En Esta Vida No Moriré

Han pasado 5 días desde que fue mi fiesta debutante, todos comentaron lo hermosa e increíble que fue, mis amigas comieron y bailaron, además Beatriz se sintió atraída de Jorge y al parecer él también de ella, Flora se retiró complacida porque Aurora logró atrapar a Adam.

Yo me encontraba desecha, no sé cómo pero logré despedir como pude a mis invitados entre ellos a Adam, quien intentó explicarse y yo simplemente no deje que lo hiciera:

- No quiero escucharte_ le espete con vehemencia

- Por favor Leonor, debes escuchar. Me drogaron y yo... No creí que Aurora sería capaz de llegar tan lejos_ comentó apretando los labios

- Lo sé, pero te vas a tener que casar con ella_ murmuré disgustada

Fuiste demasiado confiado y esas son las consecuencias, estás personas han sido capaces de llegar lejos_ dije

- Supe que Antonio intentó hacer algo muy ruin_ argumento y me quiso tomar la mano. En ese instante apareció la princesa con su cara de hipócrita.

- Debes felicitarnos Leonor, él y yo nos casaremos. Las amigas hacen esas cosas_ mencionó con una sonrisa falsa, ya que vio que Adam buscaba acercarse a mi.

- Muchas felicidades_ comenté en voz alta y luego me acerque a Aurora:

Te felicito princesa por ser tan buena actriz y ocultar a todo el mundo que eres tan vulgar para atrapar a un hombre usando esos medios _ le susurré cerca

Su cara enrojeció, intentó darme una cachetada, pero le sujete la mano y le pase un regalo que ella me había obsequiado con anterioridad.

- Tenga princesa una muestra de respeto_ dije y me marche del lugar. Álvaro observaba la escena y se acercó a decirme algo.

- No puedo creer que tengas tantas personas envidiosas en tú vida, esa mujer nunca ha sincera contigo ni nadie _ mencionó intentando seguirme mientras yo continuaba caminando.

Le gustas a muchos hombres, seguramente esa es la razón del porqué esas mujeres te detestan_ agregó y me detuve.

Me gire para mirarlo con rabia pero mis lágrimas caían sin que pudiera evitarlo. Su expresión de dureza se suavizó al verme así y me abrazo:

- No me odies, te salve porque me agradas_ dijo él

- Ya no importa_ respondí triste

Era cierto, no importaba quien fuera mi futuro esposo mientras no se tratara de Antonio. Ese desgraciado obligó a Álvaro a comprometerse conmigo, para evitar un escándalo, ese maldito quería asesinarme si no accedía u obligarme a ser su prometida. Mi abuelito ante la intervención de Álvaro logro ponerlo en prisión y acusarlo de robo e intento de asesinato. Fue enjuiciado rápidamente a diferencia del conde, y pagaría caro, ya que lo condenaron de por vida. Antonio lloraba y suplicaba el perdón, pero no sé le concedió.

Ahora yo estaba comprometida con Álvaro y Adam con la princesa Aurora. Le pregunté a mi tía sobre la presencia de Álvaro en la fiesta y me dijo que ella lo invitó, no pude decirle nada, ya que gracias a él, me encontraba aquí y además aquella cicatriz había disminuido de tamaño.

La siguiente semana, me la pasé en mi habitación acostada, no deseaba ver a nadie y mi tía comentó simplemente que estaba enferma. Escuché que Dina e incluso Beatriz habían venido a verme, mi prima Cristal se alojó en casa de un pariente en el centro para poder ver más seguido a su prometido y por lo que escuché, Jorge la acompaño para cuidarla, aunque según mi tía Caroline sospecha que él buscó la excusa para ver a mi amiga Beatriz. Recuerdo que en aquel momento sonreí un poco, sabía que en los diarios se hablaba del gran evento que se avecinaba a fin de año, nadie lo decía en la mansión, pero sentía que era peor. Álvaro se fue ese día en que ocurrió lo de Antonio y el juicio en su contra, le comento a mi abuelito y tía que debía atender unos asuntos de su reino. Álvaro entonces era duque en su país, eso logré saber ese día en que me salvó, por lo menos en el futuro podíamos ser amigos, pensé.

Aunque no podía confiar en que alguien como el podría ser leal a mi matrimonio, al menos tendría una vida tranquila.

- Buenos días señorita, le traje el desayuno a la cama_ llegó Molly con su bandeja

- Gracias Molly, hoy saldré a cabalgar_ dije ya era momento de dejar de lamentarse, llevaba más de una semana deprimida.

- Que alegría señorita_ dijo ella feliz

- Comeré lo que me has preparado y dile a Charles que avise a las caballerizas_ comenté

Después de que termine de comer, me puse mi ropa de montar, estaba lista para pasear por los prados de la mansión, la puerta principal se abrió y vi que Álvaro entraba.

- Buen día mi Lady _ saludo gentil

- Buen día mi Lord_ respondí

- Veo que saldrá a cabalgar, ¿Puedo acompañarte?_ preguntó

No encontré excusa para rehusar su compañía, además es mi prometido, debía intentar ser amigable con él.

- Por supuesto, será un gusto que me acompañe_ dije

- jajajajaja No es necesario que exageres tu entusiasmo_ mencionó el divertido con una sonrisa impecable y hermosa.

Por un momento creí verlo de una manera diferente a la que acostumbro a hacerlo, no como un odioso y presumido. Me quedé pensativa un instante:

- ¿Te has enamorado de mi ahora?_ preguntó al verme en silencio

- Solo me preguntó cómo puedes ser tan ridículo_ dije con fastidió

- Vamos Leonor, tienes que admitir que soy guapo. Eso te ayudará a que te enamores de mi_ mencionó él siguiendo mis pasos mientras yo caminaba disgustada. Podía oír su risa burlona, luego con rapidez subí a mi caballo ya ensillado.

- Wow eres muy hábil_ mencionó asombrado Álvaro

- Desde pequeña aprendí a montar_ respondí luego sujete las riendas con fuerza y Álvaro también subió a su caballo.

Álvaro se acercó a mí e iba a decirme algo para molestar, pero cuando extendí mi mano, él me sujetó sorprendido.

- ¡Esa cicatriz! ¡¿Cómo es posible que también la tengas?!_ dijo asombrado mirando mis ojos

Percibí algo en su tono que me resultó familiar, como si supiera algo.

- Es solo un recuerdo de un incidente o un mal recuerdo_ respondí y, note que él se cayó

Me pareció curiosa su reacción, pero no pudimos seguir hablando porque escuché la voz conocida de Camillo, Aurora y Adam que cabalgaban cerca. Los límites del territorio de la mansión de mi abuelito colindan con los reyes, es sabido que mi abue es familiar de ellos.

- Lady Leonor_ dijo Camillo al verme

- Buen día Majestad_ saludé mientras observaba que Camillo no le quitaba los ojos de encima a Álvaro.

- Usted es... El príncipe del reino vecino_ murmuró Camillo

El hermoso príncipe que encanta a todo el mundo_ agregó sorprendido

- ¿Cómo?_ dije y observé a Álvaro

- Mi hermano el rey tendrá a su hijo, así que ya no soy el príncipe_ respondió él

Cuando Aurora se acercó note por primera vez que Álvaro se tensaba y apretaba su muñeca con fuerza y fue ahí que descubrí la misma cicatriz que yo también tenía.