Ivis vivía con du madre, se tenían una a la otra y vivían de la venta de fritos; cuando Ivis cumplió los 18 comenzó a buscar trabajo para ayudar a su madre y pagar sus estudios, pero nada le salía como quería.
Por otro lado había otro joven de 20 años casi en la misma situación, con la diferencia que ella tenía casa propia, el también por medio de su abuela, pero por alguna razón la pierden.
Descubre que pasa desde el inicio hasta el final.
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BESO
Por otro lado, estaba Ivis en su trabajo, la señora Maya y Mariam estaban feliz con su servicio, la más feliz era Mariam porque su madre era bien atendida y siempre encontraba el penhaus reluciente y el domingo solo tenía que arreglar su habitación y no pasaba todo el día haciendo oficios, le quedaba el día para disfrutar con su madre. Maya le había dicho a su hija que la dejara salir con Ivis a caminar por la playa, pero se negó, lo hizo porque le daba miedo que su madre se cayera y pudiera tener consecuencias, a ella misma le daba miedo cuando salían juntas.
Ivis ya estaba lista para regresar a su casa, solo esperaba que llegara Mariam para poder ir a su casa. Mientras esperaba Maya le preguntó.
MAYA: ¿tu tienes novio Ivis?
IVIS: No.
MAYA: ¿Por qué? Tienes que tener tu novio y disfrutar de la etapa de noviazgo, eso es muy bonito, aunque duele cuando terminan la relación, pero es bonito mientras dure.
IVIS: Es que aún no me gusta nadie, como no tengo contacto con hombres, bueno... ahora estoy compartiendo con un muchacho que vive en mi casa con su abuela, pero es solo hablar porque de gustarme no.
MAYA: Todo surge con él trato, la forma en que el te muestre su atención y tú a él, el compartir, todo eso influye y el tiempo decide.
Ellas hablaron y Maya le contó su experiencia de joven, al ratocuando Mariam llegó Ivis se despidió de ellas y salió para regresar a su casa.
Ella llegó a su casa y encontró a su madre junto a Abel y Nirida viendo televisión, saludo a todos y se fue a su habitación para cambiarse, pero decidió bañarse y salir a comer porque era la única que faltaba por comer, ella comía en casa de Mariam, pero no quedaba satisfecha porque se servía poco, de daba pena que Maya se diera cuenta que comía demasiado y por eso su madre le guardaba.
Después de comer se sentó en la sala junto a los demás, allí le preguntó a Abel como le había ido, y el suspiro y le dijo.
ABEL: Camine hasta el cansancio y no encontré nada.
IVIS: Ni me digas, yo se lo que es eso, pero tranquilo que algo sale, todo tiene su momento, te lo digo por experiencia.
ANTONIA: Yo también le dije que no se desesperara.
NIRIDA: Si porque solo fue el primer día buscando trabajo, no puede desesperarse.
Todos le hablaron a Abel dándole ánimo, para que continuara buscando con ánimo. Ivis al ver a la madre sentada cómodamente le preguntó si no iba a preparar lo de los fritos, pero su madre sonriendo le dijo que ya todo estaba listo, Ivis sonrió con alegría y le dio las gracias a Nirida; en ese momento Abel no se quería quedar atrás y preguntó.
ABEL: ¿A que hora te vas mañana?
IVIS: A las 5: 30 porque tengo que estar en el trabajo a las 6: 20.
ABEL: Tu mamá te acompaña, pero a partir de mañana yo te voy a acompañar.
IVIS: Bueno... por mí no hay problema, pero te levantas temprano porque soy muy puntual.
ABEL: Yo también soy muy puntual y responsable.
Antonia y Nirida solo escuchaban la conversación, ellas sentían como si se conocieran de toda la vida, se estaban sintiendo una familia de verdad.
Al día siguiente muy temprano Antonia ya estaba haciendo los fritos con Nirida, Ivis quedó ayudar, pero Nirida le dijo que durmiera otro rato porque ella se encargaba de ayudar a Antonia, en ese momento Abel también llegó, ya estaba bañado y listo para acompañar a Ivis, ella lo miró y dijo.
IVIS: Qué responsabilidad la tuya, aún no es hora de irme.
ABEL: soy muy responsable y puntual en mis obligaciones, y por la hora no, yo espero.
IVIS: ¿Osea que yo soy una obligación?
ABEL: No... lo dije por...
IVIS: Ja ja ja ja tranquilo, solo te estoy molestando.
Ella pasó por su lado mirándolo a los ojos sonriendo, él también la miró sonreído y no le dijo nada, Abel se quedó observando como hacían los fritos y se dio cuenta que era fácil, se acercó para hacer uno y le salió perfecto, Antonia mirándolo le dijo.
ANTONIA: Salió un nuevo auxiliar Nirida, le quedó perfecta.
NIRIDA: Está contratado para ayudarnos.
ABEL: Si no consigo trabajo esta semana me uno a ustedes.
ANTONIA: Nosotras encantadas de tener un auxiliar.
Ellos charlaban y después de unos largos minutos Ivis salió ya lista para irse, se acercó a su madre y le dio un beso de despedida al igual que a Nirida las dos mujeres le dieron la bendición y ella sonrió feliz saliendo de su casa acompañada de Abel, ella llevaba un bolso en su espalda donde llevaba ropa de cambio, el le quitó el bolso para ayudarla, ese gesto a ella le dio un poco de pena, era el primer hombre con el que ella tenía contacto muy cercano, el le dijo que le diera su número de teléfono e intercambiaron contacto.
Cuando llegaron a la esquina por donde pasaba el transporte que le servía ella le dijo.
IVIS: Viene la buseta.
Ella le quitó él bolso y le dio las gracias por acompañarla, pero el le agarró la mano y dijo.
ABEL: Osea que voy a ser el único que no va a recibir besos.
Ella se sonrojo y vio que la buseta se acercaba y nerviosa se acercó a él y le dio un beso rápido en la mejilla, después le dio la espalda y sacó la mano para que el transporte se detuviera, cuando lo hizo se subió y después lo miró y se encontró con la mirada de el. Ivis se sentó y sintió algo extraño en su corazón, sintió que algo se despertaba e lo más profundo de su ser, pero ella no sabía que era esa sensación, pero de lo que sí estaba completamente segura, era que se sentía bien y protegida por él.
Pero no era la única con esa sensación, Abel también sentia algo parecido, a diferencia que el si sabía lo que estaba sintiendo, sentía como si estuviera acompañando a su novia en ese momento.
