Una Pasión Prohibida

Después que Ami vio que Esteban había salido, estuvo un tiempo en el agua para salir después, él se encontraba haciendo el desayuno, Ami estaba dispuesta a provocarlo, solo se puso una playera y se podía ver abajo que no llevaba nada puesto además sus bien formadas piernas, Esteban trataba de evitar verla pero latencia que ella trataba todo lo contrario se acercaba cada vez más a él, comenzó a comer un poco de la comida que Esteban había preparado.

—No sabía que cocinabas, está delicioso — dijo ella con una gran sonrisa.

—¿Cuánto tiempo estaremos aquí?—

—Solo dos días—

—¿A dónde iremos después?—

—A un pequeño pueblo, do de nos va estar esperando otra persona para llevarnos algo a otra ciudad —

—Crees que esos hombres no nos encuentren —

—Espero que no, creo que nuestro padre a durado una vida planeando todo este momento, por cierto deberías de vestirte con la ropa que nos entrego don Pedro dentro de las provisiones — Lo último dicho pareció más una orden, Ami después de comer fue a ponerse las ropa, Esteban al verla no pudo evitar reír.

—Tu risa lo confirma todo, parezco niño —

—En tu defensa eres un niño hermoso, creo que debemos ocultar tu cabello con la gorra así podremos pasar desapercibidos—

Pues Diego se había encargado de prestarles algunos disfraces, Ami parecía un muchacho de campo pues traía un overol que le quedaba flojo y en cuanto Esteban le había conseguido una falsa barba blanca lo que lo hacía parecer un anciano, después de algunos minutos Ami comenzó a decir.

—Estoy aburrida, cuánto tiempo estaremos más aquí, mi teléfono no tiene señal aquí, noy nada con que divertirse —.

Mientras tanto Monserrat y Diego hablan de lo que iban hacer pues sabían que estaban siendo vigilados aunque Diego ya le había explicado lo que había hecho con Ami y que estaba segura, Diego le explicó que lo más conveniente sería irse a vivir a otro país donde estarían mucho más seguros pero para perder el rastro de aquellos criminales viajarán por diferentes países y así lo hicieron.

Ami estaba muy aburrida en aquella cabaña y es que Esteban se comportaba de manera fría, serio de hecho casi no hablaba.

—¿Dónde dormirás hoy?—

—Aquí, en este sillón—

—Pero hace mucho frío —

—No, hace —

—¿Por qué te fuiste tanto tiempo?—

—Porque tenía que estudiar—

—Mmmm, no te creo, ¿Me odias?—

—No te odió —

—Yo creo que sí, siempre que estoy cerca de ti me alejas, sabes he pensado que fue por mi, que decidiste irte—

Esteban analizaba las palabras dichas por Ami y es que era cierto que era por ella por quién se había alejado pero no porque la odiara si no más bien por ese deseo, esa atracción, todo ese amor que sentía por ella, solo pensaba en que podía decirle pero ella hablo primero.

—Lo ves ni su quiera tienes el valor para decir que me odias— ella se le acercó de manera muy retadora, él al sentir su cercanía la miro a los ojos y…