La Obsesión De Mí Esposo

Samira … 

Después de la cena, volvimos todos para la sala para seguir conversando 

Mí padre abrió una botella de champagne, quería brindar por nuestra llegada 

Comenzó a servir en copas y a repartirlas a todos los que estábamos, menos a los mellizos que al ser menores no tomaban alcohol 

Cuando llegó el momento de darme la copa a mí, muy tranquilamente la rechace 

— Gracias papá, pero no puedo tomar alcohol — le digo riéndome

Todos me miraron sorprendidos y con intriga de saber por qué no podía beber alcohol 

Me levanté del sofá junto con Frederick de la mano, lo miré nerviosa y él me alentó con una sonrisa 

— Bueno familia, es que Frederick y yo vamos a ser papás. Estoy embarazada de 2 meses y medio — les digo sonriendo con muchos nervios 

Cómo ya me lo esperaba, la primera en levantarse y acercarse a mí para felicitarme fue mí madre, que enseguida comenzó a llorar por la noticia de que sería abuela 

— No lo puedo creer, mí niña, mí princesa, será mamá, seré abuela al fin — dice mí madre llorando mientras me abraza 

La segunda en levantarse y acercarse fue Camil que con mucha felicidad me abrazo para felicitarme 

— Felicidades amiga, no sabes lo feliz que me hace saber que serás mamá y yo seré tía — me dice con una gran sonrisa 

Y así el resto de toda la familia se fueron acercando hasta nosotros para felicitarnos por nuestro embarazo 

— Aunque siento que es demasiado pronto para que traigan un hijo al mundo, ya que recién se están conociendo, pero bueno, las consecuencias ya están y el bebé ya viene en camino, así que este es otro motivo más de celebración — dice mí padre abriendo otra botella de champagne 

Nuevamente volvimos a brindar, yo con jugo como mis hermanos Caín y Caleb y los demás con champagne 

Cerca de la media noche decidimos volver al penthouse a descansar, ya que al día siguiente habíamos quedado en almorzar nuevamente con mí familia.

Al llegar al penthouse Frederick recibió una llamada y se fue al despacho para contestar, Paola y yo subimos a las habitaciones y en el pasillo nos despedimos 

Una vez dentro de la habitación, comencé a quitarme la ropa para poder darme un baño antes de dormir 

Justo cuando estaba por entrar al baño, llega Frederick con su semblante serio. Yo me acerco hasta él para saber que había pasado 

— ¿Qué sucedió amor? — le digo tomándolo de las manos 

— Nada amor, no te preocupes, son algunos problemas con la organización — me dice él suavizando su mirada y hablándome con ternura 

— ¿Seguro que no es nada grave? — le vuelvo a preguntar, ya que no me convencía con que no era nada grave 

— Todo está bajo control amor, no te preocupes — dice tomándome de la cintura y dándome un beso 

Yo estaba semi desnuda, ya que me había descambiado para darme un baño y solo había quedado en ropa interior 

Frederick comenzó a bajar sus manos por mí espalda hasta llegar a mis nalgas y comenzó a apretarlas mientras seguía besándome 

Yo comencé a desprenderle los botones de la camisa y poco a poco le fui quitando la ropa 

Él me quitó mis últimas dos prendas que me quedaban y cuando quedamos ambos completamente desnudos lo empujé arriba del sofá que había en la habitación y me subí ahorcajada sobre él 

— Hoy estás más atrevida mí amor — me dice él sosteniéndome de la cintura 

— ¿Cuando dije que era una santa yo? — le digo frotandome sobre su miembro 

— Me gustas más con tu timidez — me dice besando mis pechos 

— Entonces divorciemonos y búscate una mujer que sea tímida y sumisa — le digo intentando bajarme de arriba de él, pero me agarra con fuerza de las caderas y me aprieta más a él 

— No seas tonta, me gusta tu timidez por qué me gusta mimarte y consentirte, pero también me gusta que seas atrevida, me excitas más y me vuelves loco — me dice tomándome de la nuca y comenzandome a besar 

Yo lo abracé por el cuello y le seguí el beso, mientras que él se acomodaba en mí entrada y de una sola estocada se hundía en mí interior 

Comencé a cabalgarlo con desesperación, sentirlo en esta posición me enloquecía, lo deseaba, lo necesitaba 

Me encantaba el sexo con Frederick, él me tomaba de una manera salvaje que me hacía enloquecer

Comencé a hacer movimientos circulares con mí cuerpo para sentirlo mejor

No podía evitar cerrar los ojos y tirar la cabeza hacia atrás, disfrutando del momento, mientras Frederick se había adueñado de mis pechos y jugaba con su lengua sobre mis puntos rosados

De repente, Frederick se levanta del sofá, aún conmigo encima, camina hasta la cama y me acuesta con cuidado. Él se arrodilla frente a mí, me toma de las piernas, las coloca sobre su hombro y me vuelve a embestir con fuerza.

Así estuvimos por algunas horas más hasta que ambos terminamos exhaustos, pero no sin antes darnos un baño caliente y relajante para poder descansar mejor. 

