El Dolor De Una Partida

Los amigos seguían hablando en el estudio donde Esteban no hacia mas que burlarse de su amigo, cuando se escucho un toc, toc en la puerta.

- Adelante - contesto Alejandro

Señor, disculpe! Pero acaba de llegar este paquete, lo envían de una tienda Hermés.

- sí, lo estaba esperando, acércate por favor.

Alejandro tomo un memo donde escribió una pequeña nota y la pego sobre el paquete.

- Por favor entregárselo a la señora.

- Como usted diga señor! Permiso.

- Veo que la conquista va con toda - bromeo Esteban

- Porque lo dices?

- Por esa bobadita de regalo que le acabas de enviar.

- No es por conquistarla, es porque asistirá conmigo a una gala de negocios y quiero que se vea hermosa, aunque ella no necesita nada de eso, siempre está preciosa - dijo Alejandro acompañado de un suspiro a la vez que toma la bebida de su vaso.

- Que es lo que te detiene Alejandro, si se te nota el interés que tienes por ella, es tu esposa aunque sea en un papel y a mi parecer a ella no le eres indiferente.

- No se si lo que siento es amor, por que no se lo que es amar a una mujer y no quiero lastimarla, que tal que solo sea atracción física, ganas de llevarla a la cama y es que deliro con su cuerpo, el dulce sabor de sus labios me vuelven loco, me gusta todo de ella.

- Ósea que ya han habido besos! - Dijo Esteban con una risita

- Sí, y no sabes lo difícil que es dejarla ir después de eso, son horas en la ducha fría para calmarme, si no fuera la hija de Don Jose no la respetara tanto, tal vez no me importara si se enamorara o no de mi, pero no puedo hacerle eso al hombre que me quiso como un padre - dijo Alejandro para luego pasarse las manos por su rostro con algo de brusquedad debido a su frustración.

- Cálmate amigo, no te desesperes. Alejandro amar a una mujer es básicamente sentir que quieres todo con ella, te gusta todo desde el más mínimo detalle hasta el más grande defecto, es verla grandiosa cuando otros ven a alguien común y en mi humilde opinión tú ya estás en ese estado. Te preocupa dañarla porque, precisamente es ahí donde se demuestra el amor, en cuidar y proteger a esa persona incluso de uno mismo, deja el miedo y no te limites más, porque será peor no intentarlo y quedarte con él sin sabor de lo que pudo haber sido y no fue, por tu miedo.

- Tienes razón! Creo que debo dejar el miedo.

- Exacto! Le prometiste a Don Jose cuidar a su hija, que mejor manera que hacerla feliz en un matrimonio donde los dos se sientan plenos.

- Waoo! ¡Qué vestido tan hermoso!! ¡Definitivamente, Alejandro tiene muy buen gusto!

- si, este muy lindo - dijo Adhara mientras miraba la nota que había en el paquete

- Que dice esa nota? - pregunto Cristina entre cerrando los ojos

No es nada importante

- Dejame ver!

"un simple atuendo para adornar tu belleza" Aaaahhhh! ¡Que lindo!

- Realmente es un lindo detalle, pero deja de ser tan gritona, nos van a escuchar - dijo Adhara sonriendo

- Dime si no es un lindo mi hermanito? Nunca le había visto este lado tierno, con las mujeres que lo alcance a ver ni siquiera las tomaba de la mano, pero contigo es diferente, tu eres especial.

- De verdad?

- Sí, Esteban tampoco le conoció una novia formal solo eran "amigas" bueno realmente nunca nos las presentaba, solo lo veíamos, cuando coincidimos en algún lugar.

Adhara estaba sorprendida, ya que él no salía a ningún lado si no la tomaba de la mano y la presenta a todo el mundo como su esposa, sin saberlo su corazón se alegro de pensar que ella podía ser especial para el.

- Ya terminaron de empacar? Pregunto Alejandro entrando a la habitación de Adhara con Esteban.

- Hace rato terminamos pero no quisimos interrumpirlos - expreso Cristina.

- Bueno siendo así, creo que llego la hora de irnos - dijo Esteban.

- Mi amor tiene razón, ya se nos hizo tarde.

- Porque no se quedan a cenar? - pregunto Adhara

- No querida, iremos a casa de mi madre, ella nos espera, además debes agradece a tu esposo por el regalo - esto ultimo se le dijo Cristina al oído a Adhara, mirándola con picardía.

- Está bien! Los acompaño hasta la puerta.

- No te molestes Alejandro, nos conocemos el camino.

- Nos vemos hermano, adiós Adhara -se despidió Esteban

- Nos vemos, cuídense mucho y disfruten del viaje dijo Cristina quitándole un ojo a Alejandro.

- Estas bien? Pregunto Alejandro mientras se acercaba a Adhara

- Estoy perfecta!

- De eso no me cabe ninguna duda!

- Muchas gracias por el vestido, esta muy lindo

- Solo me darás las gracias? Creo que merezco más

- En serio? ¿Y como que seria eso?

- Un beso podría ser, o dejarme dormir aquí esta noche.

- Sueña en que dormiras aquí esta noche.

- Y el beso? Pregunto Alejandro cortando la poca distancia entre ellos, quedando sus labios casi al rose.

Adhara solo hizo silencio lo que Alejandro interpreto como un si y se adueño de sus labios con hambre, con deseo a esta altura Adhara le podía sostener el beso ya que había aprendido a besarlo como el le demandaba cada vez que la besaba.

- Aprendes rápido, ya sabes besar y lo haces muy bien.

- Creo que tengo un buen maestro.

Ante estas palabras Alejandro la volvió a besar y esta vez más demandante, ambos estaban jadeantes envueltos en un clima de deseo.

- Creo que es mejor que te vayas, ya te agradecí lo suficiente

- Si de esta manera me agradecerás, empezaras a recibir un paquete diario.

- Estás loco!

- Iré un momento a la oficina por unos documentos que llevare a la gala, quieres venir?

- No, muchas gracias, prefiero quedarme.

- Nos vemos entonces más tarde - le dijo Alejandro a la vez que le daba un delicado beso en sus labios para luego salir.

Adhara se quedo acariciándose los labios mientras cerraba los ojos y espiraba ese delicioso aroma que no perdía oportunidad de disfrutar.