Los Gemelos Alfas Y Su Pequeña Princesa

Keira

Las imágenes del día anterior no salen de mi cabeza y debo esforzarme para no dejar en evidencia mi excitación, estoy en el campo donde descanso junto a Jay y a Jonás, el entrenamiento fue fuerte pero mis ganas de ver a los gemelos son más fuertes, me excuso con los chicos y me voy al baño, cuando salgo de él me encuentro a Bryan, intento pasar por su lado he irme pero me toma del brazo impidiéndomelo.

—Se que lo que sientes por ellos es solo lo que él vínculo te hace sentir y no creo que estés enamorada ya que aún faltan unas semanas para la luna llena — dice.

—Déjame Bryan.

—No lo voy hacer, se que te gusto Kiara, si no nos me hubieras defendido todas esas veces en la que tus amigos me golpeaban.

—No confundas mi amabilidad con algo más Bryan.

—No confundí nada, creo que la confundida eres tú, nos la llevamos muy bien cuando tus amigos o beta Ruben no se entrometían — dice apretando los dientes.

—No estoy confundida, tengo claro lo que siento y eso no es de ahora y puede que haya empezado por causa de que ellos fueran mis destinados pero es lo que siento no lo estoy confundíendo.

—Entiéndelo Kiara, es por causa del vínculo pero sabes lo que sientes por mi.

—¡No! Bryan, no sentí nada por ti, jamás te vi como algo más que un amigo y lamento que confundieras mi amabilidad con otra cosa.

—¿Por qué no lo aceptas Kiara? ¿Por qué sigues buscando su aprobación? Los aceptas por que sabes que eso es lo correcto pero no tiene que ser así si no quieres.

—¡Basta! Bryan, ya basta, nunca sentí nada por ti y debes aceptarlo, ¡siempre fueron ellos! — esto último lo digo alto y claro— desde que los conocí siempre fueron ellos, no sabía lo que sentía por ellos en ese momento pero ahora si, y puede que haya nacido ese sentimiento a causa del vínculo, ese sentimiento siempre estuvo allí solo que sabía que era ridículo decirlo y era completamente estúpido sentirlo pero lo sentía y si no lo decía era por que no podía por que no estaba segura.

Bryan me mira y no se como interpretar su expresión.

—Enserio lamento que hayas malinterpretado todo, no sabía de tus sentimientos pero si lo hubiera sabido les hubiera dado un alto. Siempre fueron ellos Bryan y la verdad odiaba que fuera así, ya que si tienes razón siempre me esforzaba para que ellos no se decepcionaran de mi, siempre aceptaba sus condiciones para que se sintieran felices conmigo, pero esto es diferente, esto era lo que siempre quise, los quería a ellos y no su aprobación. Lo siento.

Pasó por su lado dejándolo allí, me duele por que a pesar de todo nunca fue malo conmigo, pero jamás sentí algo por él y enserio me duele que haya malinterpretado mi amabilidad con algo más.

Y si, quizás si los gemelos no estuvieran presentes en mi vida pude haberme enamorado de él después de todo es guapo, inteligente y no era malo conmigo, pero los gemelos siempre estuvieron presentes y mis sentimientos por ellos también.

Me encuentro con los gemelos quienes ya me habían estado esperando en el despacho me siento en medio de ellos.

—¿Los reyes del norte y del oeste siguen aquí? — preguntó.

—Si, en estos momentos están con nuestros padres, los hermanos de tu madre han intentado acercarse a ella pero ella no se los permite — Respoden Keyden.

—No es para menos, mamá está muy resentida.

Ambos asienten y yo me levanto.

— Iré a visitar a mis padres vuelvo para la cena.

Me acerco a ambos y deposito un beso en los labios de cada uno, camino hacia la casa de la manada y cuando estoy apunto de entrar escucho que algo me llama, miro para los lados y veo a una mujer casi entrando al bosque me acerco a ella y antes de que pueda preguntarle qué hace ahí sola, veo como alguien se acerca y en menos de nada pierdo el conocimiento.

Keyden.

Hace una hora que se fue nuestra compañera y ya nuestros lobos nos están volviendo locos, ¿Cual es la necesidad de fastidiar cuando claramente la veremos en unas horas?.

—Dios mío, ya no puedo con Dan no deja de pedirme que vaya por Kiara — dice Aiden.

—Hero está igual, por sabes que voy a bloquear la conexión, necesito que se aparte de mi mente o no podré terminar este trabajo acumulando.

—Creo que deberíamos ir a verla — dice Aiden.

—¿Y que piense que somos unos controladores? Claro que no.

—Tienes razón.

Los minutos siguientes nos ponemos hacer todo el trabajo acumulado, pero tenemos una sensación no muy buena, y nuestros lobos sigues intentando volver a nuestras mentes.

Hacemos nuestro esfuerzo y terminamos el trabajo falta un rato para la cena, Kiara dijo que vendría con sus padre a la hora de la cena, así que Aiden y yo volvemos a nuestra habitación pero aún esa sensación que tenemos desde que nuestra compañera se fue no ha desaparecido.

Entro al baño me ducho, salgo y Aiden entra y aún me siento inquieto, mamá llega cuando estamos listos y nos dice que ya está lista la cena, bajamos y cuando llegamos al comedor vemos a todos menos a nuestra compañera, sus padres están a un lado frente a los reyes del Norte y todos se quedan en silencio al ver que no tomamos asiento.

—¿Donde está nuestra compañera? — pregunta Aiden.

—¿No está con ustedes? — pregunta su madre.

—No, hace algunas horas dijo que iría a la casa de la manada a visitarlos — comentó y sus padres se miran.

—Ella no llegó — dice su padre.

La desesperación se apodera de mi al igual que mi hermano.

—Ustedes no la han visto? — les pregunta Aiden a los chicos.

—Solo la vimos está mañana en los entrenamientos— dice Jonás.

Mi hermano y yo salimos del comedor y le ordenamos al beta que mande algunos guerreros a buscarla, nosotros junto a los demás la buscamos por el castillo los minutos pasan y no hay rastro de ella.

Mamá nos pide que entremos al castillo y esperemos noticias, arrégaña dientes entramos y quedamos en la mesa de estar, dos horas pasan y es cuando los guerreros entran y nos informan que han buscado por los alrededores y no hubo señales de ella, el impulso hace que arrase con todo lo que está a mi alrededor y Aiden toma al hombre del cuello, mis padres se acercan y lo toman antes de que le haga daño al hombre.

—Extiende la búsqueda, busque en todo el reino, en el bosque, y en las manadas cercanas, no importa si tienen que mover el puto cielo tienen que encontrarla — ordenó lleno de rabia.

—Ayudaremos con la búsqueda, enviaremos algunos guerrero que se paseen por algunas manada — dice el rey Liam.

Las horas pasan y la espera solo hace que nuestros instintos asesinos salgan a la luz, cuando se hacen más de la media noche y unos de los guerreros llegan y nos informan que aún no la han encontrado, nuestros padres junto a los reyes tienen que tomarnos para no salirnos de control, el llanto de Luna Marie hace que nos pongamos peores, nuestra madre nos inyectan aconito haciendo que nuestros lobos se alejen y debilitándonos, veo como nos llevan a las celdas subterráneas las cuales fueron diseñadas para los reyes para cuando perdieran el control y allí nos encierran.

—Deben controlarse y mantener la calma si quieren encontrar a su compañera— nos dice Jack nuestro padre.

—Los mantendremos al tanto de todo — dice nuestro padre Noah.

Los tres se van y quiero salir e ir por mi compañera pero no tengo fuerza de nada, siento como si una parte de mí se hubiera ido.