco más, señorita Ross.
El hombre al lado de Zack dejó sus hombros tensos y comenzó a hablar, cabello castaño brillante y ojos azules oscuros. Llamativo a su parecer.
— ¿Quién es usted?
La mujer preguntó receptiva, quizás no había mostrado tacto alguno ni había analizado correctamente su pregunta, pero las palabras de duda habían salido de su boca rápidamente.
— ¡Ah!, es una desgraciada, la señorita Ross ya no me recuerda.
El de cabello castaño puso su muñeca en el rostro y empezó a sollozar, o a hacer sus ruidos a su parecer, su rostro era gracioso y su actuación poco realista le causó gracia, porque el rostro de Zack parecía irritado y no dudó en tomar la esquina de su camisa.
Anneliese soltó una sonrisa ante el actuar de ambos hombres.
— No recuerdo correctamente. Mi nombre es Anneliese Ross, ¿Podría decirme quién es usted?
Quizás había sido la delicadeza de la mujer o tal vez las trenzas alborotadas que predominaban en su cabeza y brillaban con la luz del sol, pero su imagen los había cautivado y Dorgel quedó maravillado. Reverenciando precipitadamente a la mujer frente a ellos.
— Nos volveremos a conocer Señorita Ross, Mi nombre es Dorgel Federick y soy el hijo mayor y futuro heredero del Duque Federick. Es un gusto volver a hablar con usted y ver que se encuentra bien.
Espera..
¿Había dicho Duque?
Emily reverenció y Anneliese adaptó su postura. Tomando un rumbo directo lejos de ambos hombres a su vista.
— Fue un placer Joven Federick. Si no es molest-
— ¿Por qué no vamos todos juntos?
Dorgel propuso y Zack asintió, Anneliese se tensó en su posición. ¿Debería asentir ante la petición? Debería agradecer correctamente a Zack por la ayuda pasada y la pasada y por enviar cartas y por su preocupación.
Ah\~
Todo era muy cansado.
¿No había otra alternativa?
— E-entonces, recorramos un poco el lugar.
La mujer sonrió incómoda y Dorgel se puso a su lado, a su parecer del hombre brotaban chispas de felicidad y su energía brotaba e iluminaba su imagen.
— Podría recordarle nuestra amistad anter-
— ¡Tu!, ¿No deberías ponerte al día con Emily?
Zack agarró fuertemente el hombro de Dorgel y lo arrastró detrás de su figura, provocando que Emily quien iba detrás suyo riera felizmente.
Zack tomó puesto a su lado y sus hombros rozaron, su corazón latió ferozmente, ¿qué estaba pasando?, antes, cuando había estado al lado de Zack no había tenido tales reacciones precipitadas y desconocidas.
— ¿Te sientes bien? Tu rostro está tan rojo que parece que va a estallar.
El hombre a su lado lucía increíblemente despreocupado, rozó suavemente su mejilla con la punta de y ese toque provocó que su piel se estremeciera. Zack lanzó una carcajada que solo le fue posible oír a ella.
Avergonzada y con las mejillas rojas, Anneliese fijó su mirada en el suelo — Estoy en perfectas condiciones, no se preocupe de más su alteza.
— ¿Cuál es el problema? ¿No eras tú quien le gustaba esta clase de toques?
Nuevamente su mejilla fue tocada suavemente y los ojos rojos como rubíes brillaron ante su reacción inesperada. Pero quizás en ese momento, con Dargel y Emily unos cuantos pasos más atrás y sin ninguna mirada que pudiera juzgarlos, Anneliese Ross aceptó el toque del hombre y posó su mejilla suavemente en su palma.
Zack se sorprendió, y Anneliese retrocedió, su rostro antes rojo se encendió de vergüenza, ¿Por qué había hecho? En su mente, la mujer de rostro tan rojo como su cabello se golpeó a sí misma ante semenjante grosería y confianza.
‘No confíes en Zack’
Esa frase se repitió en su mente múltiples veces y su rostro antes colorado se puso pálido.
— Su alteza llega a ser muy imprudente — El enojo y decepción se materializó en su voz y su mirada se volvió cortante.
Zack se estremeció ante su reacción.
Pero para Anneliese su propia reacción uno había sido inesperada, ¿Por qué había reaccionado de esa forma? En un principio creyó que marcar una distancia era la manera correcta de poner un límite claro entre Zack y ella. Pero aquella reacción había sido equivocada.
No. Ella no quería reaccionar de esa manera, pero Zack solo observaba con su rostro filoso y extremadamente frío que comúnmente lo caracterizaba. Pero un toque de amargura se visualizaba en lo más profundo de su pupila.
Dargel y Emily no tardaron mucho tiempo en llegar a su lado y seguidamente continuaron con su camino. Quizás había sido su inesperada respuesta, pero el ambiente se tornó incómodo y le fue imposible no apartar la vista del dobladillo sucio de su vestido.
Pero le fue imprescindible no volver su vista a los diversos estantes con flores exóticas en las que ahora estaban.
Tulipanes rojos.
Rosas blancas.
Orquídeas rosas.
Lotos frescos.
Girasoles en su florecimiento.
Y miles de flores a las que desconocía su nombre y usó, colores ardientes como el amarillo vibramente o un rosa fluorescente, aquello maravillaba sus ojos y su nariz, porque su olor era cautivador.
Quizás había sido su descuido, pero no había notado el momento en que Zack había desaparecido de su lado y se encontraba observando las múltiples flores de color rojo y detallaba su olor y forma.
Porque aquel color rojo era similar al cabello de su mujer, entonces debería darle algo que demostrara su amor por el.
10 tulipanes rojos. 5 rosas rojas y una extraña flor que se habría paso por una rama y su nombre denominaba “Verbena”algo tan exótico y brillante le recordaban los bonitos rizos que siempre caían desde la cabeza de la mujer.