Al día siguiente me despierto con un dolor tan fuerte en mí bajo vientre que me hizo retorcer del dolor. Siento la cama mojada y al tocarlo, veo que era sangre 

Comencé a llorar con desesperación, no tanto por el dolor, sino por el miedo de perder al bebé 

Frederick al sentirme llorar se levanta de golpe y ve la cama toda manchada con sangre y se asusta

— Fred, el bebé, tengo miedo — le digo llorando

— Tranquila, te llevaré a la clínica, todo estará bien — me dice y lo veo correr de un lado a otro mientras se viste y hace llamadas, de seguro a sus hombres para que se preparen para salir

Una vez listo vuelve hasta mí y me ayuda a sacarme el pijama todo mojado y manchado con sangre, me carga en sus brazos y sale de prisa del penthouse

Subimos al auto que ya se encontraba listo para salir y el chófer condujo a toda prisa hasta la clínica más cercana

Al llegar, Freddy entra corriendo conmigo en brazos y desesperado pidiendo un médico hasta que llegan varios 

— ¿Qué le pasó? — le pregunta uno de los médicos

— No lo sé, se despertó con mucho dolor y hemorragia, ella está embarazada doctor — le responde Freddy desesperado 

— De acuerdo — dice él médico mientras me colocan en una camilla y me llevan rápido hasta quirófano

Comienzan a revisarme y a hacerme una serie de preguntas, me realizan una ecografía y algunos análisis para ver qué todo con el bebé estuviera bien 

— Bueno Samira, sufriste una amenaza de aborto, aunque el bebé está bien ahora, pero debes prevenir algunas cosas como el sexo, por lo menos hasta que hayas entrado al cuarto mes de embarazo y la placenta esté más reforzada, deberás cuidarte por unas semanas de no hacer esfuerzo físico, no subas ni bajes escaleras, come comidas livianas hasta que el riesgo de aborto espontáneo haya pasado, ¿De acuerdo? — me explica él médico — Te quedarás en observación por unas horas para controlar que no vuelvas a tener pérdida de sangre, y si todo va bien para la tarde, te daré el alta — continúa diciéndome

— Muchas gracias doctor — digo respirando con alivio al saber que el bebé estaba bien 

— Ahora te llevarán hasta una habitación, mientras le iré a avisar a tu esposo — me dice saliendo del quirófano

Un enfermero me ayudó a pasarme a una silla de ruedas y me llevó hasta la habitación, luego me ayudó a subir a la cama y me coloco suero. Unos minutos después entró Frederick de prisa y se acercó rápidamente hasta mí para abrazarme 

Lo veía que estaba triste y asustado, se ve que el médico le explicó lo que me había pasado y eso lo hizo asustar demasiado 

— Lo siento mí amor, no quise que esto pasara, perdóname — dice con tristeza 

— Amor, no te sientas culpable, ninguno de los dos sabía que esto podía llegar a pasar, de haberlo sabido hubiéramos tomado precauciones antes, pero ya está, por suerte el bebé está bien — le digo para que no se sienta culpable por algo que no sabíamos que pasaría 

Fred se sentó en la silla junto a mí, mientras me tomaba de las manos, y recostaba su cabeza sobre mí vientre intentando estar cerca del bebé.

Media hora después llegó Paola a la habitación, Frederick le había avisado mientras me atendían en el quirófano y se había levantado y preparado con prisa para llegar rápidamente a la clínica

A media mañana también llegó toda mí familia, preocupados por lo que me había pasado

— Hija, ¿qué sucedió? ¿Cómo fue que tuviste una amenaza de aborto? — pregunta mí madre asustada 

— El sexo lo provocó — le digo con vergüenza 

— Ho, ¿pero acaso la ginecóloga no te explicó los cuidados durante el sexo? — me pregunta mí madre sorprendida 

— No, no nos explicó el riesgo que había al tener sexo, por suerte solo fue una amenaza de aborto y no un aborto, ahora solo debo cuidarme el triple de lo que ya lo venía haciendo — le cuento a mí mamá 

— ¿Pero a qué clase de ginecóloga fuiste? Eso es algo que cualquier ginecólogo te advierte en la primer consulta 

— Es una ginecóloga amiga de Frederick, él me llevó con ella — le explico yo

— ¿A qué ginecóloga la llevaste Freddy? — le pregunta Paola a Fred 

— La llevé con Ximena, ella era una de las mejores ginecólogas de las Vegas, y tanto tú, como Rebeca siempre se atendieron con ella, por eso llevé a Samira ahí — le dice Fred a Pao 

— ¿De dónde la conocen? — le pregunto yo, ya que al ser una de las mejores como ellos dicen, no se le pudo haber olvidado algo tan importante como explicarnos el cuidado durante el sexo 

— Es la hermana de Lorenzo, el amigo de mí padre y tía de Melody — dice él y ahora entiendo todo, de seguro hubo muchas cosas que no nos dijo. 

Lo debe haber hecho a propósito, ya debe saber que Frederick rompió el compromiso con Melody y se casó conmigo, eso no le ha caído bien y ahora tal vez quiere que pierda el bebé

No dije más nada, me haría atender con una ginecóloga de aquí para que me explique todos los cuidados que debo tener y ver si la otra omitió algunas cosas. Cuando lleguemos a las Vegas cambiaré de ginecóloga para seguir con los controles del embarazo.