Cómo Si Fuéramos Novios

Nos decidimos a intentar la inseminación artificial, fuimos a una Clínica especialidad, y nos atendió el Doctor Tobías Braun.

—Bienvenidos, para nosotros sería un gusto poderlos ayudarlos, ahora cuénteme de sus problemas de infertilidad—Dijo Dr. Braun

—No creo que seamos infértiles, simplemente queremos intentar tener un hijo por esta vía—Expuso Davis.

—A ver si entiendo, me están diciendo que no tienen ningún problema de infertilidad.

—Si correcto—Confirme con voz firme.

—Claro si ustedes lo dicen, igual tendremos que hacer algunos exámenes, y dígame desde cuanto han intentado concebir por la vía natural—Expreso el Dr. Braun

—¿Se refiere al sexo? —Pregunto intrigado Davis.

—Exacto—Confirmo el Dr. Braun.

—Es que nosotros no tenemos sexo—Alegue en ese momento.

—¿Está bromeando señora verdad?

—Si es cierto, tenemos una relación romántica, basada en besos y caricias—Comento Davis.

El Dr. Braun Nos quedó viendo con asombro y comenzó a reírse con un tono de burla.

—Señor Davis usted sufre de impotencia o eyaculación precoz.

—No como cree.

—No entiendo cuál es el chiste—con gesto de molestia Helen

—Es un caso inusual, pero usted señora Smaiker, aun esta en edad fértil, podrían intentar por la forma ordinaria, o acaso tiene algún trauma con el sexo—

Insinuó Dr. Braun.

—No tenemos ningún trauma con el sexo, simplemente no lo consideramos una fuente de placer en nuestra relación—Afirme con desagrado.

—Yo insisto, el sexo es algo normal en toda relación de pareja, les recomiendo que consulten con un sexólogo.

—Mejor vámonos mi amor—Vocifero Davis

—Si está bien.

Salimos de allí furiosos e indignados, llegamos a casa y Lisa nos preguntó: “Cómo les fue”.

—El doctor se burló de nosotros y nos tomó como una especie de traumados—Le respondí.

—¿Cómo así, y por qué?

—Le dijimos que no tenemos relaciones—Explico Davis.

—Hermanitos los quiero, pero eso para otras personas puede sonar muy loco—Comentó Lisa.

—Porque lo dices—Le pregunte a mi Hermana.

—Porque el sexo es como una necesidad física—Afirmo

Lisa.

—No lo creo, hace mucho, que no lo hago con nadie y no he muerto—Argumento Davis.

—Yo tampoco estoy de acuerdo contigo hermana.

—Saben que son muy raros—Lisa con risa

—Tú también te vas a burlar de nosotros—Exclamo Davis.

—No, tienen que entender que su tipo de relación no va a hacer bien vista ante la sociedad—Alego Lisa.

—Eso siempre lo he sabido, por ese rechace muchas veces a Davis.

—Y por qué no lo intentan, quizás les termine gustando, olvídense que se criaron como hermanos y véanse como hombre y mujer—Pregunto Lisa.

Con ese último comentario termino la conversación, pero esas palabras no hicieron pensar mucho, no me lo decía, pero sabía que él también lo pensaba, me llevo para un hotel de 5 estrellas, allí esperaba que pasara

algo que normalmente hacíamos a solas.

Estaba muy intrigada, preparo una sorpresa para mí, la decoración era como para unos recién casados, champagne y pétalos de rosa en la cama, quede fascinada, salte encima de él y medio un fuerte abrazo con un ´´TE AMO HELEN´´ mi invadió el sentimiento y comencé a llorar, me rogó que no llorara, destapo la

champagne y brindamos por nuestro amor, puso una fresa en mi boca y la mordió terminando en un sexual beso, luego me dijo: “Ven tengo otra sorpresa”, era un baño de burbujas en un elegante jacuzzi, nos desvestimos uno al otro mientras nuestras miradas quedaron atrapas entre sí, nos metimos adentro del Jacuzzi, disfrutaba mucho el momento, con mi mano toqué su pene y supe que era la hora, pero se levantó y luego hice lo mismo, me miró fijamente y casi telepáticamente nos comunicamos, sabía que él no quería hacerlo y yo en el fondo tampoco.

Después de muchos besos, nos fuimos a acostar, el me pidió que durmiera sin ropa “Quiero sentir tu suave piel” no pude negarme, pero tenía que preguntarle

“Amor si tú quieres aún podemos” de la forma como vine al mundo, abrí mis piernas, descubriendo totalmente mi vagina, bajo lentamente besando mis piernas y me dio un tierno beso en mi clítoris, entonces “Lo que siempre he querido es hacerte feliz, si es lo que quieres”.

—Amor yo también quiero hacerte feliz, mi cuerpo es tuyo y lo sabes, pero no quiero obligarte a nada, solo que me gustaría un hijo de nuestra sangre.

—Está bien—Acepto con agrado Davis.

Saco su miembro masculino y se dispuso a introducirlo en mi vagina, pero me acobardé repentinamente.

—Espera un momento.

—Que pasa—Pregunto Davis.

—No me siento segura de querer hacerlo—Expuse con expresión de duda.

—Tienes que relajarte y dejarte llevar.

—No, me siento nerviosa, es que la verdad no quiero hacerlo.

—Te entiendo, porque seguimos torturándonos así, nuestro amor va Más allá del placer y el deseo—Afirmo Davis

—Cierto, no tenemos que tener sexo para demostrar que nos amamos.

—Exacto, ahora en adelante, nos olvidaremos del sexo y viviremos el amor a nuestra manera, no importa si el mundo nos juzga—Exclamo Davis.

—Sabes aquella vez por detrás, no fui una experiencia muy placentera—Le comenté aprovechando la ocasión.

—Si algo no te gusta no tienes por qué obligar a tu cuerpo.

—Gracias por entender.

Desde entonces, le pusimos punto y final al sexo en nuestras vidas y seguimos adelante con nuestra relación, nuestro fuego se avivo, y vivamos como de luna de miel casi siempre, pero teníamos un tema sin resolver, aun quería quedar embarazada; Lisa nos invitó a un viaje fuera del país, por una parte, para hacer turismo y por otra para verme con un especialista en inseminación artificial, le contamos por correo sobre nuestro causo y se mostró más receptivo que el Doctor anterior.

Nos dispusimos hacer el viaje para Ámsterdam todos en familia, allí también conoceríamos al misterioso novio

de Lisa, quien al final pagaba todas sus cuentas y solía ir a New York por motivos de sus empresas y para ver Lisa, pero antes había que dejar unos puntos claros.

—Le dije que nunca había tenido hijos y tampoco le hablé sobre su relación, así que, por favor, solo por esta vez compórtense como hermanos y no como pareja—

Relato Lisa.

—Las mentiras no llevan a nada bueno, pero solo por esta vez te seguiré la corriente—Le Dije a Lisa.