Un hermoso ramo envuelto en un papel color oscuro y un bonito lazo del mismo color se habría paso y el corazón de Zack se sacudió del nerviosismo.
Ese sentimiento era extraño, después de todo no era la primera vez que le regalaba a la mujer de cabellos rojos un ramo de flores. Pero si era la primera vez que se lo daba el mismo.
¿Era lo suficiente lindo para gustarle?
¿Le gustaba el color rojo?
¿Y si no le gustaban esas flores?
Zack Redmin, concéntrate, no puedes pensar en esas cosas cuando piensas hacer un regalo, y más cuando la mujer a su lado observaba a detalle cada flor a sus ojos y apreciaba su mínima imperfección.
— ¿No es lindo?
Anneliese Ross tiró un comentario vacío al aire y su nerviosismo aumentó. Pero estaba bien, si no eran de su agrado, podría tirarlas.
Que tontos pensamientos estaba teniendo.
— ¿Huh?
La mujer de cabellos rojos comenzó a mirar a su alrededor buscando su figura alta, y al encontrarlo su corazón enloqueció, porque un bonito ramo de flores del color de su cabello yacía en sus brazos.
— ¿S-su alteza?
Su corazón se estremeció, ¿Por qué el príncipe Zack tenía un ramo de flores en su poderío?
— Señorita Ross, espero sean de su agrado.
El hombre colocó el ramo perfectamente organizado en sus brazos y seguidamente se escabulló y desapareció.
Su figura y la de Dorgel habían desaparecido al mismo tiempo y el rostro de Emily se contrajo de la sorpresa.
— ¿Señorita? ¿Huh? ¡Oh!
— ¿Que sucede, Emily?
Emily a su lado sonrió satisfecha y su rostro se sonrojó levemente, estaba maravillada ante el regalo inesperado por parte del mago y sobretodo por el significado desconocido que poseían esas flores.
— ¡N-nada! ¿Deberíamos comer algo, señorita?
Anneliese asintió con desconfianza y observó las flores a su poderío, tan rojas como su cabello ardiente y los toques brillantes de color amarillo tan relucientes como el sol. Desconocía su significado más de su importancia.
Solo debía agradecer cuando el hombre apareciera en su vista.
Pero un nerviosismo invasor envolvió su pecho, ‘No confíes en Zack’
¿Por qué si tenían una relación tan cercana no podía confiar en él?
¿Que te hizo, Anneliese Ross?
......................
La noche caía ferozmente y el cielo estrellado de principios de verano se habría paso a sus ojos, Emily había ido a por un abrigo y ahora estaba sola en el lugar, observando la nocturna imagen del pueblo desde lo alto del orfanato.
Los estantes de recaudación habían sido un éxito ya que antes de la mitad de la tarde todo había terminado y la recaudación del lugar se había visto perfectamente. Desconocía que acción seguía después de esta.
Sintiendo la cálida ventisca nocturna. Anneliese Ross abrazó sus brazos y respiró pacíficamente, ¿no había mucha tranquilidad?
Pero contrario a su pensamiento pasos y crujidos de ramas cercanos alertaron sus sentidos. El crujir del pasto se mezclaba con las ramas partidas de los árboles bajo los pasos. Sus pasos eran lejanos pero su presencia era poco notoria. Ni siquiera sabía qué alguien más podría estar allí.
Tomando una roca que estaba a su lado, Anneliese esperó pacientemente el llegar de la presencia desconocida, atacarla y huir, después de todo, la constancia de eventos desconocidos anteriormente le habían brindado más desconfianza de la que debería.
Una capa negra con toques dorados y un cabello oscuro se asomó, tomando la roca en sus manos fue arrojada ferozmente contra el ser desconocido que se asomaba por los arbustos.
‘Puck’
La roca había chocado contra su cabeza provocando un leve gemido, seguidamente de sus afanados pasos por huir de ese lugar.
— ¡Ugh! ¡Oye!
Una voz masculina conocida se habría paso en el silencioso lugar y Anneliese quedó estática en su lugar.
— S-su alteza, ¿qué lo trae por aquí?
La frente del hombre chorreaba una poca cantidad de sangre fresca y él se agarraba suavemente el costado.
¡Anneliese Ross! ¿Estás loca!
¡Haz herido a un miembro de la familia imperial!
Pero el hombre sonrió ante su imagen estática.
Desde la oscuridad. Sin notar la presencia desconocida una capa se zarandeó en el viento y desapareció violentamente.
Era una lástima.
Anneliese Ross no aprende de sus acciones y Zack Redmin no deja de ser un entrometido.
Pero, no importaba.
Era mejor.
El plan saldría a la perfección.
Entonces.
Ojalá pierdan esta vez. Escorias.
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Atte: Amelie Ross.
y como Anne no se dió cuenta de la sangre oscura antes cuando la seguía?
ojalá Zack no tenga que usar magia de vuelta,pueden que lo castiguen.
que sucedió con el monstruo o demonio ,la caída de los escombros lo mató o fue Anne ?por otra parte es bueno que la hermana aún estuviera ahí ,aunque se esté muriendo.espero que descanse en paz
gracias por el capítulo
por lo que ese demonio,se oculto bien
por otra parte si el principe Zack llega a ver qué se fue Anne ,de preocupara mucho
y la Anne anterior ya le dió una advertencia a la actual protagonista,
pero por qué el principe Zack mataría a Anne ,si parecen llevarse bien ?
que hacía el principe Zack allá ?
y por último que vio la adivina que las echo
gracias por el capítulo,espero que nuestra protagonista esté bien. me ausente por estudios pero hace tanto que no leo el libro que me pareció un escenario con mucho peligro para la prota.