DESTINADA A ESTAR CON EL CEO

Renata despertó con una gran sonrisa, a pesar de todo lo malo, sabía que su abuela se iba a curar, era un nuevo día y cosas muy interesantes le esperaban, luego de levantarse tomo una larga ducha, se coloco unos jeans con una camisa sencilla y unos tenis, mientras se terminaba de arreglar el timbre de su casa sono de manera insistente, rápidamente bajo las escaleras y abrió la puerta, su rostro se iluminó al ver aquella sonrisa que la dejaba en shock.

*Buenos días mi hermosa niña, me supuse que irías temprano a la clínica y quise pasar por usted bella dama para invitarla ah desayunar y así le llevas algo a tu mamá también* dijo Aron con una gran sonrisa.

*Que bello eres amor, deja tomo mi bolso y vamos* dijo Renata para luego ir a buscar sus cosas

En ese instante suena el teléfono de Aron.

Inicio de llamada

📱Mama, cómo estás?

📱Aron cariño eres un ingrato ya no te veo ni llegar a casa, y salir mucho menos, dónde te la estás pasando y con quién?.

📱Mama no te vuelvas tóxica, y me la he pasado con mi novia.

📱Señorito cómo que tiene novia y soy la última en enterarme.

📱Mama, es complicado, pero debemos hablar.

📱Precisamente para eso te llamaba, necesito que nos veamos te espero en casa en cuanto puedas.

📱Está bien madre, te amo, Adiós

Fin de la llamada.

En ese momento el auto de Dereck estaciona al frente de la casa de Renata, este se encontraba con luzmila y quisieron pasar por casa de su amiga para llevarla a la clínica.

Ambos bajaron del auto saludando ah Aron, luego Dereck se quedó afuera conversando con su amigo mientras Luzmila entraba a la casa.

*Aron hermano, si no te veo aquí no te veo más, hasta pensé que mi socio me había abandonado* dice Dereck en forma de chiste

*Dereck no estoy para bromas, lo que está pasando es una locura, llevemos a la chicas a desayunar la dejamos en la clínica y vamos a conversar, tengo algo atorado que necesito hablar con alguien si no de seguro muero de un infarto de la presión que cargo* dijo Aron con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

*Tan grave es hermano?* Pregunto Dereck curioso.

*Demasiado, pero te diré luego* dijo Aron.

Ya las chicas afuera cada quien subió a su auto y se dirigieron a una hermosa cafetería, con un ambiente tranquilo y agradable, los cuatros se sentaron y desayunaron tranquilamente entre conversaciones y algunas risas.

En la clínica, Anabel despertaba con una gran sonrisa en su rostro, pues Ricardo no se conformo en poseerla una sola vez si no muchas veces, como si el hombre hubiese pasado años en abstinencia, entonces es real que el no está con Oriana? Pensó Anabel, cuando se fijó en la hora se levantó asombrada habia dormido mas de la cuenta, pero lo único que no le gustó fue levantarse y encontrarse sola, su cara era de tristeza.

*Que podías esperar Anabel, fueron dieciocho años que nos dejamos de ver, de seguro se fue temprano, ya no debes caer en ese juego* dijo Anabel para si misma

Anabel fue a tomar una ducha, cuando salió ya cambiada de ropa se sorprendió, pues la habitación estaba llena de flores y había un carrito con frutas, jugo, café, un hermoso desayuno.

Lo que no se había fijado Anabel es que Ricardo se encontraba de pie recostado de una pared sin ella notarlo , pero cuando el hablo se llevó un brinco de susto

*Ricardo por favor no lo vuelvas hacer, me matarás de los nervios, recuerda ya no soy una jovencita, y realmente la gente pensará que está habitación es un hotel* dijo Anabel muy sonrojada

*Amor mío, no te puedo negar que tenía años que no me sentía tan vivo y tan amado, aunque prefiero que realmente nos vayamos a un hotel, por qué el que te abstengas de gemir entre mis brazos no me gusta* dijo Ricardo acercándose coquetamente hacia Anabel.

*Ricardo te has vuelto más pervertido, no habrá más veces, esto llegara hasta aquí* dijo Anabel esquivando a Ricardo.

*Amor mío, ven desayuna luego hablamos de eso sí?* Dijo Ricardo robándole un beso ah su amada.

*Ricardo compórtate puede llegar mi hija* dice la Anabel sonrojada

*Nuestra hija amor, nuestra hija, ya quiero gritarle al mundo que te amo* dijo este sentándose junto ah Anabel para desayunar.

Mientras el le daba frutas, o le decía alguna palabra de coqueteo la puerta de la habitación se abrió, en ese momento Ricardo se levanto como un resorte y como si de un adolescente se tratara se puso nervioso, no se había dado cuenta ni siquiera de quién era.

*Ja, ja, ja, ja, don Roberto como está?* Dijo Anabel.

*Hola hija estoy bien y te traigo noticias, pero antes Ricardo esto que estás haciendo no está bien sabes que los chicos pueden mal interpretar todo* dijo el hombre serio e imponente.

*Si padre me excedí, pero es que quería tener un detalle con Anabel* dijo Ricardo nervioso y no por tenerle miedo a su padre si no por qué aún no pasaba el susto pensando que podría ser su hijo o su hija.

*El señor Roberto tiene razón* solto Anabel sin medir

*Anabel cariño, nos tratamos solo esa vez que mi hijo te llevo a casa, pero se que eres una buena muchacha, te tengo noticias pero prefiero que hablemos en un lugar privado, no sé si este zoquete te lo comento pero soy el dueño de esta clínica, quiero que nos reunamos en mi oficina por qué debo contarte la verdad* dijo el señor Roberto

En ese mismo instante la puerta de la habitación se abrió y eran los chicos, Renata estaba confundida pues habían muchas flores y un carrito con un exquisito banquete de desayuno

*Buenos días, todo bien por aquí?* Pregunto Renata.

*Si hija todo está bien* dijo Anabel nerviosa.

*Pequeña todo está bien solo quise tener una atención con tu madre, además que necesito conversar con ella* dijo Roberto.

*oh claro está bien.* Asintió Renata.

Mientras Roberto saludaba y Renata le presentaba a Luzmila, Aron se acercó a su padre y hablandole al oído con su ceño fruncido.

*Papá al parecer pasaste la noche aquí, traes puesto la misma ropa de cuando te vimos entrar anoche, y este cuarto lleno de flores y esa comida dudo mucho que mi abuelo sea el de la idea, tal parece que te divertiste engañando a mi mamá no?* Dijo Aron furioso ya no soportaba más esa mentira

*Hijo debemos hablar, te contaré toda la verdad pero debemos hacerlo frente a tu madre* dijo Ricardo preocupado

*Así que hay más, bien no te tardes, nos vemos en la mansión* dijo Aron, se despidió de todos  para luego salir de allí hecho furia.

No sabía ni que pensar, ni como actuar, su vida se había convertido en una tortura, en una mentira, justamente cuando piensa en tomar riendas de su vida y formalizarse, todo se viene abajo como si de una avalancha se tratara

Ricardo salió de la clínica directo a la mansión, mientras que Anabel se marchó de la habitación hacia la oficina de don Roberto, dejando a Renata con Dereck y Luzmila conversando entre ellos.....